Isabel Ortega Morales
SemMéxico, Tlapa, Gro. 1º. de septiembre, 2025.-Como haya sido, Claudia Sheinbaum Pardo, llega al primer año de su ejercicio constitucional que la coloca en el plano de estar el hito histórico de ser la primera mujer Presidenta de México y aunque será hasta el 1 de octubre de este año en que celebre su arribo a ese cargo, este día, que por cierto no es feriado, se ha considerado como el Día en que quien ocupa el Poder Ejecutivo Federal rinde su primer Informe de gobierno, coincidiendo con el inicio del Primer Periodo Ordinario de Sesiones de las Cámaras Alta y Baja.
Aun cuando ya dejó de ser el Día del Presidente, no solo porque ahora ese cargo lo ocupa una mujer, sino porque dejó de ser el día de honores amplios a esa figura, se suma otro hecho que, también como haya sido, cambia la historia de nuestro país, es el día del cambio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el que rendirán protesta 881 las y los nuevos integrantes del Poder Judicial elegidos por primera vez por voto popular.
Este día para nuestro país es una jornada política de alguna manera inusual e inédita con diversos actos protocolarios que ocuparán cada cual su propio espacio noticioso y serán posteriormente revisados para pasar a los anales de la historia para ser juzgados.
Sin embargo, aún no se ha tenido una idea clara de cómo gobierna una mujer al permear la percepción de que atrás de ella la figura del caudillo Obrador ni siquiera es sombra, sino una presencia permanente que se respira en todas las esferas del poder y de la administración pública.
Tampoco se ha tenido una definición clara de la presencia de una mujer en la Presidencia de la República a favor de las mujeres. Temas que son sensibles y necesarios de ser ocupados en el rango de la administración pública como importantes no lo han sido. Entre estos, la atención al tema de la desaparición de mujeres, la atención a la violencia contra las mujeres, la atención integral a factores que han potencializado esa violencia y su erradicación que, es evidente que no se erradica con un color naranja si a veces quienes la visten así ni siquiera son empáticas con las mujeres mismas.
No se ha tenido una agenda de género comprometida, frente al avance de los derechos de las mujeres están expuestos a la vista la falta de resultados que permitan considerar que en este primer año se han sentado bases para una transformación real de la mujer mexicana como tampoco se mira una aplicación de estrategias para evitar la discriminación.
Y existe otro punto que ha detonado en manos de la primera mujer presidenta de México, las instituciones electorales caminan en sentido contrario a la democracia y no se observan instituciones fuertes ni una población pujante, sino una población dependiente de dádivas con las que intentan subsanar la falta de una política que visibilice la idea de que gobierna una mujer con características distintas.
Claudia Sheinbaum está en el libro de la historia. Ella y 12 mujeres más Jefas del Poder Ejecutivo, Mandatarias de América Latina.
Habrá que esperar a que desglose su Primer Informe y conozcamos su balance para saber desde su óptica que se ha hecho a favor de las mujeres.