- Tomado de lo que relata el documental: Las Tres muertes de Marisela Escobedo
Redacción
SemMéxico, Cd. de México, 16 de diciembre 2020. – Rubí Marisol Fraire Escobedo fue asesinada por su marido, colocada en un tambo y quemada hasta los huesos con la esperanza de que nadie diera con su paradero.
Esa noche que Sergio Rafael Barraza mató a su esposa Rubí, de tan solo 16 años de edad, este llegó a pedirle ayuda a su hermano y amigos para que lo asistieran “a mover unos muebles”, pero horas después Andy Alonzo Barraza, hermano de Rafael regresó con las amistades confesando que su hermano había matado a su pareja y quemado los restos para luego arrojarlos a un basurero.
Sergio confesó haber matado a la joven madre, incluso le pidió perdón a Marisela Escobedo por la muerte de su hija Rubí al terminar el juicio, aun así después de que los testigos hablaron en su contra, un jurado lo absolvió.
La pesadilla apenas había empezado.
Marisela se soltó en un llanto incontrolable, porque la muerte de su hija quedaba impune, a pesar de que ella les había ayudado a las autoridades a encontrar a los testigos y hasta capturar al asesino.
Las Tres Muertes de Marisela Escobedo lanzó en Netflix como documental de la vida real que destaca la impunidad del gobierno, la ineptitud de sus trabajadores y los lazos entre el gobierno y los cárteles.
Marisela murió (en alma) por primera vez el día que su hija Rubí fue asesinada el 28 de agosto de 2008. La señora volvió a morir el día que Sergio fue puesto en libertad, pero tendría otra tercera muerte.
Marisela, quien era enfermera tenía un negocio de carpintería y mueblería en Juárez, Chihuahua, donde un día llegó Sergio, de 20 años, para pedir trabajo, diciendo que tenía una esposa y bebé.
Fue ahí donde Sergio conoció a Rubí, quien solo tenía 13 años.
Marisela se opuso a la relación, pero por temor a que Rubí se enojara con ella, esta permitió que la relación continuara hasta que un año después la jovencita terminó embarazada.
Casi tres años después de haber nacido su hija, Rubí empezó a tener problemas con Sergio, pero no le dijo a la familia.
Un día un hermano de la joven la fue buscar, pero Sergio salió diciendo que ella lo había abandonado por otro hombre.
Las autoridades de Juárez, Chihuahua, donde se desarrollaron los hechos, no levantaron un acta de desaparición hasta un mes después de las plegarias de la madre, pero ella ya había empezado a ofrecer una gratificación por información sobre su hija. Mientras tanto, los hermanos mayores buscaban a Rubí en prostíbulos.
Cierto día, un joven le habla a la madre por teléfono, le dice que tiene información y le confiesa que Rafael reveló en grupo que la mató. Marisela entonces forzó al joven a declarar y la policía empezó a trabajar en el caso.
Marisela inicia la búsqueda de Rafael porque este se empieza a esconder, luego de pagar dinero por información sobre su paradero, la madre lo encuentra y este es arrestado y enjuiciado.
El hombre es absuelto en abril de 2010, debido a que la fiscalía y el agente de ministerio público y otros trabajadores no hicieron llegar las pruebas suficientes para culpar a Rafael.
Rafael queda libre, pero Marisela sale a hacer protestas, presenta su caso a los medios y pide justica. El tribunal finalmente revoca la sentencia de Sergio y lo encuentra culpable de la muerte de su esposa, pero para ese momento el hombre ya se había escapado.
Luego de viajar por varias partes de México en protesta, Marisela va a Zacatecas para buscar a Sergio, donde había dejado a su pareja original. Ahí la gente le dice que el hombre ya es parte del cártel de los Zetas.
Y a pesar de que Marisela les avisa a las autoridades, estos no hacen nada para capturarlo. Mientras Marisela protestaba afuera de las puertas del gobierno local en Juárez, alguien salió de un auto para matarla aquel 16 de diciembre de 2010.
Después de tanta presión por parte de la comunidad y del mismo hijo de Marisela, que sigue la lucha de su madre, las autoridades encuentran al asesino de Marisela y lo identifican como Enrique Jiménez Zavala alias el “Wicked”, pero el hermano de la señora, quien vio cuando le dispararon, dice que no es el mismo.
Esta vestimenta consistía en una túnica de tela gruesa encerada, y una blusa introducida en los pantalones, los cuales se amarraban a unas botas.
El “Wicked” finalmente confianza que no mató a Marisela, pero es asesinado dentro de la cárcel.
En noviembre de 2012, Sergio, también sospechoso de la muerte de Marisela, es asesinado a manos de elementos del Ejército en un operativo, pero nunca pagó por el homicidio de su esposa ni de Marisela. El hombre reconocido en el Palacio de gobierno es Andy el hermano de Sergio, ahora preso en Texas, pero libre del asesinato de Marisela.