- Aunque aumenta el presupuesto de salud, quienes no cuentan con seguridad social caen a su nivel más bajo desde 2010
- En 2026, tres de cada cuatro pesos están comprometidos, la mayor parte del presupuesto federal irá a pensiones
Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de México, 13 de octubre 2025.- México Evalúa señala que el aumento general del presupuesto 2026 para las mujeres no se traduce en suficientes recursos para sectores clave como salud, educación y seguridad, lo que pone en riesgo la protección a mujeres víctimas de violencia, como los refugios, podría verse comprometida al desaparecer como programa específico.
Aun cuando el presupuesto federal en salud aumentará 5.9 por ciento, respecto a 2025, con un monto total de 965.7 mil millones de pesos, los recursos para quienes no cuentan con seguridad social caen a su nivel más bajo desde 2010.
Bajo la apariencia de un incremento histórico en términos nominales, se esconde un estancamiento crónico y una profundización de la desigualdaden el acceso a la sanidad pública. Para México Evalúa el proyecto presupuestario consolida una tendencia preocupante: la salud ha perdido centralidad en la agenda pública.
Para 2026, tres de cada cuatro pesos están comprometidos, la mayor parte del presupuesto federal irá a pensiones, transferencias a los estados e intereses de la deuda: gastos obligatorios que por habitante suman 48 mil 732 pesos. Tres veces más que salud, educación y seguridad juntos. Esto impacta directamente a servicios como salud, seguridad, educación o cuidado.
El paquete económico es de todos: Mariana Campos
Mariana Campos, directora general de México Evalúa, al presentar el análisis del paquete económico 2026 señaló la importancia de que se conozca en qué se gasta el dinero público, porque es de todos, y señaló que se requieren finanzas públicas sostenibles, por lo que debe hacerse un presupuesto con escenarios geopolíticos y con visión a largo plazo, con previsión a acciones no previstas.
Otra situación que se detectó es que actualmente, lo que se gasta en términos de programas sociales para las personas de mayores ingresos es prácticamente lo mismo que se destina para las personas de menores recursos. Mientras no reconozcamos que, en un país tan desigual, este tipo de apoyos universales sólo servirá para profundizar la desigualdad.
Detalló el gasto federal en salud proyectado para 2026 de 966 mil millones de pesos es mayor a lo aprobado en 2025, pero inferior en cuatro por ciento al máximo ejercido de 2024. Con el riesgo de incumplimiento del presupuesto, ya que en 2023 y 2024 fue inferior a lo aprobado.
La aparente recuperación encubre, de hecho, una distribución profundamente inequitativa. El análisis por institución revela que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) acapara los incrementos. Mientras tanto, el resto de las dependencias enfrentan recortes.
Al analizar la evolución del gasto por institución, encontramos que sólo el IMSS tiene incrementos considerables, aunque el Ramo 19 y el FASSA aumentan ligeramente. En contraste, hay recortes en el resto de los ramos con presupuesto en salud: IMSS-Bienestar, SSA, ISSSTE, Semar o Defensa.
Del lado ganador, el IMSS contará con recursos para la salud por 556 mil millones de pesos, 11.8 por ciento (58.5 mmdp) más que en 2025. Alcanzará un nuevo presupuesto histórico y acumulará cuatro años con incrementos presupuestales. Esta condición es gracias a que los recursos del Instituto aumentan según el número de trabajadores formales afiliados y no por decisiones políticas.
Del lado perdedor, el ISSSTE destaca por un recorte de 3.6 por ciento (tres mil millones de pesos) versus 2025, para colocarse en un nivel de 82 mil millones de pesos, su nivel más bajo desde el año 2021. A pesar de ser una institución que atiende a personas aseguradas formalmente —empleados del Estado— su presupuesto no se calcula según su número de afiliados, sino más bien por decisiones políticas.
El IMSS-Bienestar contará con un presupuesto de 167 mil millones de pesos, 0.2 por ciento (276.7 mil millones de pesos) menos de lo aprobado en 2025. Aunque la reducción es limitada, era de esperarse que recibiera un incremento lo suficientemente grande para compensar el recorte de la SSA: no sucedió así.
Finalmente, para la Defensa se prevé un gasto en salud de 6.9 mil millones de pesos, 5.1 por ciento (373 mil millones de pesos) menos frente a 2025 y para la Semar de 3.5 mil millones de pesos, 2.9 por ciento (105 millones de pesos) menos. A pesar de atender también a trabajadores formales del Gobierno, en los últimos años ambas instituciones han sufrido recortes presupuestarios. Esto va en contra del fortalecimiento de los cuerpos encargados de la protección y la seguridad pública del país.
El Anexo 31 de Cuidados
En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2026, se asigna por primera vez una dotación a un sistema de cuidados, con un monto de 466.8 mil millones de pesos, equivalente al 1.2 por ciento del producto interno bruto (PIB). Se trata del Anexo 31: “Consolidación de una Sociedad de Cuidados”.
De acuerdo con el PPEF 2026, su propósito es impulsar “una sociedad de cuidados con perspectiva de género, interseccional, intercultural e intergeneracional, promoviendo el reconocimiento, redistribución y reducción de los trabajos domésticos, y de cuidados, con corresponsabilidad entre familias, el Estado, la comunidad y el sector privado.
El Anexo 31 se trata en realidad de una reclasificación de recursos existentes en los programas de transferencias, ahora dispuestos bajo un nuevo anexo transversal. En la práctica, agrupa recursos de programas previos que pertenecen a distintos sectores —salud, educación, desarrollo social e infraestructura— bajo la premisa de compartir un objetivo común: reconocer el cuidado como un derecho y una responsabilidad compartida.
A pesar de estar integrado con recursos provenientes de 20 ramos administrativos, el 97.6 por ciento del capital proviene de sólo tres: Secretaría de Educación Pública (SEP), Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el IMSS Bienestar.
En su diseño se establecen 48 programas presupuestarios, pero el 81.3 por ciento de los recursos se concentra en la Beca “Rita Cetina” (129.4 mil millones de pesos), los Servicios de Atención a la Salud (126.9 mil millones de pesos) y la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores (123.3 mil millones de pesos).
De hecho, de cada 100 pesos del anexo, 64 pesos provienen de transferencias universales, 29 pesos pertenecen a programas enfocados a la salud y sólo 5.1 pesos emanan de programas que a nuestro parecer sí cumplen con los criterios para ser considerados de cuidados: Servicios de Guardería del IMSS, Servicios de Estancias de Bienestar y Desarrollo Infantil del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, de la Secretaría del Bienestar.
Los programas que componen el nuevo Anexo 31 pueden contribuir a reducir vulnerabilidades y ampliar derechos sociales. De igual manera, su implementación puede tener efectos indirectos en la provisión de cuidados.
No obstante, incorporar esos programas a esta categoría asistencial genera el riesgo de diluir el sentido del cuidado como un derecho específico que requiere servicios e infraestructura dedicados —como estancias infantiles, apoyos para personas con discapacidad o servicios comunitarios—. Además, dificulta el seguimiento puntual de los recursos orientados estrictamente a esta función.
SEM/em/sj
