Elvira Hernández Carballido
SemMéxico, Pachuca, Hidalgo, 1o. de octubre, 2023.- Octubre empezó triste, este primer domingo del mes falleció Noemí Atamoros pionera del periodismo informativo y cultural en México.
El 13 de septiembre de 1932 nació en la ciudad de México Noemí Atamoros Zeller, quien desde pequeña descubrió su gusto por la escritura y supo que su vocación le marcaba un destino donde las palabras la motivarían a escribir diversos textos.
Cuando dije que quería estudiar periodismo nadie me creyó mi porque yo era muy tímida, pero yo sabía que eso me gustaba y busqué dónde podía prepararme. En ese entonces la única escuela donde se enseñaba era la Universidad femenina. Adela Formoso, fundadora abrió la universidad con carreras cortas para las mujeres. [1]
Disciplinada y comprometida, estudió con verdadera dedicación. En 1952 fue cofundadora de la revista Renovación, escrita solamente por mujeres. Aprovechó al máximo cada clase y tuvo maestros que confirmaron su vocación, entre ellos Manuel Becerra Acosta que la invitó a formar parte de Excélsior, ella apenas tenía 19 años.
Qué emoción estar afuera de Paseo de la Reforma número 18, su gran portón parecía recibirme con los brazos abiertos. Mis tacones resoban en el piso. Entré a la redacción, pisaba fuerte y segura. De pronto, el ritmo de mi taconeo fue imitado poco a poco por los reporteros de la sala de redacción. Aceleré el paso. Ellos aceleraban el golpeteo en sus escritorios y en sus máquinas de escribir. Al fondo vi sentada a Cecilia Treviño, su mirada delataba que contaba con ella. Al estar juntas, las risas de los compañeros resonaban en el lugar. No quise pensar mal de ellos. Pero el segundo día hicieron lo mismo. Me sentí incómoda. El tercer día, en esa entrada que tanto me había gustado, dudaba en cruzarla. Don Manuel se paró junto a mí y preguntó qué pasaba. Que a lo lejos notó mi inseguridad. Le platiqué lo que ocurría, la forma en que imitaban mi taconeo. Me tomó del brazo y me acompañó hasta mi lugar. Un silencio sorpresivo reinó en el sitio. Entonces, el se paró junto a mí a mitad de la sala y dijo: ¿Qué? ¿Hoy no van a molestar su compañera, cabrones? Está aquí porque es una excelente escritora, cuidado que le puede quitar el puesto a cualquiera. Nunca más volvieron a importunarme.
Le asignaron cubrir la fuente de sociales, así que asistía a bodas, bautizos, fiestas de quince años, baby shower o despedidas de solteras. No le molestaba, pero presentía que podía trabajar en otros escenarios. Fue así como Cecilia Treviño y ella redactaron una propuesta a la que llamaron Página B. Hasta 2006, Noemí Atamoros coordinó esa sección en Excélsior. Escribió notas informativas sobre eventos sociales y culturales. Entrevistó a grandes personalidades del mundo cultural nacional e internacional. Hizo crónicas de eventos culturales. Realizó reportajes. Escribió reseñas críticas de diferentes representaciones de las Bellas Artes.
El crítico español Francisco Gali opina de José García Ocejo: “Arte el suyo que ha llegado a Barcelona con un muestrario de una obra emparentada raramente -diferentemente- con nuestro modernismo”.
“Original y bella, y también -si se nos permite- exquisita y decadente como tantos lujos que fueron -y que son- vagos entretenimientos en medio de un alrededor más obligadamente serio y comprometido.”
“Excelente dibujante como también lo fueron los artistas que informaron el modernismo, hace que sus pinturas ofrezcan su color desde unas composiciones -expresión de unos temas muy literarios- hábilmente trabajadas en los límites de los dibujos.”
“Pinturas en las que -aparentemente desenfadada- aparece una cuidada y amorosa búsqueda de un arte que tal una flor, puede marchitarse, pero como en el poema de Juan Ramón, está allí, vivo.
Próximo, tal vez, a un extraño -por delicado- perfume. Quién sabe si como una canción a punto de olvidarse. Más claramente como un ensueño que puede sorprendernos cualquier noche.
Su labor periodística le permitió escribir en otros espacios como Jueves de Excélsior, Cine Mundial, Revista de revistas y Últimas Noticias. Aunque también se acercó a la literatura y dio a conocer diversos cuentos. Con la iniciativa que le caracteriza agrupó a un grupo de amigas, colegas y conocidas para fundar la Asociación de Escritores Tirant lo Blanc México. Publicaron más de treinta antologías.
