- El Tribunal de Justicia debe revisar a fondo su caso, a unas horas del veredicto
- Familiares se manifiestan en ese Tribunal, y narran todo el indebido proceso
Estrella Pedroza
SemMéxico, Cuernavaca, Morelos, 16 de enero, 2024.- María Luisa Villanueva Márquez, la mujer que pasó 25 años acusada de un secuestro que no cometió y que desde hace nueve años inició un proceso jurídico para demostrar que solo fue un chivo expiatorio, llamó a las y los integrantes de la Sala Auxiliar a que revisen a fondo todas pruebas que demuestran su inocencia; lo anterior a unas horas de que determinen de su veredicto con el que se definirá si es o no inocente.
Lo anterior, ocurrió durante una protesta que realizó Villanueva ,con el respaldo de diversos colectivos entre los que figuraron Búsqueda de Familiares Regresando a Casa Morelos, Colectivo Cuernavaca y Colectiva Hermanas de la Sombra, en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
Villanueva, fue detenida el 6 de enero de 1998 y posteriormente fue sometida a tortura y todo tipo de abusos, cuatro días después (10 de enero), fue trasladada a la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Morelos (PGJM) donde la tuvieron incomunicada por dos días en los separos.
En ese momento tenía un hijo de 11 meses y uno de ocho años, quienes quedaron en el desamparo.
El 2 de septiembre de 1999 fue condenada a 30 años de prisión acusada de formar parte de la banda que secuestró a la menor Sara Saskia Seligman el 22 de junio de 1997, según la causa penal 06/1998.
En el año 2000 fue trasladada al Centro de Reclusión Social de Atlacholoaya, situado en Xochitepec, donde pasó 23 años y un mes.
Desde el 2014, con el apoyo del abogado Eutiquio Damián Santiago, Villanueva inició una lucha jurídica al interponer una denuncia penal por detención arbitraria, tortura y otras violaciones a sus derechos evocando el protocolo de Estambul.
Las acciones, jurídicas empezaron a dar frutos y supuestamente se concluirán el 15 de febrero del año pasado y con ello se daría paso a la ejecución de la acción penal contra los policías ministeriales de la entonces PGJ que la detuvieron debido a que las investigaciones arrojaron elementos suficientes para determinar que María Luisa fue encarcelada injustamente.
Sin embargo, el 30 de enero, Jorge Gamboa Olea, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) se apersonó en el penal de Atlacholoaya en el área femenil para alentar a alguna mujeres, principalmente a Villanueva, que hicieran uso del del beneficio de remisión parcial de la pena.
María Luisa Villanueva fue clara y se negó a aceptarlo y argumentó que para ella era importante que se le reconociera su inocencia.
Sin embargo, Gamboa Olea determinó ignorar el deseo de Villanueva y ordenó su liberación.
El dos de febrero, custodias del Centro de Reinserción Social de Morelos la sacaron por la fuerza.
“No me quiero ir así”, gritaba María Luisa mientras las custodias la llevaban cargado hasta la segunda pluma de acceso del Penal Atlacholoaya.
Al día siguiente, la FGE promovió una apelación por considerar que la liberación de Villanueva fue irregular.
Un juez tradicional desechó los argumentos de la Fiscalía, a cargo de Uriel Carmona, y consideró que el procedimiento se apegó a lo que establece la Ley.
La FGE se inconformó ante el TSJ, y casualmente, la apelación fue atendida por la Tercera Sala, cuya titular es la magistrada Martha Sánchez Osorio, cuñada del fiscal morelense; y ordenó la revocación del procedimiento, la reposición de este y dejó abierta la posibilidad de que la fiscalía solicite una orden de reaprehensión en contra de Villanueva.
Inocencia de María Luisa pende de un hilo
Al margen del proceso de preliberación el próximo 18 de enero en el TSJ se realizará una audiencia en la Sala Auxiliar, a cargo de la magistrada Bertha Rendón Montealegre y los magistrados Juan Gabriel Vargas Téllez y Arturo Loza Flores, se tomar la decisión final sobre el Reconocimiento de Inocencia.
Por ello, se realizó la protesta para llamar la intención de la y los magistrados.
“Hago especial llamado al magistrado ponente en este asunto, Doctor Juan Gabriel Vargas Téllez, de reciente incorporación al Tribunal, para que honre la palabra empeñada de profesionalismo, rectitud y honorabilidad y, al estar en sus manos un caso emblemático de la decadencia de la justicia del pasado, corrija, rectifique y repare una infamia como la que he sido víctima”, sostuvo María Luisa.
Agregó: “Por eso es muy importante que los medios de comunicación como ojos que son de la sociedad puedan darle eco a mi voz y difundir un atropello inadmisible así se trate de una simple mujer como es mi caso, ya que si la Tortura de que fui víctima se calla y queda impune, cualquiera estará expuesto a sufrir la violación de sus derechos”
Por su parte, activista y colectivos ciudadanos llamaron a magistrados recién incorporados (en medio de un proceso opaco y cuestionado por presuntos actos de corrupción) al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que demuestran que cumplirán cabalmente con su responsabilidad de aplicar la ley y hagan justicia a María Luisa Villanueva quien pasó 25 años encarcelada por un delito que no cometió.
Francisco Radilla, vocero del Colectivo Cuernavaca sostuvo:
«Ya que tomaron posesión de su cargo, es a que puedan demostrar a la sociedad que van a cumplir cabalmente con la responsabilidad, con la alta responsabilidad que tiene y el llamado que haríamos en este momento a los magistrados es para que se le reconozca plenamente ya su inocencia, en virtud de que ya se portara los elementos suficientes para que se pueda hacer esa declaratoria”, dijo.
Los activistas instaron a los magistrados recién incorporados al TSJ a actuar con base en la ley y a garantizar justicia para Villanueva:
«Por otra parte, pues a que cumplan cabalmente con la ley, que es lo que todos exigimos como ciudadanos y como ciudadano, digamos que pues ya que están al frente de esas magistraturas que hagan algo por los morelenses, las y los morelenses. Sí, yo creo que es la mejor forma de hacer algo por la sociedad morelense.»
Este llamado busca no solo respaldo y solidaridad hacia el caso de María Luisa Villanueva, sino también la demanda de un actuar justo y responsable por parte de los nuevos magistrados en el Tribunal Superior de Justicia.