- Colectivas reportaron saldo blanco en las movilizaciones que tuvieron lugar en Tuxtla, San Cristóbal, Tapachula, Palenque, Comitán, Mapastepec y Tonalá.
- Integrantes del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria exigieron al congreso legisle en la materia.
Gabriela Coutiño
SemMéxico, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 9 de marzo del 2023.- Miles de mujeres se movilizaron en la capital Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Tapachula, Palenque, Comitán, Tonalá y Mapastepec entre otros municipios en defensa de sus derechos, y para denunciar que los feminicidios, la violencia y desigualdad laboral; el acoso y la violación sexual, se multiplican.
Fue en la ciudad capital donde se registraron las marchas más numerosas. Las autoridades blindaron el Congreso local, desplegaron a policías mujeres para que resguardaran parte de la sede del poder ejecutivo como una medida para evitar daños que pudiera causar la gran movilización violeta.
Uno de los contingentes salió de la Fiscalía General del estado, donde se reunieron en su mayoría chicas estudiantes que demandaron que se frenen los delitos como agresión, acoso y violencia sexual y feminicidios.
En el lugar se manifestaron también madres de víctimas de feminicidio como Flor Emilia Alcázar, mamá de Paola Jazmín Ocampo Alcázar, una trabajadora de intendencia de una escuela primaria, hallada el 9 de diciembre pasado dentro de una cisterna en el plantel, exigió justicia pues señaló que a la fecha no hay personas detenidas por el asesinato.
Durante la caminata, el contingente avanzó con pancartas que hablaron del amor propio, de independencia económica: “Verga violadora a la licuadora”, “Vine a marchar por las que ya no están”, “Si te pega no te ama”, “Por las que salieron y nunca más volvieron” y “Nos queremos vivas libres y sin miedo”, fueron algunos de los mensajes.
El himno feminista “Vivir sin miedo”, acompañó al segundo contingente, las consignas y brincos pusieron un toque de alegría, que por momentos, se mezcló con la impotencia de los familiares de víctimas de feminicidio y desaparición que demandan justicia.
A lo largo del boulevard Belisario Domínguez, que fue transincluyente, se realizaron algunas pintas, los comercios que ofrecieron botellas de agua fueron rechazadas por las manifestantes que les gritaron: “señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”.
En el parque “De Nosotras” antes Bicentenario, se unieron más grupos de amigas, mamás, abuelas, hijas y nietas a la movilización que de acuerdo a las colectivas feministas terminó con saldo blanco.
El contingente que salió del puente de colores realizó una protesta en el Congreso del Estado, donde hablaron víctimas de abuso sexual, e integrantes del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria que exigieron al congreso legisle en la materia pues ya no tiene pretextos.
Este 8 de marzo refirieron, fue aprobada en lo general y en lo particular el proyecto de Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en materia de violencia vicaria en la cámara de diputados, pasando a la Cámara de Senadores, para sus efectos Constitucionales.
El segundo contingente hizo su arribo alrededor de las 8:30 de la noche a la plaza central.
Las pancartas que acompañaron la protesta, formaron un collage sobre las paredes y rejas del edificio sede del poder ejecutivo que ha sido testigo desde hace décadas de las marchas por el 8M.
Las jóvenes colocaron mantas con los nombres de sus agresores, luego le quemaron fuego.
En San Cristóbal de las Casas, miles de mujeres marcharon en tres contingentes diferentes exigiendo justicia y respeto a sus derechos humanos y legales.
Vestidas de negro y violeta, las mujeres portaban mantas, tambores, silbatos, flores. “Muera el patriarcado”, “si mañana soy yo, recuérdenme llena de sueños”, “llevo el puñal en mis ojos, no me miren”, “las zapatistas no están solas”, “alto a las agresiones en Chiapas”, “6 años sin ver a mi hermanita”.
Una de las manifestaciones, de cerca de 100 personas, fue encabezada por el sacerdote tzotzil, Marcelo Pérez Pérez, párroco de Guadalupe.
En el municipio de Palenque también se reportó una movilización de mujeres que realizaron diversas pintas. En Tapachula miles marcharon hacia la plaza central.
SEM/MG
