Elda Montiel
SemMéxico, Ciudad de México, 9 de abril, 2025.- Amnistía Internacional hace un llamado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a reconocer públicamente la crisis de desapariciones en México y le proponen que asuma un rol activo para impulsar soluciones coordinadas enfocadas en la protección de los derechos humanos para establecer canales de dialogo respetuosos con la sociedad civil.
Amnistía Internacional señala que oficialmente se encuentran desaparecidas 127 mil personas, no localizadas, la gran mayoría de 2007 a la actualidad.
Negar la magnitud de la crisis es ignorar a las víctimas, deslegitimar la labor de sus familias y organizaciones que exigen verdad y justicia. Le recuerda que los familiares de los desaparecidos enfrentan graves riesgos como amenazas, extorsión, problemas de salud, dificultades económicas e, incluso, asesinatos.
La CNDH rechazo que haya una crisis de desapariciones en el país, ante el anuncio, el pasado 4 de abril, del presidente del Comité contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) de la ONU, Olivier de Frouville, de que se inicia parra México el procedimiento establecido en el artículo 34 de la Convención Internacional contra las Desapariciones Forzadas que abre la posibilidad de dar intervención a la Asamblea General de Naciones Unidas por casos de países donde se practican las desapariciones forzadas de manera generalizada o sistemática.
“Recibimos informaciones que, en nuestra opinión, contienen fundamentos suficientes para sostener que la desaparición forzada se lleva a cabo de manera general o sistemática en el territorio mexicano”, mencionó De Frouville.
La CNDH dijo que la declaración de Naciones Unidas esta descontextualizada, sin embargo anunció la apertura de una Oficina Regional en Guadalajara, la capital de Jalisco a partir del 15 de abril para atender las peticiones de la población.
La presión sobre las desapariciones en México se da después del hallazgo por parte de colectivos de madres y familiares de desaparecidos del Rancho Izaguirre que presuntamente era un campo de adiestramiento del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Teuchitlán. El hallazgo fue a inicios de marzo donde las madres buscadoras localizaron fragmentos óseos, objetos personales y cientos de zapatos y prendas de ropa.