Sandy G. Torrez Chávez
SemMéxico, Guadalajara, Jalisco, 1º. de abril, 2022.- Desde el inicio de la pandemia, hemos sentido aun con mayor fuerza la nulidad y falta de compromiso del gobierno mexicano con sus connacionales. Jalisco es uno de los estados con mayor migración hacia los Estados Unidos, esto no solo incluye hombres, sino mujeres, madres de familia, niños y niñas que, al igual que la mayoría de las personas migrantes, se fueron “al otro lado” en busca de un mejor futuro.
Con el impacto sin precedentes en nuestra era actual de una pandemia mundial, los gobiernos implementaron acciones para sobrellevar los cambios y retos que esta situación atrajo; sin embargo, en lo que respecta a la Secretaría de Relaciones Exteriores, México has hecho un pésimo trabajo.
En los últimos meses he tenido la oportunidad de estar en contacto directo con personas jalisciences en el exterior, específicamente en el Sur de California. La mayoría han sido mujeres migrantes mayores de 45 años, que dejaron sus pueblos hace más de 10 o 15 años (en general originarias de Los Altos y el Sur de Jalisco). Mujeres que al igual que en México, siguen sufriendo violencia en este país, y no solo por particulares, sino por órganos de gobierno, incluyendo los consulados mexicanos.
Ser migrante no es sencillo, pero ser migrante, mujer, pobre, indocumentada, con hijxs indocumentadxs, siendo mexicana, no es la mejor de las combinaciones. A lo largo de la pandemia, por protocolos de seguridad, los consulados y embajadas mexicanas cerraron temporalmente muchos de los servicios ofrecidos, impactando fuertemente la vida de las personas migrantes hasta al punto de dejarles completamente sin documentos mexicanos, lo cual perjudica los procesos migratorios o incluso el acceso a ciertos derechos, que ya de por si son limitados.
La comunidad mexicana no es la mayormente educada, ni la que tiene salarios más altos en el Sur de California; al contrario, es una comunidad que ha sido abusada y violentada generacionalmente, y el deber de la SRE es proveer la mejor y más pronta ayuda a sus connacionales, quienes ya de por si se encuentran en una situación vulnerable por el simple hecho de ser migrantes. Sin embargo, lo único que el Servicio Exterior ha hecho durante los últimos 2 años ha sido abandonar a los y las migrantes mexicanas, negándoles servicios indispensables como lo es la obtención de documentos de identificación. Han creado un sistema que es inaccesible para que las personas obtengan asesorías, defensa, documentos o incluso puedan asistir a consulados móviles, los cuales fueron creados para facilitar el acceso a servicios, específicamente para las comunidades de migrantes de edades avanzadas que no tienen conocimientos ni recursos tecnológicos, (así es, también son pobres y sin acceso a educación en EEUU), y sin embargo parece ser que se les ha olvidado lo que es su verdadera misión.
Los procesos migratorios de EEUU son largos, burocráticos, cansados y costosos. Cuando además de esto, agregamos el abandono y maltrato por autoridades mexicanas, cuando tratas de obtener un documento que confirme tu existencia, negándote el acceso al servicio, haciéndote que hagas 10 visitas innecesarias, cobrándote más cuando tienes una emergencia, no contestando llamadas en toda la semana, (a excepción de dos días, los cuales nunca son definidos previamente, entonces tienes que marcar día y noche hasta que alguien pueda contestarte y guiarte) esto se convierte en un verdadero acto violento y de abandono contra migrantes.
Es comprobado que la migración femenina en muchas ocasiones migra por violencia de género, tratando de evitar que sus agresores las persigan hasta matarlas, por lo que toman la decisión de huir. No es posible que, aun y después de huir de un país donde tu gobierno no solo no pudo protegerte, sino que su ineficiencia te obligo a renunciar a todo, aun estando fuera del país el gobierno mexicano sea incapaz de brindar servicios tan simples, no es posible que exista tanta incompetencia e ineficiencia por parte de autoridades federales, que no solo nos fuerce a migrar sin documentos del país de acogida, sino que nuestro propio país nos deje completamente indocumentadas, sumando más factores de vulneración y violencia para las migrantes, no es posible que hablemos de formar y mantener buenas relaciones publicas internacionales, cuando el país no es ni siquiera capaz de dar el mínimo apoyo a sus migrantes, como lo es un documento de identidad que puede salvar no solo a una persona, sino a una familia entera de ser deportada.
Co-coordinadora Estatal, CLADEM Jalisco
Clademjalsc@gmail.com
