Isabel Ortega Morales
SemMéxico. Guerrero. 13 de septiembre de 2021.- Mientras estamos entre la incertidumbre del Sismo, de los cortes de energía eléctrica, de las fallas en la conectividad. Mientras seguimos aplicando los protocolos para evitar contagios por COVID-19, y procuramos que las finanzas no sucumban. Mientras escuchamos los testimonios de las personas afectadas por el Sismo, las lluvias, y otros temas que no se han ido ni borrado, como la inseguridad o la violencia, incluso en temas aún no cerrados mientras el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no resuelva en consecuencia, hay alguien que aprovecha la “distracción” popular, el Presidente de México.
Este mes en que desde las instancias de Educación Pública intentan decir que el regreso a clases no pone en riesgo la salud y muestran cifras alegres del retorno, al menos dos grupos del sector educativo están pidiendo al gobierno federal, así como al Congreso Federal prevalezcan sus Instituciones Educativas: Las Normales Rurales y el Instituto Politécnico Nacional.
Sobre el primero el propio Presidente ha mostrado su interés en desaparecerlas a través de un discurso de descalificación al decir que están gobernadas por caciques, y pretende quitar el sistema de internado sustituyéndolos por becas, que cambiaría rotundamente el concepto de su creación.
Pero la semana anterior sucedió algo que elevó la alerta de las familias mexicanas, cuando el tema de la desaparición del concepto del Instituto Politécnico Nacional entró a escena y de manera muy curiosa vino no de él Presidente, sino del Congreso del estado de Hidalgo, que convenientemente ayuda al Mandatario a no tener sobre sí a este importante grupo educativo.
No escapa a la revisión de que el fondo es que emerja su proyecto educativo Universidad Bienestar Benito Juárez, UBBJ.
Esto parece aislado pero todo parece indicar que si esto pasa en Congresos manejados por su grupo político, las demás instituciones educativas no está a salvo, como la UNAM o las Universidades Autónomas que habría que revisar cómo están consideradas en el presupuesto que envió para su aprobación, que no revisión, para este 2022.
En el periodo de 1934 a 1940 de Lázaro Cárdenas se fortalecen las normales rurales que iniciaron en 1922 y se funda en 1936 el IPN, para fortalecer la educación popular.
Ambas son instituciones educativas con resultados y con prestigio. Relacionadas con la lucha social, con el reconocimiento al desarrollo de las zonas marginadas al dar oportunidad a quienes se dificultaría su formación educativa a tener acceso con condiciones de dignidad.
¿Por qué desaparecer estos proyectos para que prevalezca el del gobierno en turno? ¿Por qué no fortalecerlas y encaminar con bases las que pretende construir el Presidente de México? El prestigio se ha ganado a pulso, con dedicación, con trabajo, con aranceles que permitan una educación valorada y apreciada para las familias mexicanas ¿por qué no retribuir el trabajo del Instituto Politécnico Nacional con mejora salarial a la aportación que han realizado, en lugar de ponerla en el riesgo de desaparecer? ¿Quizá porque escuelas como las que instala, como en Tierra Colorada, Guerrero, de Medicina Integral y de Salud Comunitaria aún están lejos de alcanzar ese reconocimiento? Este año el ¡Viva México!, no es para el México de las clases afectadas. Es solo para el poder.