Desde el poder como dueño del poder máximo del país, desde el sábado 1 de diciembre de 2018 cuando juró defender a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ha hecho todo lo posible por dinamitarla.
“No escucho”, dijo Andrés Manuel López Obrador y en Lagos de Moreno se sintió el desprecio del licenciado presidente por el dolor de familias ofendidas y enlutadas. Nada nuevo.
¡Señor Andrés, señor Andrés!, uno de sus chamacos le dijo cosas feas y jaló la trenza a su princesita… --alertó un inquilino de la vecindad que regentea la conocida como Casa Guinda.
O lo que es lo mismo: con la educación de los niños ¡no!
Al margen del uso de adjetivos como comunistas, socialistas y otros etcéteras endilgados a los responsables del cambio a los contenidos de los libros de texto gratuito destinados para el ciclo escolar 2023-2024, se avista un severo daño, en el corto plazo, a la educación básica nacional.
Seguramente sabe usted quién dijo lo siguiente, el pasado martes 11 de julio; es decir, hace dos semanas:
“(...) si no les funciona el tema Xóchitl Gálvez muy probablemente apuesten por la violencia".