- · Memoria y futuro, protagonistas de ayer y de hoy analizan la condición de las mujeres en la región
- · El avance no ha sido suficiente, se advierten riesgos, dice Michelle Bachelet
Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico, Ciudad de México, 15 de agosto, 2025.- Memoria y futuro: a 50 años de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada también en Tlatelolco en 1975, reunió a Carmen Moreno Toscano y a Michelle Bachelet, emblemáticas internacionalistas de la región para evaluar la memoria y el futuro de la lucha feminista.
En el evento previo a la clausura de la XVI Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe, al igual que Moreno Toscano y Bachelet, la exsecretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, hicieron hincapié en la violencia contra las mujeres.
Carmen Morreno Toscano, exsecretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de las Mujeres (CIM) y embajadora emertta y recién embajadora en Nicaragua, recordó su participación cuando joven en la Primera Conferencia Mundial de la Mujer y destacó que lo más importante de los últimos 50 años ha sido el esfuerzo y la lucha que las mujeres emprendieron para definir los conceptos, establecer las leyes e incorporar la igualdad a las constituciones.
Moreno Toscano apuntó que en el futuro se debe lograr la igualdad sustantiva y la igualdad de resultados “lo tenemos que hacer todas juntas” y lo primero es eliminar la violencia contra las mujeres, al que calificó como el mayor desafío.
“Si una mujer no puede estar segura en su casa, en la calle, en la escuela, en el trabajo, no hay seguridad nacional. No puede haber seguridad nacional”, una propuesta que no es sencilla, pero es necesaria y se tiene que lograr pronto, “no tenemos tanto tiempo”.
Advierte Bachelet sobre riesgos de retrocesos
En su turno, la dos veces presidenta de Chile y primera directora de ONU Mujeres y alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó “sospecho que por mi edad yo estoy más bien incluida en la memoria, pero también quiero seguir siendo parte del futuro”.
Destacó que la memoria es indispensable para construir el futuro, hay entre ambas una conexión innegable, “podemos proyectar un futuro que sea más luminoso, más justo, más igualitario, más inclusivo y equitativo para todas y todos”.
Bachelet contó que ha participado en varias conferencias de la mujer a lo largo de su vida, espacios que han permitido avanzar a las mujeres en la conquista de sus derechos, sin embargo, dijo este avance ha sido lento e insuficiente.
Advirtió que hay un gran riesgo en el mundo y en la región para esas conquistas “quieren que retrocedamos y no vamos a permitir ni un retroceso en los derechos de las mujeres”.
Para conocimiento de las más jóvenes recordó que en la Primera Conferencia Mundial de la Mujer en 1975 “se propuso crear lo que podríamos llamar la Carta Internacional de los Derechos de las Mujeres, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres” que en 1979 fue aceptada por unanimidad en la Asamblea General de la ONU y se convirtió en el segundo tratado internacional más ratificado en el mundo, con 189 de los 193 países miembros.
Con sarcasmo, apuntó que no diría quien no ratificó ese tratado “para no avergonzar a nadie” incluyendo a algunos países cercanos.
Sostuvo que ha sido clave para combatir las múltiples expresiones de la discriminación, incluyendo la violencia, la pobreza, la falta de protección legal, la negación de derechos de derechos.
Llamó a no rendirse nunca, por lo que pidió unidad en estas tareas, ante los intentos preocupantes del proceso en las agendas de derechos, como ejemplo citó que en muchas resoluciones internacionales la palabra género ya no existe, retroceso del que forma parte una disputa profunda por el sentido de la democracia, por lo que recordó que democracia sin mujeres no es democracia.
Esta situación refuerza la urgencia de sostener y profundizar el trabajo colectivo, decidido y valiente de las mujeres por la igualdad. Pidió a un auditorio de unas mil mujeres y hombres a pensar en las respuestas para enfrentar los fenómenos trasnacionales como la violencia, en específico dijo la digital y la política, que en este último caso buscan silenciar a las mujeres.
