Lirians Gordilloa
SemMéxico/SEMlac, La Habana, Cuba. 25 de julio 2023.- Los afrofeminismos crecen y se diversifican en Cuba. Con una tradición que trasciende al siglo XX, su presencia en el pensamiento, el trabajo comunitario, el arte y la cultura no está exenta de desafíos.
«No podemos seguir hablando de un solo feminismo planteado desde una perspectiva occidental en un mundo cada vez más heterogéneo», afirma Norma Guillart, psicóloga y afrofeminista cubana.
Durante la presentación de la sistematización «Feminismo negro y activismo social», realizada junto a la médica Rosaida Ochoa Soto, Guillart llamó a reivindicar las distintas expresiones de los feminismos, entre ellos el negro, «que recoge el proceso permanente de resistencia de las mujeres negras o afrodescendientes a lo largo de la historia».
Los resultados de este estudio formaron parte del panel «Feminismos negros, racismo y antirracismo en Cuba», realizado como parte del II Coloquio de Mujeres Afrodescendientes, el 21 de julio, en La Universidad de La Habana.
El coloquio se incluye, además, en el programa de la 2da Jornada cubana por el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, que se celebra hasta el próximo 31 de julio.
«Para comprender al feminismo negro será fundamental desnaturalizar los estigmas sociopolíticos y económicos, la discriminación, el racismo estructural e institucional, y así poder reconocer sus luchas y particularidades, valorar sus aportes y descolonizar sus historias», dijo Guillart.
La revisión de ambas afrofeministas cubanas se centra en las dos primeras décadas del siglo XXI. Reconocen como antecedentes más cercanos el trabajo realizado, en los años 90 del siglo XX, por especialistas e investigadoras en la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana y las feministas vinculadas a Magín, primera y única agrupación de mujeres comunicadoras dedicadas a los debates de género en Cuba.
Antes del año 2000 encontraron investigaciones y proyectos fundamentalmente dirigidos por hombres afrodescendientes. Varias iniciativas se centraban en la denuncia del racismo, pero sin un interés específico por la intersección entre racismo, patriarcado y la homofobia, por ejemplo.
Entre los diferentes espacios identificados en aquellos años se encuentran la Cofradía de la Negritud, Color Cubano, la actual Comisión Aponte y el capítulo cubano de la Articulación Regional Afrodescendiente (ARAC). Pero con la llegada del siglo XXI esta realidad cambió.
«En la segunda década del 2000 se ubica la iniciación de las experiencias comunitarias sistematizadas de mujeres afrodescendientes», sostuvo Guillart al presentar unas 20 experiencias que, comenzando el siglo XXI, se han sumado a la lucha contra el patriarcado y el racismo.
En la presentación se resaltó la diversidad y pluralidad cada vez más visible en el panorama de los afrofeminismos cubanos, cuya presencia puede identificarse en las comunidades, espacios académicos y del pensamiento social, la cultura, algunos emprendimientos y negocios privados, la religión, la estética y el activismo social.
La mirada interseccional es otra apuesta en ascenso, según puede constatarse en artículos, acciones sociales y encuentros académicos.
Existe un interés distintivo en denunciar las desigualdades y formar redes de apoyo comunitario que contribuyan a facilitar la vida cotidiana, confirmó Guillart.
Por ello, en la sistematización se identifica «un incremento de proyectos o experiencias fundamentalmente en zonas con condiciones socioeconómicas bajas, que abordan el tema del feminismo negro desde varios ámbitos, utilizando estrategias combinadas y ofrecen oportunidades para el trabajo interdisciplinar e intersectorial».
Entre los principales desafíos, las autoras identifican la necesidad de establecer alianzas con las autoridades y la población para lograr las transformaciones planteadas por los proyectos; la sensibilización, comprensión y aceptación de las realidades y desigualdades persistentes y la difusión de las experiencias y buenas prácticas que existen en los espacios comunitarios y los proyectos de esta naturaleza.
Precisamente, una nueva contribución en el camino hacia la socialización de los aportes de este pensamiento y activismo es el libro digital Afrofeminismos: Pensamiento, ciencia y acción, resultado del primer Coloquio de Mujeres Afrodescendientes, celebrado en 2022 como parte de la primera Jornada de articulación afrofeminista.
Durante la presentación del volumen, Yulexis Almeida, una de las compiladoras, insiste en que «los análisis centrados en una perspectiva afrofeminista no tienen una intención divisionista o excluyente» sino todo lo contrario, aportan integralidad y mirada crítica a la lucha por la equidad social
«Los saberes, resultado de la acción conjunta, organizada, consciente y crítica de feministas antirracistas, lejos de dividir, contribuyen a robustecer las políticas, la igualdad y la justicia social en el país», concluye Almeida.
