- En México impacta alrededor del 15 % de las parejas en edad reproductiva
- La iniciativa es de la senadora Geovanna Bañuelos
Redacción
SemMéxico, Ciudad de México, 13 de octubre, 2025.- Reformar la Ley General de Salud para incluir la atención integral de la infertilidaddentro de los servicios básicos de salud reproductiva, que en México impacta alrededor del 15 por ciento de las parejas en edad reproductiva enfrentan dificultades para concebir, propuso la senadora Geovanna Bañuelos, del Partido del Trabajo.
La iniciativa legislativa busca la adición de un párrafo al artículo 67, la reforma del 68 y la creación del artículo 70 Bis, para garantizar que toda persona en edad reproductiva tenga acceso universal, equitativo y gratuito a estudios, diagnóstico, tratamiento y acompañamiento especializado, incluyendo técnicas de reproducción asistida.
“No se trata solo de un cambio legal, sino de un acto de justicia social. La dignidad de las personas como política de salud pública”, señala la también vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.
En su intervención, Bañuelos apunta que reconocer la infertilidad como un problema de salud pública significa reconocer el derecho de miles de familias a soñar con una hija o hijo, a vivir su deseo sin culpa, y a recibir el respaldo de un Estado sensible y solidario.
También explica que la salud reproductiva “es mucho más que la capacidad de concebir; es un derecho humano esencial ligado a la dignidad, la igualdad y la libertad de decisión. Hablar de ella es hablar del derecho de cada persona a decidir sobre su cuerpo, su futuro y su proyecto de vida”.
De acuerdo con la senadora, la infertilidad es un asunto que no ha sido visto desde la legislación, “es una realidad silenciosa que afecta a millones de mexicanas y mexicanos”, durante décadas, México ha enfocado este derecho principalmente en la planificación familiar y el acceso a anticonceptivos.
De ahí que plantee que la salud reproductiva no se reduce a evitar embarazos, también implica garantizar que quienes desean tener hijos puedan hacerlo con apoyo, acompañamiento y atención médica adecuada.
En su exposición de motivos destacó que en el mundo la infertilidad afecta al 17.5 por ciento de la población mundial y en México las dificultades para concebir impacta al 15 por ciento de las parejas en edad reproductiva.
“Cada cifra encierra un universo de emociones. Mujeres y hombres que anhelan formar una familia y se encuentran con diagnósticos dolorosos, con tratamientos inalcanzables o con la indiferencia de un sistema de salud que no los ve y detrás muchas veces hay ansiedad, frustración y un profundo sentimiento de soledad”.
La senadora petista agregó que es importante señalar que la infertilidad es una condición médica que merece comprensión, apoyo y atención integral, sin embargo, el estigma social y los prejuicios siguen siendo una carga pesada.
“A las mujeres se les suele culpar o señalar; a los hombres se les obliga al silencio por miedo o vergüenza. Ambos viven un duelo que pocas veces se nombra, pero que duele igual”.
Geovanna Bañuelos añadió que al dolor emocional se suman las barreras económicas, ya que, en México, un tratamiento de fertilización in vitro, es decir, reproducción asistida, puede costar entre 70 mil y 150 mil pesos por intento, lo que excluye a la mayoría de las familias.
Informó que el IMSS apenas logra atender unos 12 mil casos al año, cifra que, frente a la demanda real, revela la magnitud de la deuda del Estado, por lo que destacó que la iniciativa busca transformar esa invisibilidad en acción y reconocimiento.
Proponemos reformar la Ley General de Salud para incluir la atención integral de la infertilidad dentro de los servicios básicos de salud reproductiva, adicionando un párrafo al artículo 67, la reforma del 68 y la creación del artículo 70 Bis, garantizaremos que toda persona en edad reproductiva tenga acceso universal, equitativo y gratuito a estudios, diagnóstico, tratamiento y acompañamiento especializado, incluyendo técnicas de reproducción asistida.
Reconocer la infertilidad como un problema de salud pública significa reconocer el derecho de miles de familias a soñar con una hija o hijo, a vivir su deseo sin culpa, y a recibir el respaldo de un Estado sensible y solidario, puntualizó la senadora del PT.
SEM/sj