- María de la Luz Estrada aseguró que en el caso de Fátima no se activó la Alerta Amber
- Se sabe que hay 898 mujeres y niñas desaparecidas y en 2019 hubo mil 300 denuncias
- Va lenta la AVGM en la capital del país, y sólo el 50 por ciento de los crímenes contra las mujeres provienen de violencia familiar
Por Argelia Guevara
SemMéxico. Cd. de México. 18 de febrero de 2020.- En la Ciudad de México están desaparecidas 898 mujeres y niñas, en 2019 hubo mil trecientas denuncias, sin embargo la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) auto declarada en la capital sólo se refiere a la violencia sexual, a pesar de que las desapariciones están relacionadas con la trata de personas.
Esta Alerta limitada que no abarca las desapariciones, contribuyen a la cadena de impunidad. Al estar relacionadas con una red de trata, las autoridades debían inclinar sus líneas de investigación y no re victimizar a la familia afirmó esta mañana María de Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio en México.
Al referirse al asesinato de Fátima, niña de 7 años agregó al respecto que no se activó la alerta amber sino hasta las 24 horas, cuando, la experiencia señala que esta acción tardía favoreció el asesinato cuando pudo evitarlo. “Así no se hacen las cosas”.
Después de reconocer que participa en las mesas de trabajo a que llamó la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, reconoció que las acciones de la AVGM van lentas, y consideró necesaria declarar una segunda alerta por desaparición de niñas y mujeres, como se ha hecho en el Estado de México.
De la trata afirmó que no es posible no considerar lo que ya se sabe que las redes de trata operan en las entidades cercanas a la Ciudad, como Puebla, Estado de México y Tlaxcala, con lo que se podría desarrollar la investigación y solución del caso. Hay patrones muy claros. Y ya se sabe que hasta en el 80 por ciento, la desaparición resulta en homicidio.
Con frecuencia las denuncias de la desaparición de las menores proviene precisamente de hechos que suceden alrededor de las escuelas, y detalló que hay información precisa sobre ello, por lo que ya hace tiempo se hace necesario un protocolo de actuación y prevención, sin embargo hasta ahora, y tras las protestas se anunció, pero eso es solamente una reacción coyuntural. Habrá que ver de qué se trata: no es suficiente una investigación ahora y nada más.
Sobre la violencia contra las mujeres está informada que en 2019 en la Ciudad de México hubo 4 mil denuncias, 50 por ciento, sólo la mitad, corresponden a violencia familiar.
Hizo notar que la violencia contra las mujeres no tiene detrás un loco, un enfermo, sino que su origen está en el abuso de poder, en el control de las mujeres y en el caso de los tratantes actúan pensando que las mujeres son una mercancía o una basura, desde ahí es necesario analizar lo que está pasando, tanto como el hecho de que los crímenes han aumentado claramente en la capital.
Desde su perspectiva los operadores, las personas que están encardas de recibir las denuncias tienen que estar capacitadas, saber qué significa la trata para actuar de inmediato, saber que significa la violencia sexual, estar debidamente informadas. Ahora en el caso de Fátima es algo más que negligencia y obedece a que esa formación para policías, ministerios públicos, funcionarios o funcionarias de todos los niveles está ausente.
Para Ma. de la Luz estada en la CDMX hay un proceso y compromisos, que no están resueltos, es fundamental que ya se hagan las cosas, opinó y dijo que está justificada la protesta de las jóvenes mujeres que no cejan en su empeño para lograr cambios reales y justicia.
Estrada y su equipo le da seguimiento especialmente a las Alertas del centro del país y lleva su cuenta de crímenes contra las mujeres y las desapariciones de ellas y de niñas. Consideró que la situación es grave y urgen medidas preventivas para impedir el secuestro y desaparición de muchas niñas, generalmente tratadas con fines de explotación sexual. Eso es lo que, ante el asesinato de Fátima ya deberían actuar con diligencia las autoridades. Hay patrones claramente definidos, lo sabe la autoridad.