Drina Ergueta
SemMéxico, La Paz, Bolivia, 24 de octubre 2024.- Los crímenes machistas suelen producirse en la intimidad del hogar. Es por eso que la violencia de género suele ser malamente llamada violencia doméstica, colocándola además en un “cómodo” espacio privado a donde el resto de la población no puede, y hay quien se cree que no debe, acceder ni ver ni oír esos gritos. La alarma es muy alta cuando se produce en un espacio público, a la vista y presencia de muchas personas presentes y éstas lo permiten, no intervienen.
En Bolivia, hace una semana en la población de Caranavi, una joven mujer estudiante de magisterio fue asesinada por su acosador quien le apuñaló estando ambos en un aula llena donde varias personas optaron por grabar la agresión en lugar de auxiliar. Hubo tiempo de intervenir, y de grabar, él le propinó 39 puñaladas, ¡39! Esa misma semana, en Cochabamba, otra mujer fue vejada y torturada durante horas, sí, horas, hasta quedar en coma al interior de la cárcel de El Abra a donde ella acudió engañada por el padre de sus hijos, sentenciado por un feminicidio. Al parecer, en este caso, también participaron otros reclusos sin que ningún guardia lo impidiera, ¡ninguno!
En El Abra corresponden muchas destituciones, es más ¿la denegación de auxilio no está penada? El artículo 155 del Código Penal boliviano señala que “El encargado funcionario de la fuerza pública que rehusare, omitiere o retardare, sin causa justificada, la prestación de un auxilio legalmente requerido por autoridad competente, será sancionado con reclusión de seis meses a dos años”. Es una cárcel y una autoridad competente les requirió para que hagan su trabajo ¿Cómo es posible que no haya un mínimo de seguridad para las visitas? Deben rodar cabezas, comenzando por quien dirige ese espacio carcelario.
Y también debieran rodar cabezas en la Normal de Caranavi, donde se cometió el feminicidio a la vista muchas personas ¿Corresponde pedir responsabilidades a esta institución pública? Sí, debía tener y ejecutar protocolos para atender y prevenir violencias machistas, como es el acoso. Una alumna tendría que haber podido ir a una oficina a denunciarlo y obtener ayuda, no es sólo un asunto policial. Por cierto, ¿cuántas universidades, institutos o escuelas ya tienen estos protocolos? ¿Quién controla eso?
Por otra parte, ¿es que no se debe sancionar a esos compañeros y compañeras de aula que no reaccionaron para auxiliar? Especialmente a quienes sí lo hicieron para grabar lo que ocurría y más aún a quienes lo difundieron por sus redes y así tener más visitas y likes. Estos últimos no estaban en shock por lo que estaba pasando. Tampoco es disculpa decir que lo grabaron para tener pruebas de lo ocurrido ¡Estaba ocurriendo y esas personas estaban grabando! ¿No hay, aquí, un grado de complicidad en el feminicidio? No se habla de adolescentes irresponsables, ya son personas mayores de edad con capacidad de decisión y acción.
Los medios de comunicación y sus cuentas en redes sociales que difundieron esos vídeos del asesinato saltándose por alto todas las normativas y recomendaciones para hacer un periodismo ético ¿tendrán al menos algún tipo de sanción? Más allá de una llamada de atención genérica de asociaciones periodísticas en la que no se sientan incluidos, ¿cómo resarcirán sus actos? No se deben difundir imágenes de violencia porque ésta se normaliza y a la víctima se la vuelve a violentar cada vez que se observan esos vídeos o fotografías, pero tampoco se debe dar voz al violento permitiéndole justificar sus actos. No hay justificación posible.
El Estado, a través de las diversas instituciones y entidades públicas, está representado por personas electas o designadas y que cobran un sueldo por ello ¿Es que no deben responder también por la culpa que les toca? Ministro, ¿cómo se autocastigará?
En lo que va del año ya se han registrado 70 feminicidios en Bolivia y el país sigue siendo el que tiene las cifras más altas de esta lacra del machismo en Latinoamérica. Como son cifras que se dicen y no tocan de cerca, toda la gente mira para otro lado. Y así vamos.
Señor, señora, joven, señorita… ¿Ha ido usted a la última manifestación contra la violencia machista?, ¿sigue creyendo que es un asunto de mujeres?, ¿todavía piensa que es un tema puntual de algunos hombres malvados y no un mal social que involucra a todas las personas? Díganos, ¿por qué se cree que mirando de lejos o para otro lado no es también, de alguna forma, cómplice de estos asesinatos?