Claudia Espinosa Almaguer
SemMéxico, San Luis Potosí, 29 de abril, 2024.- Sabemos que a inicios de abril en San Luis Potosí el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC) dijo haber revisado la paridad por todos sus lados, no obstante los medios dieron cuenta del registro de tres varones: José Reyes Martínez Rojas por el municipio de Venado, de Daniel Alfonso Zavala de la Rosa por Villa de Arista y de Saulo Morales Guerrero en Ahualulco ocupando espacios destinados a mujeres con el aval de sus partidos políticos: el Partido Verde Ecologista (PVEM) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
A la noticia han devenido varias declaraciones por parte de ese Consejo, explicaciones de tono condescendiente que aludieron a criterios desde la Corte Interamericana de Derechos Humanos al Instituto Nacional Electoral quienes ciertamente han aceptado esta ideología de que el género no es una condición opresiva sino una identidad junto con “ser mujer”, un “algo” que si cualquiera afirma no se puede cuestionar o contradecir ante la evidencia científica, sino aceptarlo, incluso ellos que presumen ser el primer organismo autónomo del país en la materia y que surgió como resultado de la lucha de derechos civiles y políticos en los años noventa.
En la respuesta de la presidenta de ese Consejo, Paloma Blanco, hizo alusión al Observatorio de Participación Política de las Mujeres del cual no se supo posición, de cualquier manera la autoadscripción es más que suficiente, y bajo protesta de decir verdad estos tres varones dijeron ser mujeres. ¿Qué más quieren?
En esa decisión del CEEPAC, que lo es por más justificación aludida a ser un ente sumiso, la semana pasada otorgó la validación de legitimidad del registro, ya habían mandado decir que si alguna se indigna que impugne, ellos y ellas no lo harían motu proprio, así, han quedado firmes todas las candidaturas aquí descritas, luego entonces no han servido de filtro para proteger los espacios para mujeres ni los partidos, ni el Consejo en tanto demandan de la ciudadanía confiar en estas falsedades a la vista de cualquiera.
Y sí había de otra, inclusive midiendo la paridad sexual de las mujeres y la integración de minorías en situación de discriminación.
Vamos a ver, San Luis Potosí es una entidad federativa de territorio considerable en México, cuenta con 58 municipios, tres regiones principales y una población que conforme a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI 2020) tiene 2 millones, 822 mil, 255 de habitantes, de los cuales 1 millón 449 mil 804 son mujeres (51.4%) y 1 millón, 372 mil, 451 son varones (48.6%).
Además, aunque todo México es mestizo, quiero decir, todos y todas seguramente podremos presumir de tener una proporción de herencia indígena, cierto es que hay un número de potosinos cuya cultura, idioma, costumbres y origen pertenecen a estos pueblos enteramente, la información concreta indica aproximadamente 231 mil, 213 personas hablantes de Náhuatl, Huasteco, Pame y Otomí.
Finalmente, de acuerdo también al INEGI hay aproximadamente 137 mil 124 personas que son homosexuales, lesbianas y bisexuales así como 143 mil 935 personas con discapacidad.
Con esto quiero señalar que ante la inminencia de una elección, cualquier partido en el Estado pudo haber encontrado mujeres interesadas en participar en política en general, como a quienes además de serlo, tuviesen otras circunstancias como sucede con las mujeres indígenas, las mujeres lesbianas y bisexuales además de aquellas que viven con discapacidad, completando esta “interseccionalidad” con la que se justifican en todo el país los organismos autónomos electorales para aceptar en esos espacios de la paridad, a varones a secas.
En estos días, el CEEPAC está esperando de estos tres señores propuestas vinculadas al grupo donde afirmaron su pertenencia, a fin de publicarlo en el sistema denominado “Conóceles” https://ceepacslp.mx/conoceles/cv/ y a eso voy: ¿Necesita más información de ante qué tipo de perfiles nos encontramos? ¿No nos basta con saber que pueden mentir a la cara sin el menor pudor? y ¿Por qué nos invita el propio Consejo a creer en algo que no es verdad? y peor, a esperar alguna idea de calidad en relación a un sexo al cual no pertenecen. No somos idiotas.
Apuntes potosinos
El 24 de abril el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, el potosino Juan Ramiro Robledo Ruiz usó la tribuna para advertir que la modificación a la Ley de Amparo es el inicio de otras modificaciones jurídicas entre las cuales está la del artículo 1 de la Constitución donde se halla el principio pro persona y la vinculación de cada uno de nosotros con los derechos humanos de las convenciones y tratados internacionales.
Un mensaje de esa semana resume la vergüenza: “La barbarie encabezada por tu paisano ex priísta” y me recordó que hace meses otro potosino de esa generación se preguntaba ¿Qué hemos hecho?, en el sentido de estar padeciendo esta fiesta de disfraces, donde cada cual usa el que le acomode con tal de subir, de aquellos polvos estos lodos de “juristas” que braman contra los derechos humanos.
La respuesta está en su misoginia, en no haber formado cuadros políticos, en ignorar la crisis social que se daba en las periferias y en defender a sus cuates aun cuando ven este uso fardero sobre una reforma, la de 2011, que ha permitido construir vías de protección contra el poder en un país donde impera la impunidad, la corrupción, la desigualdad y la violencia, ante una labor que no es suya sino nuestra.
El silencio sepulcral del fin de semana es complicidad, no quieren reconocer que no son tan admirables, ni tan grandes sus próceres del derecho y la democracia.