Isabel Ortega Morales
SemMéxico, Chilpancingo, Gro., 28 de abril, 2025.- El Papa Francisco otorga hasta el final, que un pacificador lo es aún en un ataúd. La conversación entre los presidentes Donald Trump y Volodímir Zelensky, de Estados Unidos y Ucrania, respectivamente, ahí, en El Vaticano, mostró que la diplomacia actúa con temple, con serenidad, con visión y más cuando el tema es la paz.
El momento previo de la foto que será icónica donde están sentados frente a frente en la mismísima sede del catolicismo mundial, nos indica que las relaciones diplomáticas de ambos líderes se unieron a la diplomacia del Vaticano y de otros personajes como el presidente de Francia, Emmanuel Macrón y el primer ministro británico Starmer.
Se retiró una silla, quizá la que ocuparía el presidente Frances, pero unos instantes antes, es retirada tras una conversación muy breve que indicaría que el encuentro era de dos para discutir, no la guerra, sino la paz.
Pero ahí, sin que requiriera silla, estaba sin duda el Papa Francisco actuando, sensibilizando con su acostumbrada sencillez para abordar temas sociales, pero con coraje para abordar asuntos de paz y conminar a Mandatarios a deponer las armas y anteponer la vida.
El mensaje es un claro indicativo de que existe un quiebre en los acuerdos entre Rusia -que no acudió al funeral por pesar sobre Putin una orden de arresto internacional- y Estados Unidos, que algo falló entre ambos que condujo a Trump a cambiar la estrategia usada en la oficina oval para tener una conducta más conciliatoria con el líder ucraniano que goza de gran simpatía internacional.
El funeral del Papa Francisco, que cambió las reglas de su sepelio, de su ataúd y de su descanso eterno, fue el escenario de una clase de diplomacia en las relaciones internacionales que sin duda serán asunto de análisis en aulas de estudio en las carreras de esta índole.
Porque campeo entre ellas la forma de conducir no solo las relaciones entre dos países, sino de varios países, a través de una comunicación directa, de encuentro breve, conciso, de planear acuerdos, de resolver conflictos a partir del entendimiento.
El funeral fue el marco de la despedida de un líder religioso que promulgó, hasta el final, que la humildad es un camino de paz, que la estabilidad mundial no depende del uso de las armas, sino el uso de las relaciones internacionales con el instrumento del diálogo.
A la clase política les enseña que no pueden erigirse en figuras únicas, que requieren el apoyo de otras naciones para avanzar, pero que también requiere de destreza y habilidad para conducirse siguiendo protocolos, pero también instituyendo nuevas rutas siempre que permitan el respeto y la conciliación.
Lástima que nuestro país dejara pasar un momento tan singular para no contar con la representación formal de la presidenta Claudia Sheinbaum. No me atrevo a pensar que en el fondo es porque el peso de las relaciones internacionales es tan fuerte que no estar a la altura de ellas minimiza la fuerza de la investidura.