Mary llega corriendo al bosque de la imaginación. La carrera ha encendido sus mejillas y su cabellera rubia vuela por los aires lanzando destellos de luz. Se adentra en la enramada en busca del doctor Frankenstein.
Es muy joven, apenas veinte años, pero sus ansias de libertad la sobrepasan. Su alma es vieja y su sabiduría mucha. Quiere detener el experimento loco de un ser obsesionado. ¿Cómo dar vida sin alma?
Al fin llega a la mansión, pero ya es tarde. El doctor ha logrado su deseo y ha condenado a un monstruo al sufrimiento eterno, a la soledad implacable, a la desesperación infinita.
Y Mary se siente atrapada en la espesura de la creación.
Apasionada de la vida de Sor Juana se convirtió es una experta de la vida y obra de la Décima Musa. Fue así como dio a conocer “Nueva Iconografía. Sor Juana Inés de la Cruz 1695-1995”, un impresionante muestrario de todas las formas en que la inolvidable monja ha sido representada en la obra de 46 pintores.
Noemí Atamoros, mujer discreta, de profunda inteligencia y callada labor, es una sorjuanista de corazón, no de sexenios, ni ocasional. Siempre en contacto con la cultura, divulgando generosamente desde las páginas de Excélsior a artistas y escritores conocidos y desconocidos, de antes y ahora, se avocó a la tarea de publicar este libro que viene a llenar un vacío en las artes plásticas.
El diario de la vida nacional fue durante cincuenta años la casa de Atamoros. Cuando fue el “golpe a Excélsior”, ella estaba de vacaciones en Europa con su familia. Se había casado con el doctor Santiago Pérez Martínez, tenían dos hijas y un hijo. Al regresar supo de lo ocurrido y se sumó a la certeza de sus compañeras que debían luchar desde dentro por la cooperativa y el ideal de un periodismo de calidad. Scherer respetó su decisión. Fue así como, Noemí siguió cada día llegando a Paseo de la Reforma 18. Comprendió que Regino Díaz Redondo no estaba trabajando por el bien del periódico, pero ella no dejó de seguir trabajando con el mismo compromiso. Fue testigo del deterioro del periódico y de su agonía. Por desgracia, la gente que llegó a retomarlo, no valoró su trayectoria.
Un día me dijeron adiós, sin decirme gracias, pero sí con muchas justificaciones para ya no querer contratarme. Mi dignidad fue más fuerte, regresé a mi lugar, la gente que estaba a mi mando me esperaba para decidir el contenido del día. Les dije, ahora ustedes tomaran solos sus decisiones. Me voy. Se quedaron sorprendidos, no supieron ni cómo reaccionar mientras yo recogía mis cosas. ¿No va ayudarnos a terminar la plana?, preguntaron con absurda ingenuidad. Ni siquiera les contesté, la verdad ya me quería ir de ese lugar que durante 50 años fue mi lugar. Al salir, respiré hondo, fuerte, decepcionada, dolida, pero sin rencores, mucha dignidad, agradecimiento por todo lo que hice. Y, como lo dije en otra entrevista, desde ese día no he vuelto a leer Excélsior.
En 2022 Noemí Atamoros celebró sus 90 años acompañada de su familia, hijas, hijo, nietos y nietas. Permite que le tomen una foto con una copa de vino en la mano izquierda y en la derecha un puro.
Yo soy amatista, rubí, perla y jade. Soy un roble. Muero de pie. Soy el otoño y todos sus colores. Camino de Soria a Logroño. Amaneceres y ocasos. Cierro círculos. Soy la sala donde se oye música. Soy la música. Un delicioso platillo de quesos, un tequila, una pera jugosa. Un hogar. Librero junto a la cama. Soy mis hijos, mis nietos y toda su descendencia. Avenida arbolada. Un tigre para descifrar los símbolos de mi pelaje. Retozo en las grandes llanuras africanas. Bosque, selva, desierto, caravana, oasis, palmera, racimo, dátil, el río Nilo. El Papaloapan. Mariposa. Cenzontle, trino, vuelo. El Coatzacoalcos de mis recuerdos. Playa, arena, caracola y mar. Luna, estrella, sol. Guitarra. Canción de amor. Escritora. Pintora impresionista. Fuego intenso. Soy ayer, hoy y mañana. Soy siempre. Soy el Universo. Soy todo en el Uno y una en el Todo.
[1] Los testimonios de Noemí Atamoros forman parte de una entrevista realizada por Elvira Hernández Carballido en marzo y abril de 2014 realizada en la casa de la periodista.
