Testigo incomparable de la marcha del país y uno de sus principales protagonistas: Javier García Diego
Cuando fue el primer jefe de gobierno en la capital, se comprometió con la igualdad entre hombres y mujeres
Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de México, 3 de mayo. 2024.- El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano recordó que todavía están impunes los crímenes de los luchadores y luchadoras por la democracia a partir de 1988: 36 años han pasado, y ahora ahí en esa lucha, hay cambios, pero no los esenciales, y la desigualdad conspira en la vida de todos y todas.
Esto lo dijo al recibir el reconocimiento de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, como un señero personaje en la construcción de la democracia en México, la misma que hoy, aunque no lo dijo, llevará a la primera mujer a la presidencia de la República. Cárdenas Solórzano, cuando fue jefe de gobierno, encabezó la política de género en el país; recogió de su experiencia urgencias cómo las de la infancia e instaló los primeros mecanismos contra la violencia que viven las mujeres.
La construcción democrática, explicó al hablar, no ha sido sencilla, pero sí de importantes avances. México, ahora, es distinto y tiene muchas cosas nuevas y mejores, pero también hemos encontrado muchos obstáculos, intereses, fuerzas que no están de acuerdo con lo que uno ha venido haciendo. Todo dicho con su tradicional mesura.
Son esos obstáculos los que obligan a mantener el esfuerzo e insistir, y hay que entender que los logros de las luchas de los pueblos no se dan de manera lineal requieren tiempo.
En el anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Idelfonso, el historiador y escritor Javier Garciadiego, consideró que “no hay ningún otro mexicano, y subrayó ninguno, que haya sido testigo incomparable de la marcha del país y uno de sus principales protagonistas”, cómo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Sus tres mayores aportaciones a la historia nacional son: la creación de la corriente democrática y su participación en las elecciones de 1988; la creación del PRD, primer partido de izquierda con amplio apoyo a nivel nacional; y su triunfo como primer jefe de gobierno de la Ciudad de México, afirmó.
Recordó que, aunque parezca increíble, hasta 1997 los habitantes de la capital del país no podíamos elegir a nuestras autoridades directas; no podía hablarse de que tuviéramos una democracia completa”.
Advirtió el historiador que todavía no tenemos una democracia cabal, plena y madura, pero el ensanchamiento que el ingeniero le dio lo convierte en uno de los padres auténticos de nuestra incipiente democracia.
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Leonardo Lomelí Vanegas, enfatizó que rememorar y valorar una vida dedicada a consolidar un México más inclusivo y próspero es un ejercicio de memoria colectiva. Que sus contribuciones trascienden lo político.
Destacó su inagotable quehacer por los derechos cívicos y la defensa de nuestra soberanía son algunos de los muchos ejemplos de cómo su trabajo ha influido en las esferas académicas, económica, cultural y social en nuestro país. Como egresado de la UNAM conoce el insustituible papel que tiene la educación pública y la autonomía en el desarrollo y bienestar integral de una sociedad.
Su ejemplo nos recuerda la necesidad de continuar impulsando un sistema público en el que la voz de todas y todos se escuche, y en donde la educación y la información sean accesibles con el fin de fomentar el ejercicio de una ciudadanía activa y bien informada, expresó el rector.
Por otra parte el reconocido economista y pensador Rolando Cordera Campos, el l primer orador en este homenaje, destacó que la participación política de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano no conoce descanso. Afirmó que su compromiso es por un México. Él fue capaz de cursar nuevos caminos hacia una sociedad cada vez más democrática y justa, hacia una nación incluyente, plural y solidaria. Es además, un observador privilegiado y activo protagonista.
Refirió cómo surgió el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo (GNCD) de la UNAM que encontró espacio bajo la rectoría de José Narro Robles. Se organizó un equipo de trabajo ‘ad honorem’, ajeno a afiliaciones partidistas, que conjuntó la experiencia y capacidad en diferentes ámbitos y que nos ha permitido profundizar en varios campos como economía, política internacional, política macroeconómica, política social, salud, educación, desarrollo territorial y desarrollo rural sustentable.
También entregó a Cárdenas Solórzano las primeras copias del libro “Ante la Situación Nacional: Reflexiones y propuestas 2024 -2030”, coordinado por el homenajeado y Rolando Cordera Campos que corresponde a la integración de los textos base para la formulación de las propuestas para los próximos años.
Los documentos que se presentan, dijo, son un referente del trabajo sistemático del GNCD, que realiza un ejercicio de análisis y elaboración de recomendaciones para el diseño de una estrategia nacional de desarrollo sostenible, equitativo e igualitario, ambiental y territorialmente sustentable.
Mario Luis Fuentes Alcalá ha escrito en su proyecto y publicación México Social celebrando 90 años de vida, que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es el líder político y moral de una corriente de izquierda fundamental para México. En ese sentido debe subrayarse que el Ingeniero ha sido una de las voces más autorizadas señalando la urgencia de construir una más sólida ciudadanía, la refundación de los partidos políticos y una mayor y profunda democracia para México.
Desde que creo el Frente Democrático Nacional, junto con Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, Heberto Castillo Martínez, Ifigenia Martínez y Hernández, como de otros grandes personajes de la política nacional, experiencia que se propuso un cambio radical de régimen, con posibilidades reales de triunfo en la disputa por la presidencia de la República.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es emblemático de los mejores momentos y de las mayores propuestas de transformación pacífica de México. Su actitud ante el fraude electoral, su responsabilidad como jefe de gobierno de oposición; su mesura ante la derrota electoral del año 2000, son ejemplo de lo que México requiere hoy más que nunca, pues la violencia criminal, la violencia política y la violencia social amenazan con desbordar y quizá fracturar al sistema institucional.
También ha continuado construyendo espacios de diálogo que han resultado fundamentales para pensar el país, nuestro presente y los retos que enfrenta la democracia mexicana; un ejemplo de ello es su participación como fundador el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo de la UNAM.
La preocupación permanente del ingeniero es esa: un país donde no se dé nunca más una regresión autoritaria y donde la generosidad de la nación se exprese de manera cotidiana en la erradicación de la pobreza; de la marginación; de la defensa de nuestros recursos; en la reducción sustantiva de las desigualdades y en la construcción de lazos permanentes de solidaridad, cooperación y ayuda mutua entre toda la población.
Pero eso no es lo que México merece. Antes bien, es urgente una auténtica transformación que, más allá de los excesos retóricos que se han posicionado como dominantes en los últimos años, nos permitan construir un nuevo curso de desarrollo.