- No la encontraron las autoridades sino ella y su colectivo Una Luz en el Camino
- Pasaron mil 640 días para encontrar a su hija desaparecida en 2020
Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico, Cd. de México, 21 de enero, 2025.- Este lunes, Miriam Jaqueline Palmeros Rosas recibió la confirmación, los restos óseos encontrados por el Colectivo Una Luz en el Camino, sí corresponden a su hija Jael Monserrat Uribe Palmeros, desaparecida en la ciudad de México el 24 de julio de 2020.
La encontramos nosotras, las madres buscadoras que cada año volvimos al Ajusco, no las autoridades, dice en entrevista a SemMéxico. Semblante de cansancio, abrumada y muy triste por la noticia que ya conocía desde hace unos días, pero fue hasta este lunes cuando le confirmaron que las coincidencias del perfil genético, entre ella y su hija, resultó en 99.99 por ciento.

Palmeros Rosas dejó su vida personal para buscar a su hija, situación que la convirtió en una madre ausente, explica con pesar, mientras espera que las autoridades finalmente le hagan una entrega digna de los restos de su hija, “para que ella vuelva a casa”, tras mil 640 días desaparecida.
Desde aquel julio de 2020 no ha tenido tregua, se convirtió en una defensora de los derechos humanos de las mujeres, en una buscadora, formó el colectivo Una Luz en el Camino, al que se unieron otras madres, hasta llegar a ser alrededor de diez que en específico buscan a sus hijas en el Ajusco, donde en noviembre pasado encontraron restos óseos que corresponden a su hija.

Jaqueline Palmeros, Jaky Palmeros, informó que la próxima semana, seguirá la búsqueda de los restos óseos de su hija en el predio donde fue encontrada el pasado noviembre, el paraje conocido como El Vidrio, Antiguo Camino a Xalatlaco en Santo Tomás Ajusco, en la alcaldía Tlalpan, en esta capital.
En Facebook, sus compañeras de la cuenta de la Glorieta de las Mujeres que Luchan se hace referencia al trabajo de Jaqueline Palmeros en la búsqueda de su hija Monse.
“Para encontrar a Monse, Jaqueline Palmeros abrió caminos, creó el Colectivo Una Luz en el Camino, y con ellas encontró a otras personas desaparecidas, acompañada de muchas, muchos, muches, cavó en el campo, cerró calles, pintó bardas, confrontó a las autoridades, participó en iglesias, tomó y defendió la Glorieta de las Mujeres que luchan, defendió la alegría de sus niños y otras infancias, lloró, cantó, abrazó, se arriesgó buscando en las noches. Jaqueline es una mujer ejemplar al igual que las miles y miles de madres que con su lucha han cambiado este país, es una hermana, una compañera con quien hemos vivido muchas cosas, aprendido y entendido que solo juntas podemos sobrevivir al horror de un país de fosas. Ella encontró a su hija, no fueron las autoridades, no fue el gobierno, no fue el Estado. Fueron las mujeres que buscan los restos de sus seres queridos ante la indolencia del gobierno (de todos y cada uno de ellos). Hoy lloramos con ella, la abrazamos y nos comprometemos a seguir defendiendo la memoria, la alegría, la lucha digna y la exigencia de justicia. Esto no termina, la lucha sigue, hasta que haya justicia, hasta encontrarles a todxs”.

#justiciaparamontserraturibepalmeros
En 2020, Palmeros Rosas empezó a buscar de forma incansable a su hija que entonces tenía 21 años y que además era madre de dos pequeños.
Entonces señaló el desinterés de la entonces jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum y la fiscal Ernestina Godoy, hoy presidenta de México y Consejera Jurídica del Ejecutivo Federal, quienes no atendieron los llamados ni peticiones de ayuda por parte de Jaky Palmeros.
Entonces aseguró que a pesar de la gravedad del problema de desaparición de mujeres en la ciudad de México, el funcionariado hacía caso omiso y tuvieron que pasar mil 640 días para que por su propia cuenta y luego de volver cada año a excavar la tierra, encontró a Jael Monserrat.
Puedes leer también:
SEM/sj