- Asuntos como el estrés que causa a las emprendedoras la reproducción del rol de cuidadoras: Daybel Pañellas Álvarez
- Cuidado: se producen rupturas o se lastiman las relaciones de pareja cuando ellas comienzan a tener más remuneración que los hombres
Lisandra Fariñas*
SemMéxico/SEMlac, La Habana, Cuba, 11 de septiembre 2023.- El sector privado, que poco a poco se abre paso en el escenario económico cubano, representa al mismo tiempo una oportunidad de ofrecer a la sociedad servicios vinculados con los cuidados y un espacio con brechas en lo que respecta a la protección de quienes en él laboran.
Daybel Pañellas Álvarez, profesora de Psicología de la Universidad de La Habana e integrante de la Red de Emprendimiento de esa casa de altos estudios, dialogó con SEMlac acerca de asuntos como el estrés que causa a las emprendedoras la reproducción del rol de cuidadoras, así como la importancia de que ellas creen redes sociales de apoyo para salir adelante en sus negocios.
¿Cuánto pudiera hacerse desde el sector privado en función de los cuidados de la vida?
Existen al menos dos niveles de lectura en este asunto de los cuidados en relación con el sector privado: uno relacionado con las propias personas que trabajan en el sector y otro vinculado a los servicios que, desde esos espacios, se brindan a quienes necesitan de cuidados.
En el primer caso hay un riesgo importante, porque las investigaciones revelan altos niveles de estrés en quienes trabajan en el sector privado, por sus altas responsabilidades, desafíos crecientes, relaciones con otras instituciones y falta de materias primas. Y también, actualmente, con todo lo que tiene que ver con el cambio monetario, las medidas adoptadas respecto a la bancarización y los pagos electrónicos, entre otros temas vinculados a la crisis económica por la que atraviesa el país.
Eso tiene que ver con los cuidados porque afecta la salud mental y, por otra parte, porque el estrés tiene también expresiones de somatización en el cuerpo.
El trabajo privado supone muchas veces aprovechar al máximo todas las oportunidades para monetizar; no se ejecutan las pausas necesarias durante la jornada de trabajo, o no se ponen los límites necesarios al interactuar con redes sociales como WhatsApp o en el intercambio con clientes.
Tenemos muchos negocios donde el espacio físico dedicado a la actividad laboral coincide con el privado y ello supone una erosión del cuidado. En negocios familiares, o en entornos donde trabajan y conviven personas con vínculos filiales o de diferentes generaciones, es común encontrarse con situaciones en las que resulta difícil distinguir entre las responsabilidades propias del negocio y las relaciones personales.
Otro fenómeno es que se le empieza a restar importancia a cuestiones como ir al médico o se prioriza el trabajo por encima de la salud.
En el caso de las personas que ejercen el rol de cuidadores, en el sector privado se sigue reproduciendo el patrón de son las mujeres las responsables del cuidado de la familia. Y al no haber una red de apoyo institucional para el cuidado, por supuesto que eso atenta también con el desempeño del negocio. De alguna manera los hombres están en una condición de ventaja.
Existe otro asunto relacionado con el sector privado en función del cuidado. En este ámbito aparecen negocios vinculados al cuidado infantil, que a lo mejor no son educativos en términos escolares, docentes, pero que acompañan la formación y el crecimiento de niños e incluso de adolescentes. Buscan aliviar a la familia para que puedan trabajar a tiempo completo o en semanas de receso, espacios que no están cubiertos en este minuto por las instituciones estatales.
También está el cuidado de las personas mayores, ya sea parcial o permanente, para lo cual muchas veces las familias requieren ayuda porque no son suficientes, no pueden dejar de trabajar o tienen varios niños en casa. Y otra arista es todo lo que tiene que ver con la ayuda a personas con necesidades especiales.
Pienso que esas son labores a las que el sector privado pudiera contribuir con personas capacitadas. Algo que considero cuestionable es que, para el cuidado de niños, por ejemplo, solo se les pide una licencia. Esas personas están cuidando seres humanos y en esas etapas significa velar por que no les ocurra un accidente, pero también contribuir con su desarrollo educativo.
También una manera legítima de contribuir al cuidado tiene que ver con servicios de apoyo al hogar como los de limpieza, mensajería y otros que aligeren la carga diaria de la reproducción de la vida.
