- Construir maneras diferentes de sentir para alcanzar una sociedad más justa, equitativa
- Apostamos porque la creatividad sea el centro, el feminismo tiene que hacerse con arte
Lirians Gordillo Piña
SemMéxico/SEMlac, La Habana, 3 de febrero, 2025.- ¿Por qué hablar de liderazgo feminista? ¿Cómo entenderlo y vivirlo desde lo individual y colectivo? Diferentes voces e iniciativas en Cuba ofrecen algunas respuestas a estas interrogantes.
A la joven universitaria Laura Sofía Ferreiro Jiménez le interesa el feminismo y sus propuestas por la necesidad de «construir maneras diferentes de sentir para alcanzar una sociedad más justa, equitativa, donde las diversas identidades puedan existir de una manera más armoniosa, sin patrones patriarcales y opresores».
Ferreiro Jiménez fue una de las participantes en el taller sobre liderazgo feminista organizado el 28 de enero por la Red Feminista Berta Cáceres y el Instituto de Filosofía, del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma), con apoyo de la organización española Grup Suport Con Vos.
Aunque el equipo de coordinación recibió un total de 80 solicitudes para asistir al taller, por limitaciones en las capacidades solo pudieron aceptar a 60 personas que ocuparon todo el salón de la sede del Instituto de Filosofía, en el Vedado capitalino.
La participación en este y otros espacios confirma un incremento del interés hacia las propuestas feministas. Estudiantes universitarias, profesionales, emprendedoras, líderes comunitarias y activistas asistieron al encuentro, concebido desde los fundamentos de la educación popular.
Las integrantes de la Red Feminista Berta Cáceres resaltaron en la convocatoria que la iniciativa busca contribuir al «fortalecimiento de liderazgos feministas que impulsen cambios sociales desde las políticas públicas, la construcción de redes solidarias y la incidencia en espacios de transformación colectiva».
El taller propició la construcción colectiva para identificar prácticas y características de estos liderazgos. Comunicar aquello que no nos gusta, dar y recibir en las relaciones, además de conectar con la intuición fueron algunas de las particularidades que emergieron en los ejercicios.
Las educadoras populares Ana Ara, de España, y Bea Huber, de Suiza, tuvieron a su cargo la facilitación del encuentro.
«Nosotras apostamos porque la creatividad sea el centro, el feminismo tiene que hacerse con arte, con una diversidad de expresiones, como un buen cocido, a fuego lento», dijo Ana Ara a SEMlac.
Para la activista estas metodologías abandonan la racionalidad patriarcal y «pasan por el corazón, lo que provoca otra forma de estar en el mundo».
Poner al feminismo en la política, la vida social y sobre todo en la vida cotidiana es otro interés común.
«Es vital para construir mejores espacios de socialización, de aprendizaje y saberes; espacios para sentir y acuerpar el alma de mujeres, hombres y de las personas de la diversidad sexual«, dijo Ferreiro Jiménez a SEMlac.
«A veces no hay que nombrar al feminismo, sino practicarlo», agregó Marilín Peña Pérez, socióloga e integrante de la Coordinación Colegiada del Centro Martín Luther King (CMLK),
Para Peña Pérez, las esencias feministas pueden encarnarse en cualquier contexto, siempre desde la crítica a la opresión. Es en los entornos más íntimos y cotidianos donde esa transformación y liderazgo deben tomar cuerpo, opinó.
Con ella coincide la periodista Lissy Villar, quien considera urgente hablar de feminismo en el contexto cubano actual. La joven denuncia que la crisis económica y social que enfrenta la isla afecta mucho más a las cubanas, por ser ellas las encargadas, en su mayoría, de la gestión de una vida cotidiana con escasez de medicamentos, alimentos y recursos básicos.
«Tenemos que pensarnos desde un liderazgo feminista otra manera de gestionar la vida y la política», reflexionó Villar.
Palabras como empatía, audacia, estrategia, ternura, acompañamiento, diversidad, afecto, fuerza y movimiento se asociaron al liderazgo feminista, una práctica que no debe convertirse en etiqueta, sino en ética y política.
Abierto a toda persona interesada, si bien el encuentro contó con una asistencia mayoritaria de mujeres -muchas de ellas jóvenes- también participaron hombres.
Desde el activismo trans masculino Verde Gil, coordinador del grupo Trans Masculinos de Cuba, reconoce en estos eventos la oportunidad de compartir metodologías para el trabajo grupal y estrategias para romper con esquemas machistas que influyen en las identidades trans masculinas.
El activista considera que los liderazgos feministas deben establecerse desde la conciencia del lugar que ocupamos los seres humanos en el mundo, sin «falsear vivencias y realidades que no son las que se experimenta, asumiendo una voz genuina, consciente de los privilegios que se tienen y las opresiones que se sufren», afirmó.
«Me parece muy importante que el taller haya resaltado que el liderazgo feminista, a diferencia del liderazgo machista, es un liderazgo colectivo y horizontal, un liderazgo que debe ser compartido», concluyó Verde Gil.
SEM-SEMlac/lgp