- Reconocimiento a la igualdad, al tiempo libre de las mujeres y al derecho a tener buenos cuidados
- El 75 por ciento de los cuidados está a cargo de ellas y con eso aportan casi 25 por ciento del PIB
Sara Lovera
SemMéxico. Cd. de México. 29 de octubre, 2020.- En comisiones la Cámara de Diputados acordó una reforma, novedosa y de trascendencia histórica para las mujeres, para que no sean las únicas responsables del cuidado de niñas, niños, personas mayores, discapacitadas o con necesidades específicas, para que los cuidados tengan remuneración y reconocimiento y la tarea sea asumida por el estado, a través un Sistema Nacional de Cuidados a cargo del erario público.
La reforma modifica y adiciona los artículos 4º y 73 de la Constitución de la República; deberá entrar en vigor al día siguiente de su publicación y obliga a expedir una Ley General del Sistema Nacional de Cuidados en máximo 6 meses.
La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, que durante más de un año estudió 7 iniciativas, la mayoría propuestas por diputadas de Morena y el Partido Movimiento Ciudadano, llegó a un acuerdo, con un dictamen, que deberá aprobar en breve el pleno. Su trabajo requirió la realización de un Parlamento Abierto, celebrado el pasado 29 de mayo donde especialistas y sociedad civil expusieron sus puntos de vista.
Hoy las mujeres que realizan trabajo no remunerado de cuidado a otras y otras, aportan casi el 25 por ciento del Producto Interno Bruto PIB, en dobles y triples jornadas de trabajo, donde la de cuidados históricamente no pagada, es además no reconocida, y a las mujeres se les considera sólo dentro de la familia y no como personas productivas y con derechos.
El acuerdo tomado la noche de este miércoles analizó todas las aristas, incluso aquellas que tienen que ver con el derecho humano a ser cuidado o cuidada en la infancia, la enfermedad, la edad avanzada y la discapacidad; complementa los principios de igualdad entre hombres y mujeres, el reconocimiento a éstas que son más que familia, con derecho a su tiempo y su desarrollo, sin poner en riesgo su vida y su salud e incorporarse al trabajo productivo
La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, tras largas deliberaciones aprobó el dictamen para reformar el párrafo noveno y adicionar un párrafo último al artículo 4º, y adiciona la fracción XXX-A al artículo 73, ambos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar en los términos siguientes:
Toda persona tiene derecho al cuidado digno que sustente su vida y le otorgue los elementos materiales y simbólicos para vivir en sociedad a lo largo de toda su vida, así como a cuidar. El Estado promoverá la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en las actividades de cuidado, así como la libertad que tienen las personas para decidir si adquieren o no como obligación el cuidar a quien lo requiera, y el derecho para decidir la distribución del tiempo propio acorde a sus necesidades e intereses.
Para garantizar el derecho al cuidado digno se implementará el sistema nacional de cuidados, que incluye sus dimensiones económica, social, política, cultural y biopsicosocial, así como políticas y servicios públicos con base en diseño universal, ajustes razonables, accesibilidad, pertinencia, suficiencia y calidad.
La ley establecerá la concurrencia de la Federación, Entidades Federativas, Municipios y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México en el sistema nacional de cuidados. Tendrán prioridad en dicho sistema las personas que requieran cuidados por enfermedad, discapacidad, niñas, niños, adolescentes y personas mayores, quienes vivan en condiciones de extrema pobreza, y las personas que realicen actividades de cuidado de las anteriores sin remuneración alguna.
La diputada Martha Tagle Martínez, de Movimiento Ciudadano, quien presentó una de las 7 iniciativas sostiene que faltan algunas puntualizaciones que deben eliminar las visiones asistencialistas y dijo que el Estado debe garantizar, claramente, las condiciones necesarias para el ejercicio del derecho al cuidado digno, el reconocimiento, valoración y remuneración justa para quienes lo hacen.
Dijo que el establecimiento de ese Sistema Nacional de Cuidados que tendrá como principio rector la corresponsabilidad y el marco de la Ley Reglamentaria deberá asegurar políticas públicas que propicien una redistribución de las tareas de cuidado entre el Estado, la comunidad y el mercado, entre las familias y entre mujeres y hombres, para superar la histórica y desigual de la división sexual del trabajo.
En México aproximadamente 90 millones de personas mayores de 12 años realizan labores de cuidados en sus hogares sin recibir remuneración; del total de las horas que son destinadas a los cuidados el 71 por ciento lo realizan las mujeres, afectando sus oportunidades laborales. De acuerdo con datos del INEGI, en 2018 el valor económico de trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados registró un valor equivalente al 23.5 por ciento del Producto Interno Bruto PIB nacional, un equivalente a mil 756 millones 829 mil pesos.
Las mujeres por el trabajo de cuidado se ven obligadas a emplearse en la informalidad y son responsables únicas de más de 10 millones de niñas y niños de cero a 5 años, quienes, en el 80 por ciento, no tienen acceso a guarderías.
El Sistema Nacional de Cuidados, será una respuesta al cambio en las familias mexicanas, ya que una de cada tres personas necesitan cuidados, es decir el 34.6 por ciento de la población; el 10 por ciento de la población tiene más de 75 años y el 75 por ciento de las mujeres son responsables de los cuidados para esta población, sólo en el 25 por ciento participan los hombres.
Se discutió igualmente que en el ámbito económico estamos en un momento crucial de recesión económica y que en los próximos años la pirámide poblacional se verá invertida, habrá mucho más personas mayores, por lo que si se quiere tener un crecimiento productivo y éste debe venir acompañado del empoderamiento económico de las mujeres.
Asimismo, es necesario crear este Sistema para lograr un aumento de la productividad y un impacto importante en la reducción de la violencia contra las mujeres, en general y así poder construir la paz.
Para que funcione este Sistema debe tener un Impacto socioeconómico, es decir, permitir la participación económica, social y cultural de las mujeres en igualdad. Además el sistema debe estar alineado con los principios de la economía, dándole valor económico a las actividades relacionadas con cuidados.
Si no se reparte equitativamente la labor de cuidado, sostiene Inmujeres, nos espera un futuro con muchas personas que no podrán recibir los cuidados adecuados.
Hoy se sabe que el 48 por ciento de las personas que cuidan a otras personas, tienen problemas de salud y, de esos casos, el 62 por ciento se dio con posterioridad a realizar las labores de cuidado.
De perspectiva de género, esta reforma, impacta en la despatriarcalización de la política y la economía de cuidados, para desfeminizar el trabajo doméstico, se de accesibilidad, en el sentido de que todas las personas accedan y ejerzan sus derechos, incluido el Derecho al Tiempo Propio.