- Las madres tenían entre 20 y 30 años, crecieron las defunciones a 72.2 por cada cien mil mujeres parturientas
Micaela Márquez
SemMéxico, Ciudad de México, 30 de agosto, 2023.- México registró en 2022 un repunte de muertes fetales con una cifra de 25 mil 41 contra las 23 mil de 2021, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En conjunto, la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendieron a 73.1 por ciento de las madres que presentaron defunciones fetales. Por su parte, las unidades médicas privadas atendieron 12.7 por ciento de estos casos.
La cifra de 2022 representa una tasa nacional de 72.2 defunciones fetales por cada 100 mil mujeres en estado de embarazo.
De los casos de muertes fetales 13 mil 270 eran del sexo masculino y 9 mil 270 de los casos del sexo femenino.
En promedio, las mujeres que sufrieron la pérdida de su bebé tenían entre 20 a 30 años de edad, el 68 por ciento no trabajaban, vivían en unión libre más de 13 mil y casadas más de 6 mil, el nivel de estudio es de secundaria hasta preparatoria, el 64.4 por ciento del total.
Las afectaciones al feto por factores maternos y por complicaciones tanto del embarazo como del trabajo de parto y del parto mismo fueron las principales causas de muerte fetal con 43.9 por ciento. Siguieron otros trastornos originados en el periodo perinatal, con 29 por ciento.
Durante el embarazo, 81.0 por ciento de mujeres recibió atención médica prenatal; 15.3 por ciento no la recibió y 3.7 por ciento no especificó.
De las mujeres que asistieron a consulta médica, 66.0 por ciento lo hizo entre una y cinco veces; 29.0 por ciento, entre seis y diez; 2.6 por ciento, entre 11 y 15; 0.6 por ciento, entre 16 y 20 y 0.1 por ciento recibió más de 20 consultas. El restante 1.7 por ciento no especificó la cantidad.
Respecto al procedimiento de expulsión o extracción, el parto vaginal fue el que registró más casos, con 17 995, el 71.9 por ciento. Siguió la cesárea, con 4 258 casos, 17.0 por ciento.
La muerte fetal es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la muerte previa a la expulsión o extracción completa del producto de la concepción, independientemente de la edad de la duración del embarazo.
Según la edad gestacional debe ser a partir 22 semanas de gestación o un peso al momento del nacimiento mayor de 500 gramos de acuerdo a la NOM 040 040-SSA2-2004.
La frecuencia de muerte fetal varía, siendo estimada en 1 por ciento de todos los embarazos, afecta alrededor de 3 millones de embarazadas por año en todo el mundo, de las cuales el 98 por ciento ocurren en países de bajo y mediano nivel socioeconómico.
Los casos de muerte fetal antes del trabajo de parto representan más de la mitad de los casos, Muchos casos no son registrados ni reflejados en las políticas sanitarias a nivel mundial.
En México las Estadísticas de Defunciones Fetales (EDF) se obtienen de los registros administrativos derivados de la expedición del permiso de inhumación que realizan las oficinas del Registro Civil distribuidas en todo el país. El Sector Salud, encargado de la emisión del certificado de muerte fetal, conserva un ejemplar de este, por lo que se cuenta con una fuente alterna para verificar el nivel de captación de este hecho.
El INEGI da a conocer la información para el análisis y evaluación de acciones dirigidas a la elaboración de programas de salud materno infantil.
Las muertes fetales intermedias (de 20 a 27 semanas de gestación), con 9 026 (36.0 %), representaron el mayor número de casos. Siguieron las tardías (de 28 o más semanas de gestación), con 8 875 (35.4 %) y las precoces (de 12 a 19 semanas de gestación), con 7 071 (28.3 %).
Los fetos de sexo masculino representaron la mayor frecuencia, con 13 270 casos (53.0 %). Los de sexo femenino tuvieron una frecuencia de 9 270 casos (37.0 %). En 2 501 casos (10.0 %) no se especificó el sexo.
En relación con la escolaridad de la madre, predominó el nivel de secundaria (completa e incompleta), con 34.7 % (8 693). Siguió preparatoria (completa e incompleta), con 29.7 % (7 450). En conjunto, representaron 64.4 % del total.
En 2022, de las mujeres con un embarazo que terminó con la muerte del producto, 68.0 % declaró que no trabajaba; 29.2 %, que sí lo hacía y 2.8 % no lo especificó.