De la Redacción
SemMéxico/SEMlac. La Habana. 10 de marzo de 2020.- Una representación de varias comunidades de fe, amistades y personas queridas se reunieron para celebrar la vida y el servicio pastoral de Raquel Suárez Rodés, reverenda bautista, reconocida teóloga y activista feminista cubana.
Quienes la conocen suelen llamarla Raque o Raquelita, por la cercanía que despierta en su compromiso ecuménico con las causas justas. Este 8 de marzo, la Iglesia Bautista Ebenezer de Marianao le dedicó un homenaje especial por sus años como pastora de la comunidad religiosa y por sus aportes al ecumenismo cubano.
Jóvenes, personas mayores e integrantes de distintas comunidades de fe reconocieron el acompañamiento espiritual, la sabiduría y tenacidad de Raquel, quien se retira del ministerio activo por problemas de salud.
Raquel creció en una familia pionera dentro del ecumenismo cubano. Hija de los pastores Clara Rodés y Raúl Suárez, se graduó del Seminario Bautista de La Habana, estudió teología feminista, educación popular y coordinó a nivel nacional el Programa de Mujer y Género del Consejo de Iglesias de Cuba.
Su visión ecuménica la ha llevado a asumir públicamente causas como la igualdad de género, la lucha contra la violencia machista y por los derechos de la comunidad LGBTIQ en Cuba. Esa postura le impuso múltiples retos, pero la convirtió en un referente en el activismo cubano, como cristiana y mujer lesbiana.
«Hoy queremos celebrar la vida y el ministerio de una de esas personas que nos permiten otras transfiguraciones y en ocasiones, a través de sus luces, nos muestran otra verdad de la vida para convencernos de la necesidad de comprometernos y abogar por ella», dijo la pastora cuáquera Kirenia Criado.
Midiam Lobaina, pastora y coordinadora del Programa de Mujer y Género del Consejo de Iglesias de Cuba, agradeció los años dedicados por Raquel a la labor pastoral, sus aportes al movimiento ecuménico cubano y «por sembrar semillas de justicia y equidad en medio de nuestro pueblo».
La también pastora Elaine Saralegui habló de la amiga, la hermana, la consejera, guerrillera y luchadora que ha acompañado procesos de vida y momentos duros de muchas personas.
«Ha sido un referente siempre por ser una persona digna y honesta, que nos enseñó a luchar con la frente en alto y nos acompañó en nuestras historias de vida y violencia. Es nuestra pastora, nuestra reverenda, nuestra obispa. Ser una mujer cristiana con una sexualidad no hegemónica también es importante llevarlo a nuestras comunidades de fe con orgullo», dijo la líder de la Iglesia Metropolitana en Cuba (ICM).
Emocionada, Raquelita agradeció a su iglesia Ebenezer de Marianao y a su congregación por haber sido un espacio que dio sentido a su vida. Agradeció también a los médicos que la han atendido y acompañado.
«Quiero dar las gracias al sistema social cubano, que me ha permitido tener salud; a mi familia; a mi hermano Joel, que me sigue acompañando y cuidando muchísimo, y a tantos amigos y amigas desde distintos lugares con los que he podido compartir espacios de vida», expresó la pastora feminista cubana.