Juego de Palabras
Yaneth Angélica Tamayo Avalos
SemMéxico, Querétaro, Qro. 20 de noviembre 2020.- Las relaciones de poder desiguales y la discriminación en razón de género, cada vez impacta con mayor fuerza a las mujeres generando situaciones más complejas, en donde los evidentes rasgos de diferenciación y prejuicios sociales menoscaban su dignidad y las excluye de las esferas privadas y públicas.
Situación de la cual no escapan las mujeres que se desarrollan en el ámbito político, ya que dichos prejuicios se manifiestan en prácticas misóginas que reflejan un impacto negativo y diferenciado entre ellas y los individuos con los que comparten el espacio social y político, generando situaciones que impiden condiciones de igualdad, equidad y justicia en el ejercicio de sus derechos político electorales.
Lo que se traduce en discriminación y violencia política contra las mujeres que aspiran a un cargo de elección popular. Dicho proceso se ha caracterizado por la indebida actitud de los integrantes de los partidos políticos quienes de forma arbitraria, dolosa e impositiva incumplen de forma sustantiva con lo establecido en la norma.
La constante simulación de los actores políticos para negarse a cumplir con la igualdad sustantiva y la paridad horizontal, resulta en una evidente misoginia, ya que por un lado aplauden los lineamientos de paridad de género en candidaturas a la gubernatura, pero por otro los impugnan.
La resistencia y sesgada aplicación de las normas por parte de integrantes de los diversos partidos y cúpulas de poder, han evidenciado sus diversas formas de eludir la obligatoriedad de asumir lo dispuesto por la ley y bloquear a aquellas mujeres que luchan por desarrollarse en el ámbito público y contribuir con el adelanto de las demás mujeres que las respaldamos.
Es inadmisible que a más de 6 años de haber incorporado de forma obligatoria las acciones afirmativas en materia electoral, los partidos políticos sigan realizando simulaciones y prácticas tendientes a desvalorizar y minimizar la contribución y el desarrollo de las mujeres que militan.
Los partidos políticos no han entendido que uno de los principales objetos de implementar acciones afirmativas es el evitar los abusos de poder ejercidos en contra de las mujeres cuya aspiración es el ejercicio de sus derechos políticos-electorales en igualdad de condiciones.
La resistencia de los individuos al interior de los partidos políticos, perpetua una brecha que sigue propiciando la diferencia entre mujeres y hombres, la cual se refleja en una desigualdad intrínsecamente injusta.
Por lo que, mientras no exista voluntad e interés para asumir los errores históricos y deconstruir las estructuras sociales que imperan al interior de los partidos políticos, será imposible alcanzar una igualdad real, donde la mujer sea valorada por sus cualidades y no sea discriminada ni violentada para desistir de sus ideales y necesidades.
Solo queda, observar cómo se desarrollará este proceso electoral para estimar que medidas habrán de tomar aquellas mujeres interesadas en contender en el proceso electoral del 2021, lo que les permitirá desarrollar una estrategia con la cual puedan evadir las artimañas y simulaciones cada vez más minuciosas de sus adversarios.