Bachelet indicó que es necesario pensar en las “desigualdades de género agravadas” por las persistentes brechas salariales, la exclusión financiera, los obstáculos para acceder al empleo formal o la falta de acceso al crédito. En la carga desproporcionada de los cuidados no remunerados, que históricamente, todos sabemos ha recaído sobre las mujeres y que ha sido el tema central de la Conferencia Regional para el funcionamiento de las sociedades, sin olvidar el concepto de la interseccionalidad para recordar que en la región no todas las mujeres están en la misma condición.
Finalmente, Michelle Bachelet consideró que la magnitud y complejidad de estos desafíos exige respuestas ambiciosas, “porque cerrar la brecha de género no es solo un imperativo ético, es una condición para el desarrollo sostenible, la democracia, la justicia social y la paz.
Al ritmo de hoy, la paridad política global tardará 168 años en alcanzarse
Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México y exsecretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), a través de un video, afirmó que, a 50 años, hoy México es otro y que sigue idéntica la voluntad rebelde de sus mujeres.
“Las mujeres somos cuidadoras por naturaleza”, cuando a toda la sociedad le corresponde esta responsabilidad, ha sido un trabajo invisible y el menos valorado, apuntó al tiempo de destacar que en México más de 10 millones de infancias son cuidados en el 86 por ciento por sus madres y el 7.6 por ciento son cuidados por sus abuelas, además agregó que en el mundo, de acuerdo con la ONU, las mujeres dedican 2.8 horas más al trabajo remunerado del cuidado y las tareas domésticas que los hombres.
“El derecho al cuidado, a cuidar, a hacer cuidado y al autocuidado requiere de una concepción holística integral de los cuidados. Como bien lo ha dicho Laura Pautassi, necesitamos con urgencia la voluntad política para fraccionar la transformación social en la que cada quien y cada cual asuma sus responsabilidades de cuidado”.
Citó algunas cifras: las mujeres ganan 23 por ciento menos que los hombres en el mercado laboral en promedio en el mundo; la mitad de las mujeres casadas no tienen poder de decisión sobre su salud y sus derechos sexuales y reproductivos; 35 por ciento de ellas, entre los 15 y 49 años, han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja o por una persona que no era su pareja. En los últimos 50 años, solo el 29 por ciento de las economías globales han sido lideradas por mujeres. En 2024, menos del 10 por ciento alcanzaron la paridad de género; en 2025, solo nueve por ciento de los países del mundo tienen una mujer como jefa de estado.
Si seguimos a este ritmo, la paridad política global tardará 168 años en alcanzarse. Incluso recordó que a 80 años de la ONU solo hombres han estado al frente de la organización, “ya va siendo hora de que también ahí haya paridad.
En relación con la violencia contra las mujeres Alicia Barcena sostuvo que las mujeres somos vulnerables a la violencia y a la discriminación, pero también al cambio climático que afecta a cuatro mujeres de cada cinco personas y el impacto afecta en mayor medida a las mujeres indígenas.
“Creo que cerrar las brechas de género no es solo un acto de justicia, es una condición indispensable para el desarrollo sostenible. La igualdad de género es un derecho humano fundamental. Avanzar en ella es crucial para crear una sociedad sana, igualitaria en todos los ámbitos”.
Al final de su intervención citó a Hermila Galindo, revolucionaria mexicana quien señaló “a quienes nos acusan de que queremos salirnos de nuestra esfera, les respondemos que nuestra esfera está en el mundo, porque el futuro será feminista o no será”.
Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres del gobierno federal mexicano destacó que en México hay avances importantes y que enfocarán sus acciones a favor de las mujeres que todavía no pueden acceder a sus derechos.
En la segunda parte de este programa se realizó un diálogo multiactor en el que participaron lideresas, liderazgos sociales y autoridades de la región, quienes “tejieron” un listón morado como símbolo del tejer colectivo, intergeneracional y multiactor.
La Primera Conferencia de la Mujer abrió un nuevo camino
Yamila González Ferrer, experta del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, recordó a Vilma Espín, como figura central en la integración de las mujeres en la región.
