- La violencia en contra de las mujeres y un homenaje a Adriana Mireya Ramírez, policía asesinada en Celaya, fueron parte del festival de pole dance.
Elsy Cerero*
SemMéxico, Ciudad de México, 18 de agosto, 2023.- “¡Donde están mis hiiijos… ¡Donde están mis hiiijos!”, se escucha la voz tenebrosa de la llorona. Esta vez representada por cuatro mujeres “poleras”, con diminutos leotardos cadavéricos.
La noche luce esplendida, un escenario arreglado con flores y veladoras.
Al centro permanecen dos tubos (pols), uno rotatorio en el que Viky realiza acrobacias aéreas. En el pole de al lado, no giratorio, Wendy y Jess realizan figuras en esplit, alineando sus piernas en V frente a frente.
Chio, vestida de novia con telas blancas, da cuenta de la historia de la llorona.
Atrás quedo una veladora y la foto de Mireya, quien dejo su asiento vacío tras haber sido asesinada en la puerta de su casa, baleada por la violencia que a diario mata a mujeres sin razón.
Adriana Mireya fue asesinada en su domicilio
En los diarios de Celaya, aparece: “Una mujer policía identificada como Adriana Mireya fue asesinada a balazos al interior de su domicilio en Celaya, Guanajuato”.
“Sí fue un reto muy fuerte, pero después de lo que paso no me sentí con el dolor de sacarla del grupo. Lo que se me ocurrió fue hacerle un tributo. Dije que ella esté presente, yo sé que estuvo ahí. Dije con su foto y una vela. Al final la temática se prestaba, estás hablando de una partida, aunque diferente. La llorona habla de que perdió a sus hijos. Para mí Mireya era una de mis hijas.”
El espectáculo de las lloronas de Celaya, al igual que las tehuanas oaxaqueñas, obtuvieron el primer lugar del festival “Zipole 2023”. Pero la actividad de pole fitness no es ajena a la violencia que sufren las mujeres en México.
Guanajuato ocupa el cuarto lugar en feminicidios y homicidios dolosos en contra de mujeres a nivel nacional. En el primer trimestre del año se cometieron 103 asesinatos de mujeres, registrando tres presuntos feminicidios.
Adriana Mireya se preparaba para asistir al evento polero de Zipolite, Oaxaca. Tenía 35 años, abogada de profesión, policía de Celaya y madre de tres hijos. Hace dos años llegó a la academia “Studio 87” de Wendy Lazarini, quien da cuenta de sus andadas en Pole Dance.
Pues a pesar de haber llegado en una patrulla y con uniforme, sus miedos y timidez fueron perdiéndose frente a un espejo y un tubo cromado, desnudándose poco a poco de prejuicios y tabús.
“Al principio todas llegamos súper tapadas y ves cómo se van quitando todos esos tabúes y los miedos, que llegan al punto de aceptación que te ves hermosa y no necesitas cubrirte porque no estás haciendo nada malo. Que esa es la otra parte. Realmente no estamos haciendo nada malo, no nos estamos encuerando, simplemente estamos ejecutando una disciplina que requiere poca ropa por los agarres en el pole y no con otra finalidad.”
Violencia feminicida en Celaya
Gran incertidumbre y miedo habita en las mujeres de Celaya por el aumento en últimas fechas de ataques en su contra, trátese de mujeres policías o no. Su gusto por el pole las empodera, pese a la violencia machista que padecen.
“Hay mucho tabú todavía. Nos encontramos con ese estereotipo y ese estigma de que somos putas. No es padre decirlo, pero sí es pueblo chico, infierno grande; al final de cuentas hay mucha etiqueta.”
Los aplausos al equipo de “Studio 87” fue para Adriana Mireya Ramírez, la madre y policía ausente, pero también para Victoria Pantoja la agrónoma de cultivos de lechuga; Para Jesica Arreguin, la instructora de otras disciplinas deportivas y madre de un adolescente de 18 años; Para Rosario Medina, ama de casa de 57 años con tres hijos, y para Wendy Lazarin, la maestra que tiene una hija de 11 años.
Mujeres todas que bailan y hacen acrobacias en un tubo, despojándose de miedos y prejuicios.
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