- Persiste cultura de discriminación, clasismo y falta de reconocimiento para ese sector.
- Hoy presentan el libro Imperceptibles. Vida y Lucha de Marcelina Bautista.
Guadalupe López García
SemMéxico, Ciudad de México, 30 de marzo del 2023.- Son 56 mil trabajadoras y trabajadores del hogar que de 2019 a la fecha ya cuentan con seguridad social; incluso, ya hay personas beneficiadas con una pensión. No es un número tan grande, pero hay grandes avances en la materia, indicó Marcelina Bautista Bautista, fundadora y directora del Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar, AC (CACEH).
En entrevista para SemMéxico, Bautista habló de los logros que han tenido y de los retos que tienen que superar, luego de que en 2015 se creó el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar en México (SINACTRAHO), del cual ella fue una de sus impulsoras. La ley ya contempla derechos, pero la gran mayoría de los cerca de 2.5 millones de personas que laboran en los hogares (de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI) no cuenta con contrato por escrito, no percibe un salario justo y no tienen seguridad social, recalcó.
Entre los avances, mencionó el cambio del discurso de cómo se nombra a este grupo de trabajadoras/es con términos despectivos como “muchachas” o “señora que me ayuda”. En la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) en 2019 se establece como personas trabajadoras del hogar, porque si bien más del 90 por ciento son mujeres, también hay jardineros, choferes particulares o aquellos que hacen las tareas del hogar, puntualizó.
En diciembre de 2018, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordena al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aplicar un programa piloto para incorporar a trabajadoras/es del hogar al régimen obligatorio. Además de las reformas a la LFT, en 2019 se modificó la Ley del Seguro Social para que pasaran de ser sujetos de aseguramiento voluntario al obligatorio.
En diciembre de 2019, el Senado de la República ratifica el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre “las trabajadoras y los trabajadores domésticos” con el que se compromete a reconocer esa actividad y los derechos que se derivan. Su entrada en vigor se da en julio de 2021. En marzo de 2022, el Senado aprobó reformas a la LSS para incorporar a ese grupo al régimen de seguridad social (seguro por enfermedad, maternidad, riesgo de trabajo, invalidez y de vida, pensión por retiro y cesantía por edad avanzada, guarderías y otras prestaciones), con el Capítulo XI.
Ahora, ya hay 56 mil personas trabajadoras del hogar con esos beneficios. Quienes ya tenían seguro social bajo el régimen voluntario, con el programa piloto pudieron cotizar, por lo que algunas/os han podido obtener una pensión. No es un número muy grande, pero en comparación con el tiempo que llevaba ese plan, se ha ido avanzando. “El trabajo que el IMSS ha estado haciendo ha ido visibilizando más este tema”, destacó Bautista, quien ejerció esa actividad durante 22 años.
Puntualizó que, “si nos guiáramos por lo que marca la ley, este sería el mejor momento en la historia de México para ser trabajadora del hogar”. Sin embargo, acotó, no es así, ya que sigue habiendo una cultura de discriminación, clasismo y falta de reconocimiento para quienes participan en este sector laboral.
Entre los retos, identificó difundir esa normatividad, lograr un cambio cultural del paradigma laboral que las y los reconozca como sujetos de derechos, el respeto a la organización colectiva para profesionalizar su trabajo y acabar con la resistencia cultural de empleadores que ven este servicio como ayuda y a quienes lo realizan como si fuera parte de su familia, porque llevan mucho tiempo laborando y solo pueden salir de ahí cuando se casan. Y si necesitan un permiso, hasta las llegan a correr. Pese a ello, Marcelina Bautista asegura que se pueden dar otro tipo de relaciones.
CACEH se creó en el año 2000, desde la cual se hace incidencia y da capacitación para la organización y profesionalización en esta actividad laboral. Para Bautista Bautista, es importante el hecho de que sean las mismas trabajadoras que levanten la voz y que cuenten su historia. Por lo pronto, ya tienen presencia en diez entidades, preparando a otras compañeras. Hay grupos fuertes que tienen un compromiso para replicar la experiencia de CACEH, como en Quintana Roo, Guerrero, Sinaloa y Estado de México.
Entre los temas de la agenda de la asociación civil incluye una campaña de difusión de los logros para que las trabajadoras puedan exigir sus derechos. Buscan colocar, además, otros puntos como la falta de vivienda -que no fue incluido en la reforma laboral- y seguro de desempleo y en casos de riesgo como temblores, desastres o pandemias. Por ejemplo, expuso, en esas situaciones son invisibles, porque no están registradas ni siquiera en el directorio de los edificios o unidades habitacionales donde trabajan.
En el marco del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, instituido en 1988, hoy se presenta el libro Imperceptibles. Vida y Lucha de Marcelina Bautista. La dirigente adelantó a SemMéxico que el autor, Rodrigo Quintero Murguía, cuenta su trayectoria de manera novelada.
En ese proceso, ha sido acompañada de feministas, organizaciones y empleadoras para generar conciencia, con la esperanza de un cambio cultural. “No todo ha sido miel sobre hojuelas”, reconoce, pues muchas veces se ha quedado sola. Unas se van, otras que quedan y siguen en esta lucha. Y ella se vuelve a levantar. Estamos contentas, después de 22 años como CACEH y 35 años trabajando el tema a nivel regional, manifestó.
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