¿Qué brechas identifica en la gestión de los negocios y las estrategias de cuidado y autocuidado de las personas que emprenden?
Primero, la necesidad de aplicación de una normativa jurídica que ampare a los trabajadores, porque el cuidado tiene mucho que ver, por ejemplo, con las horas laborables, el derecho a vacaciones, el tener en cuenta días de enfermedad; ese tipo de cosas que están reguladas. Yo puedo exigir eso frente a un empleador que no lo cumple, pero solo si tengo amparo jurídico.
Debe existir un contrato de trabajo en los espacios privados, en los cuales se regule esa relación empleador-empleado. Incluso en las empresas estatales no existe aún conciencia suficiente de esa lógica del contrato. Muchas veces se firma y se piensa solo en el pago que se va a efectuar, pero no en los límites de la relación laboral; en los derechos y deberes que tenemos en esa relación.
Existe otra brecha relacionada con la identificación de los diversos factores que pueden afectar el bienestar y el cuidado. Es importante ser conscientes y trabajar, tanto desde la teoría como en la experiencia práctica, para comprender todas las formas de cuidado que intervienen en nuestra vida.
¿Cómo puede la falta de autocuidado afectar el éxito de un negocio? ¿Cómo impacta este desafío en las mujeres que deciden emprender?
La falta de autocuidado puede atentar con el ejercicio de la tarea, con su éxito, Primero por enfermedad, por poner el caso más visible; pero igualmente tiene que ver con la eficiencia en términos de dinamismo, de lucidez para tomar decisiones, de buen humor para relacionarse con las personas.
En el caso de las mujeres, ya mencioné lo relativo a la reproducción del rol de cuidadoras. También se producen rupturas o se lastiman las relaciones de pareja cuando ellas comienzan a tener más remuneración que los hombres.
Estamos investigando de nuevo acerca de cómo experimentan hombres y mujeres su rol, pero hace algún tiempo, en entrevistas con algunos emprendedores o cruzando informaciones de diferentes fuentes identificamos un impacto importante en lo que tenía que ver con el deseo sexual y con la propia eficacia sexual en ellos. Eso le puede pasar a las mujeres igualmente, aunque no tengo evidencias.
Desde la Red de Emprendedores de la Universidad de La Habana, ¿qué oportunidades han identificado para que las mujeres diversifiquen sus negocios?
En la Red, el tema de las oportunidades para diversificar los negocios no ha sido uno de nuestros objetivos. Hemos defendido lo importante de ofrecer créditos, ayudas, apoyo, porque eso también tiene que ver con visualizar para qué yo soy buena y cómo puedo desarrollar eso. O cómo puedo desarrollar redes, porque a lo mejor no se trata únicamente de un negocio en el que yo sea buena, sino de que un conjunto de personas se pueda unir y a partir de todas sus fortalezas, sus capacidades… abrir un negocio que sea diferente.
La robustez y amplitud de las relaciones entre las personas es un elemento protector en Cuba; eso queda clarísimo en las investigaciones sobre familia y comunidad. Entonces, una oportunidad para apoyar a las mujeres en su rol de emprendedoras es el desarrollo de redes.
Hay múltiples intentos y realidades. Recientemente se aprobó una red de mujeres emprendedoras y eso no es poca cosa, porque es un apoyo que tiene que ver, no solamente con el negocio, sino con otras esferas de la vida en las cuales ellas sienten que están compartiendo cuestiones similares.
¿Qué habilidades y competencias son importantes para un emprendedor que busca la realización profesional más allá del éxito económico?
Creo que cada vez más el sector privado se mueve, no solo hacia el éxito económico, sino también hacia la autorrealización. El tema económico está y es un error pensar que la necesidad de tener mayor satisfacción económica solo existe para el sector privado.
Sin embargo, la autorrealización tiene ver con las expectativas que tengan las personas, con cuáles son las demandas para que puedan encontrar satisfacción. Podemos ver quizá gente que nos parezca que son exitosas y ellas no se sientan autorrealizadas; es una cuestión muy individual.
Entonces, creo que las habilidades y competencias están relacionadas con la capacidad que tengan las personas de gestionar su vida, su felicidad y si su autorrealización tiene que ver con el éxito del negocio, obviamente las habilidades y competencias que necesitan están relacionadas con su capacidad para poder llevarlo adelante.
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