· Por primera vez desde la dictadura los chilenos decidirán entre José Antonio y Jeannette Jara
· Kast, que ha prometido deportar a casi 340 mil migrantes sin papeles; Jara, que aseguró aumentar el sueldo mínimo
Redacción
SemMéxico/El Sol de México, Ciudad de México, 15 de diciembre, 2025
Los chilenos votan este domingo en un país polarizado entre el candidato más a la derecha desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet hace 35 años y una comunista moderada que representa a la izquierda.
Los sondeos señalan como favorito a José Antonio Kast, un abogado de 59 años, devoto católico y padre de nueve hijos, que promete deportar a casi 340 mil migrantes sin papeles, la mayoría venezolanos, y atacar de frente la criminalidad.
Su rival es Jeannette Jara, una abogada de 51 años de origen humilde, exministra de Trabajo oficialista que redujo la jornada laboral a 40 horas. Promete subir el sueldo mínimo y defender las pensiones.
Tras votar en la comuna de Paine, a 40 km de Santiago, Kast fue ovacionado por una multitud a los gritos de “¡presidente!”.
Prometió un gobierno de unidad si gana el balotaje. “Quien gane (…) va a tener que ser presidenta o presidente de todos los chilenos”, dijo a periodistas luego de sufragar.
Jara votó en Conchalí, el barrio humilde de Santiago donde creció, y pidió un Chile sin odio ni miedo. Prometió “combatir de frente el narcotráfico, la corrupción”.
“Voy a votar por Kast porque me da más confianza. El comunismo en ninguna parte del mundo ha sido positivo”, dijo a la AFP José González, un transportista de 74 años, en una fila de votación en el centro de Santiago.
Kast ha repetido durante la campaña que Chile “se cae a pedazos”. Este es su tercer intento de llegar a la presidencia, ahora como candidato del Partido Republicano que fundó hace cinco años, porque la derecha tradicional le parecía muy blanda.
En sus actos públicos, detrás de un vidrio blindado en uno de los países más seguros de la región, este exdiputado presenta a Chile casi como un Estado fallido dominado por el narco, que se aleja del “milagro económico” que lo tornó una de las naciones más exitosas de Latinoamérica.
“Lo importante, más que los beneficios sociales, es el trabajo, la seguridad. Que la gente pueda salir de su casa sin tener miedo y regresar en la noche y no pensar
que en las esquinas le va a pasar algo”, declaró a la AFP Úrsula Villalobos, una ama de casa de 44 años que votará a Kast.
Un Pinochet sin uniforme
Un 63 por ciento de los chilenos afirman que el crimen y la violencia son su mayor preocupación, seguidos por el bajo crecimiento económico, según un sondeo Ipsos de octubre.
Expertos señalan sin embargo que la percepción del miedo en Chile es mucho mayor de lo que indican las cifras reales de criminalidad.
Los homicidios se duplicaron en la última década, aunque están en baja hace dos años. No obstante, hay un alza de crímenes violentos como el secuestro y la extorsión, de la mano de la llegada al país de bandas venezolanas, colombianas y peruanas, como el Tren de Aragua.
El gobierno izquierdista de Gabriel Boric, un exlíder estudiantil que llegó al poder tras las masivas protestas de 2019 fracasó en reformar la Constitución de Pinochet y eso “le quitó todo el piso político”, estimó Robert Funk, profesor de ciencia política de la Universidad de Chile.
En la primera ronda electoral, hace un mes, tanto Jara como Kast obtuvieron un cuarto de los votos, con una ligera ventaja para la izquierdista. Pero los votos de derecha sumaron un 70 por ciento, y analistas creen que propulsarán a Kast al palacio presidencial de La Moneda.
Desde 2010 la derecha y la izquierda se alternan en el poder en Chile en cada elección presidencial.
Si Kast gana “no hay que pensar que tiene un mandato súper fuerte para hacer lo que quiere”, porque mucha gente lo vota por temor a Jara, estimó Funk.
SEM-El Sol de México/AFP




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