Decía que mientras Valentina Teleskova conquistaba el espacio, millones de mujeres, niñas y niños sobrevivían sin esperanza, “la realidad actual no es muy diferente”.
Mencionó a la embajadora mexicana Aida González, que trabajó siempre por los derechos de las mujeres y que jugó un papel clave en la organización de la Primera Conferencia Mundial de la Mujer, “como ya decía la señora Bachelet, la Conferencia Mundial de México abrió un nuevo camino, propuso un marco jurídico que se concretó pocos años después en la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer”.
Agregó que el Comité CEDAW ha enriquecido su alcance con recomendaciones generales y destacó tres recomendaciones generales: la 39 que reconoce los derechos de las mujeres y niñas indígenas desde un enfoque de autodeterminación, interseccionalidad e interculturalidad.
La recomendación general 40 que avanza hacia la paridad 50-50 en la vida pública y política, y la 41 en la que estamos trabajando, se centrará en los estereotipos de género como causa principal y más profunda de la discriminación hacia las mujeres y las niñas.
Garantía a la seguridad y la dignidad
Gloria Careaga afirmó que la participación feminista en las Conferencias internacionales de las Naciones Unidas ha marcado hitos importantes. Las políticas de género indudablemente dieron un giro al mundo. Dijo que ha habido cambios radicales que desafortunadamente todavía están en proceso para la garantía de su seguridad y dignidad, vivimos en medio de muchas contradicciones.
La coordinadora general de la Fundación Arcoíris y funcionaria de la OEA explicó que, aunque no quedaron el Plan de acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, la incorporación de los derechos sexuales y la orientación sexual se abrió la puerta para nuevas consideraciones. “La orientación sexual y la identidad de género cuentan hoy con un experto independiente y prácticamente, todos los relatores
especiales las toman en cuenta en sus reportes”, pero todavía las personas LGBT+ no dejemos de ser vistas como una amenaza o un problema o como quienes vivimos la vida de manera fácil.
Urgió a trabajar para desmantelar los prejuicios, temores y distorsiones que sobre estas dos dimensiones se han impuesto para avanzar en el fortalecimiento del tejido social que posibilite la protección de los derechos y garantice el pleno desarrollo para todas las personas libres de temor e inseguridades.
Enormes retos para las mujeres y pueblos indígenas
Sonia Gutiérrez, diputada y presidenta de la Comisión de la Mujer del Congreso de Guatemala, destacó el avance en materia de paridad en México, un ejemplo para la región, empero, dijo que la participación en la vida pública y política es un enorme reto para las mujeres y los pueblos indígenas.
En la ruta recorrida en los últimos 50 años aún es preciso seguir reclamando la juridicidad de los derechos de las mujeres de manera específica y con la garantía de obligatoriedad en el pleno reconocimiento y respeto.
“El machismo, el racismo, los genocidios marcan la deshumanización constante y constituyen la vergüenza global del ser humano, lo cual es inadmisible. Entre los desafíos que todavía tenemos a 50 años necesitamos cambiar”.
Hoy tenemos en Guatemala un reto importante, estamos impulsando una agenda legislativa para combatir estas nuevas modalidades de violencia, como la violencia sexual digital, como un sistema de cuidados y de guarderías y también en la ratificación del convenio 189, que lamentablemente Guatemala no lo ha ratificado, dijo la legisladora guatemalteca.
También participaron Gloria Ann Thomas, ministra de Desarrollo Social y Comunitario, Vivienda y Asuntos de Género, Granada; José Campi, director de Comunicaciones e Incidencia Política de Equimundo; Adriana Paz Ramírez, secretaria general de la Federación Internacional de Trabajadores del Hogar; Wendy Barrantes, fundadora y Subcoordinadora de la Red Latinoamericana de Vida Independiente; Virginia Vargas, cofundadora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Perú; y Ajernee Hodge, Lideresa escolar, Saint Kitts y Nevis.