Redacción
SemMéxico. Nicaragua. 11 de marzo de 2020.- Casi dos años después de que Nicaragua se sumió en una grave crisis política y social, más de 100,000 personas huyeron de la persecución y los abusos contra los derechos humanos en el país, buscando asilo en el extranjero.
Así lo dio a conocer la portavoz del ACNUR, Shabia Mantoo, en la conferencia de prensa del pasado martes en el Palacio de las Naciones en Ginebra.
Señaló que incluso después de que el aumento inicial de la violencia en abril de 2018 disminuyó, estudiantes nicaragüenses, defensores de los derechos humanos, periodistas y agricultores continúan huyendo de su país a una tasa promedio de 4,000 personas cada mes. Sin una solución a la crisis interna a la vista, el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, espera que estos números crezcan.
La primera parada para la mayoría de los refugiados nicaragüenses es Costa Rica, que alberga a dos tercios de todos los refugiados y solicitantes de asilo nicaragüenses, o unas 77,000 personas. Un poco más de 8,000 han huido a Panamá y otros 9,000 a Europa, mientras que México alberga a unas 3,600 personas. Unos 5.100 adicionales están alojados en otros países, que comprenden un total de 103.600 refugiados nicaragüenses y solicitantes de asilo en todo el mundo hasta la fecha.
Desde octubre de 2019, Costa Rica, con el apoyo del ACNUR, ha simplificado los procedimientos de determinación de la condición de refugiado para perfiles comunes de aquellos que se sabe que son perseguidos en Nicaragua, lo que está reduciendo el tiempo para que las personas sean reconocidas como refugiadas y les otorgue protección.
A través de un acuerdo con el ACNUR, Costa Rica también ha permitido el acceso al sistema público de salud a 6,000 de las y los solicitantes de asilo más vulnerables. Estos incluyen personas con afecciones o discapacidades crónicas, aquellos que necesitan cirugía, sobrevivientes de tortura y personas que viven en la pobreza extrema.
Bajo un Marco Regional de Respuesta Integral a los Refugiados para abordar los desafíos del desplazamiento forzado en y desde Centroamérica, conocido como MIRPS, el ACNUR coordina con las autoridades gubernamentales y otras agencias de la ONU para monitorear los movimientos transfronterizos y responder a las necesidades humanitarias y de protección de quienes huyen Nicaragua. Esto también incluye la provisión de atención médica, apoyo psicológico, refugio y asistencia alimentaria.
SEM/GR