Jorge Herrera Valenzuela
EL USO DEL CUBREBOCAS, NO ES OPCIONAL, ES PREVENTIVO
SemMéxico, Cd. de México, 12 de diciembre, 2021.-Por ser la sede de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, desde hace casi dos siglos, la Zona Lacustre de Tenochtitlán, perdura como el territorio geográfico más importante de la República Mexicana que ha visto desfilar a sus gobernadores, prefectos y jefes, en etapas superadas a partir 1928 y estabilizada social, política y económicamente, en forma paralela a los gobiernos sexenales. Finalizaba el Siglo XX cuando por elección popular surgió un Jefe de Gobierno.
Pepe Guízar, un compositor guadalajareño, evocó en una de sus canciones aquel “México en una laguna”, laguna asiento de los mexicas, los aztecas, donde el gobierno lo tuvieron 11 reyes, a los que también llamamos emperadores y, ¿qué creen?, al paso de los años, el Distrito Federal tuvo entre sus gobernadores, prefectos y jefes, a 11 mexicanos que también llegaron a ser Presidentes de la República.
En parte de la vida sexenal, el Jefe del Departamento del Distrito Federal era miembro del gabinete presidencial y también el Procurador General de Justicia del D.F., cuyas funciones abarcaron jurisdicción, hasta 1974, en los Territorios Federales (Quintana Roo y Baja California Sur). Durante seis años de la dictadura de López de Santa Anna, 1837-1843, el gobierno centralista nominó, como máxima autoridad, en la Capital de la República, a 21 Prefectos y uno de ellos, Luis Gonzaga Vieyra, lo fue hasta en siete ocasiones en ese lapso. Obvio, desapareció el cargo de gobernador.
POLIFACÉTICO ORIZABEÑO
Entre los personajes que desfilaron por la gubernatura del Distrito Federal, hay uno que acumuló nombramientos. Comenzó como secretario particular del presidente Guadalupe Victoria y después Vicente Guerrero, como presidente, lo envió como embajador a Washington. Entre 1825 y 1847 en cuatro ocasiones es gobernador del Distrito Federal, por eso su nombre en una de las calles de la Colonia San Miguel Chapultepec, al Surponiente de la Ciudad de México, a corta distancia del Bosque de Chapultepec.
Su nombre, José María Tornel y Mendivil, originario de Orizaba, Veracruz. En sus 64 años de vida fue militar, político, diplomático y escritor sobre temas históricos, además de extraodinario orador y apuesto caballero, según sus biógrafos. Antonio López de Santa Anna lo nombró 11 veces Ministro de Guerra y Marina, cargo que también tres presidentes, de esa época, le dieron la misma misión. Diputado al Congreso Constituyente de 1823. Escribió dos libros sobre las relaciones entre México y Estados Unidos, así como una obra de teatro titulada “La Muerte de Cicerón”.
11 FUERON PRESIDENTES
El actual Presidente de México es uno de los once políticos que después de gobernar en el Distrito Federal, ocho de ellos llegaron a esa posición en el Siglo XIX. El primero fue por un lapso de 15 meses, Melchor Múzquiz, a raíz de la caída del efímero imperio de Agustín de Iturbide e inicio de la vida republicana. El coahuilense ocho años después, en 1832, fue Presidente de la República.
Este general de división y primer gobernante de la Capital Mexicana, dada su rectitud, honestidad y dignidad manifiesta, como lo presenta la historia, fue uno de los contados mandatarios que terminaron sus días en la pobreza. En cierto momento López de Santa Anna lo encontró en la calle y públicamente lo amonestó por vestir el uniforme militar sucio y rasgado. Múzquiz le respondió: “No tengo dinero para mandarlo lavar”. Inclusive como presidente, llegó a no recibir su paga por falta de recursos en el erario nacional.
La lista cronológica de quienes después de ser gobernadores capitalinos, asumieron la Presidencia de la República, es la siguiente, todos divisionarios: Manuel Gómez Pedraza, Valentín Canalizo, José Joaquín de Herrera (cuatro veces), Mariano Paredes y Arrillaga, Manuel María Lombardini, Rómulo Díaz de la Vega y Martín Carrera.
¡Sorpréndase estimado lector! Un par de famosos militares, el oaxaqueño Porfirio Díaz Mori y el sonorense Álvaro Obregón Salido, también encabezaron el mando en la sede de los Tres Poderes. Don Porfirio del 15 de julio al 14 de agosto de 1867. “El Manco de Celaya” dos días, 15 y 16 de agosto de 1914. No encontré mayores referencias.
CUATRO ASPIRARON, SIN ÉXITO
En el siglo anterior, desde la primera sucesión sexenal hubo cuatro titulares del DDF que fueron mencionados como posibles candidatos a despachar en Palacio Nacional. Ninguno recibió la postulación y hubo detalles anecdóticos. Un quinto estaba impedido constitucionalmente, Carlos Hank González
Francisco Estrada Correa en una de sus obras, revela que el hidalguense y jefe del Departamento del D.F., Javier Rojo Gómez, gozaba de popularidad y del respaldo de su jefe, Manuel Ávila Camacho. Un grupo de sus seguidores lo encabezaban los diputados Carlos A. Madrazo Becerra, Sacramento Joffre Velázquez y Pedro Téllez Vargas, quienes fueron encarcelados en Lecumberri por supuesto fraude con tarjetas migratorias para “braseros”. En corto tiempo, declarados inocentes, abandonaron la prisión. El candidato presidencial fue Miguel Alemán Valdés.
Don Javier publicó una carta en la que manifestó su declinación por la candidatura e invitó a sus simpatizantes para mantener la unidad nacional.
