Buena polémica y polvareda levantó esta semana el registro de Eduardo Verástegui -productor cinematográfico, exactor, cineasta, y promotor de los valores cristianos, la familia y la vida- como aspirante a la candidatura independiente para la presidencia de la República.
Por más que se trate de denostar la celebración del domingo -organizada por el Frente Amplio por México, pero también por la sociedad civil independiente- el hecho es que fue exitosa y para miles de participantes en todo el país, fue muy significativa.
Nos parece muy, muy bien, que el organismo empresarial COPARMEX le haya recordado al presidente de la República que en México hay leyes que deben de cumplirse por el bien de toda la sociedad.
Varias ocasiones hemos visitado la antigua residencia del general Abelardo L. Rodríguez, aquí en El Sauzal de Ensenada, y hemos ido apreciando -y admirando- las obras de restauración que ha realizado el empresario Enrique Ibarra buscando salvaguardar el histórico inmueble al convertirlo en Museo
Los votos fueron un 6.2 por ciento menos que en la pasada elección, lo que nos lleva a desanimar y a cuestionar el porqué de esa apatía y la renuencia de que el ciudadano y ciudadana no acudan responsablemente a votar.
Pero el pueblo bueno y sabio pregunta: ¿por qué el estado permitió que esa manifestación escalara y perdurara tanto tiempo fomentando el odio, la división y la violencia, causando además, daños al inmueble?