Sin poder asimilar del todo los reveses causados por su incapacidad para gobernar, por su soberbia y sus propios errores, prácticamente en el inicio del tramo de su despedida, Andrés Manuel López Obrador se radicaliza… y desvaría.
El miércoles es diez de mayo y la sociedad patriarcal/capitalista/consumista/tradicional/conservadora nos exige entregarle un regalo a la mujer que nos dio la vida.
Las mujeres son y han sido la base sobre la cual la sociedad ha logrado desenvolverse; los humanos constantemente hemos dependido de las mujeres, desde el seno materno hasta la culminación de nuestras vidas.
Al presidente Andrés Manuel López Obrador el único en su entorno que se atrevió a advertírselo claramente fue Ricardo Monreal: esas reformas están plagadas de violaciones a la Constitución
La respuesta no está mal, pero evidentemente no refleja trabajo político, ni amplía la posibilidad de diálogo con actores políticos, incluso escuchar sus experiencias para ver qué de lo que su experiencia rescata para guiar la brújula que tiene constitucionalmente en sus manos y que la marcará en la historia.