Pocos daban por triunfador al secretario de Gobernación, don Adolfo Ruiz Cortines. “La cargada” estaba con el Regente Fernando Casas Alemán, pero falló porque, entre otras cosas, no solucionó el caos provocado por las inundaciones de las céntricas calles del Primer Cuadro –hoy Centro Histórico–, entre otras 16 de Septiembre. También influyó en contra del veracruzano la acción estudiantil universitaria que se opuso a que, rumbo a la Ciudad Universitaria, la avenida llevará el nombre de Fernando Casas Alemán y se impuso el de Avenida Universidad. El cambio de placas fue inmediato para atender la demanda.
La mañana del 4 de septiembre de 1951 el presidente alemán inauguró la Fuente de Tláloc, en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec. Casas Alemán era el centro de atención de “todo mundo” y Ruiz Cortines, sombrero sostenido en la mano derecha y pegado a su pecho, ni el saludo recibía. El 14 de octubre de 1951 “El Viejito” (62 años de edad) rindió protesta como candidato del PRI. No faltó quien asegurara, “No va a aguantar los seis años” y resulta que fallaron, pues “El Viejito” de 68 años, terminó rejuvenecido.
EL REGENTE DE HIERRO
Le preguntaron a don Adolfo “El Viejito” que si el licenciado Ernesto P. Uruchurtu podría ser quien heredara la silla presidencial y contestó: “Uruchurtu…mmmm, sí sería un buen Presidente…en sus primeros 18 años”. Ruiz Cortines, el primer presidente que conocí al iniciarme en el diarismo, era muy sarcástico, como cuando uno de sus compadres perdió las elecciones municipales en Veracruz, don Adolfo, riéndose socarronamente, le dijo: “Ni remedio compadrito, nos ganaron, a trabajar”. Al inaugurarse el Mercado de Jamaica, éste reportero del diario Zócalo, estuvo cerca de los dos personajes de este comentario; en 1957.
Bueno, les comento que el más recordado de los mandatarios locales, lo es el abogado que nació el Día de los Inocentes, en 1906, en Hermosillo, Sonora. Sus padres fueron Gustavo Adolfo Uruchurtu Ramírez y María Luisa Regina Peralta Arvizu. Ernesto fue el sexto de los hijos de ese matrimonio. Hermanas, María Mercedes, Carmen, Margarita Alicia, Armida y Julia; hermanos, el doctor Gustavo A. Uruchurtu y Manuel (único mexicano que viajaba en el Titanic, en abril de 1912).
En 14 años se consolidó como “El Regente de Hierro”. Sin ponerle número, hizo una Transformación Total de la Capital del País. Cambió la imagen del Distrito Federal. Fue el azote de los espectáculos “pornos” y persiguió a “Palillo” que en las carpas hacía gala de su sátira política y a Uruchurtu le enfadaba. Lo eligieron primer secretario general del PRI nacional. Dos veces figuró como secretario de Gobernación, sustituyendo al campechano Héctor Pérez Martínez, quien murió; y a Ruiz Cortines, al ser candidato presidencial.
El sonorense estuvo en los gabinetes de Ruiz Cortines, López Mateos y dos años con Díaz Ordaz. Al registrarse el desalojo de “colonos paracaidistas” en Santa Ursula (al Sur de la Capital) fue renunciado y entró en su lugar el general y abogado Alfonso Corona del Rosal, quien fue el cuarto de los Jefes del DDF que no coronaron su deseo de entrar por la puerta de honor de Palacio Nacional, como Presidente de México. Tocó al hidalguense ser Regente cuando en septiembre de 1969 se inauguró el Metro.
RECORDANDO RECORD DE “POPIS”
Mientras en la Basílica de Guadalupe se rendía homenaje a la Virgen Morena, el 12 de diciembre de 1970, en el Velódromo Agustín Melgar, de la Ciudad de México, María del Carmen “Popis” Muñiz, montada en su bicicleta, imponía el record nacional femenil de la hora élite, luego de pedalear a lo largo de 35 kilómetros 633 metros y 69 centímetros. El evento fue transmitido por la radiodifusora XEQ. Los comisionados del ciclismo internacional José Luis Rico y Felipe Meléndez dieron testimonio de la hazaña.
“Popis” Muñiz comenzó su carrera en 1949, a los 12 años de edad, y ahora a sus 84 continúa activa como ciclista y como reportera de esa rama deportiva. En sus datos biográficos reunidos por el reportero Enrique Romero, su pareja, también impuso records en Bogotá y en Cali, Colombia. Ha participado en competencias en diferentes países y está reconocida como la decana de los reporteros que han cubierto la muy divulgada Vuelta de Francia.
P.D. Fuerte golpe asestaron los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al confirmar la cancelación del registro a los partidos políticos PES, RSP y Fuerza por México, por el escaso porcentaje de votantes en las pasadas elecciones. Los tres estaban cobijados por Morena y “sus dirigentes” formaron ya un nuevo membrete, Fuerza Solidaria Progresista. A como de lugar quieren seguir en la nómina del INE…Estamos muy tristes por el fallecimiento de la gran imitadora, cantante, actriz, empresaria y “Chiva de corazón”, Carmen Salinas Lozano. Nacida en Torreón, Coahuila, tuvo dos hijos y siete nietos, además de una bisnieta…No podremos olvidar la puesta en escena en el Salón Los Ángeles, de la revista musical “Aventurera”. La carismática Carmelita, mecenas de artistas y periodistas, logró el estrellado como “La Corcholata”, un personaje fílmico. Descanse en paz, quien pertenece a una brillante etapa de los espectáculos nacionales. Difícil, no imposible, que se cubra el vacío que deja en el ambiente nocturno, en el cine y en la televisión. Brillante en la serie “Nosotros los Guapos” con “El Flaco” Ibáñez, Adrián Uribe y Albertano.
jherrerav@live.com.mx