Isabel Ortega Morales
En tu siempre presencia Papá, abrazo eterno
SemMéxico, Chilpancingo, Gro, 20 de junio de 2022.- Creo que los varones tienen que reconocer que nos han fallado en la construcción de una sociedad justa, y con ello no quiero decir que las mujeres no tengamos también esa falla, solo que ellos han tenido el poder totalitario de las decisiones, de las acciones, de la dirección de un hogar, de una familia, del poder social, económico y político, incluso en generar una cultura de matriarcado con ideas masculinas y hacernos creer que somos nosotras.
Un ejemplo de esa falla la representa el confinamiento por la Pandemia de covid-19 que reflejó que los hogares no fueron los más seguros para garantizar un espacio de respeto, sino que vulneraron las más íntimas esferas de la familia con violencia.
Si bien la familia ha cambiado las formas de su integración, no debiera variar en lo sustantivo que es el respeto, los valores, la armonía, y ser los lugares garantes del derecho, de la protección, de la felicidad.
Quizá se deba a la denuncia, a que las mujeres elevaron su voz, que hoy conocemos que el divorcio se constituyó en una de las formas de terminar con una unión, sino que dentro del núcleo familiar se ha tenido que enfrentar el rostro de la des-humanización con el abandono en condiciones de crisis de salud o de economía donde ha sido la mujer la que ha tenido que mostrar fortaleza para que el resultado de la relación de pareja, los hijos, no caigan, aunque siempre habrá excepciones de varones comprometidos y mujeres que abandonan.
Cuál es el concepto de familia que deba representar esta nueva era? Hay uno que no debe faltar: el respeto y los valores. Sin estos, no se puede construir ninguna estructura, porque aún cuando faltara el amor, se preservará la unión para que la construcción social que son nuestros hijos no se conviertan en tejido destruido en sí mismo y en la sociedad.
Pero si la familia representa un concepto de poder que se traslada a la sociedad y va deteriorado, no podremos decir que estamos aportando desde nuestro núcleo de responsabilidad a la construcción de la paz.
En el día del Padre hasta de broma se habla de un alejamiento significativo de las celebraciones como no lo es en el caso de las Madres. Quizá como una expresión de esa ausencia como rasgo distintivo de que hay una falla que se siempre se podrá corregir.
Hay pues también un reto para los varones: revisar qué de la sociedad está fallando con su ausencia y cómo se puede corregir en aras de que en esa construcción se pueda encauzar no la crítica a las formas de unión, sino a los resultados de uniones que van carentes de valores y de compromiso.