- En el 2021 se pondrá a prueba si los avances legislativos para combatir la violencia política de género fueron suficientes
- Son 21.3 mil cargos de elección, en los que destacan 15 gubernaturas, congreso federal, congresos locales y ayuntamientos.
Érika Flores/La Silla Rota
SemMéxico/La Silla Rota. Cd. de México. 29 de diciembre 2020.- El 2021 será el año en que se pondrá a prueba si los avances legislativos para combatir la violencia política de género, fueron suficientes para garantizar que las candidatas que participen en la elección más grande en la historia de México, no denuncien ningún caso de violencia física, psicológica, simbólica, sexual, patrimonial, económica o feminicida (según definió la CNDH). Son 21.3 mil cargos de elección, en los que destacan 15 gubernaturas, congreso federal, congresos locales y ayuntamientos en los que, si los partidos adoptan los criterios de cuotas por paridad de género, estaríamos hablando de un promedio de 10.5 mil candidatas.
Sara Lovera, periodista especializada en temas de género cruzó los dedos. «¡Hay que decir que no debe haber casos! Que todos están comprometidos en que se va a evitar, que todo lo que se está haciendo es prevención». Molesta, advierte, «¡En eso deberíamos estar los medios! Abonando a la paz, a la prevención; no al amarillismo. La violencia contra las mujeres no es un tema ¡Es una desgracia!».
Desafortunadamente, los casos pueden conjugarse en presente y pasado, según testimonios documentados por el portal semmexico.mx que Lovera dirige. Violeta Parra, coordinadora de Vinculación con Instancias Públicas y Sociedad Civil de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Guerrero (CDHEG), así narró el caso de la ex presidenta municipal de Mártir de Cuilapan, Felicitas Muñiz Gómez.
Contó que, desde el primer día de su gobierno, intentaron frenarla. Hubo bloqueos carreteros, pobladores trataron de impedir que las autoridades acudieran a su toma de posesión. Todo ello terminó en un zafarrancho que dejó como saldo 14 personas lesionadas, la mayor parte de su administración despachó desde su casa –la cual fue baleada- y le quemaron cinco vehículos
Otro. «Una aspirante a gobernar el municipio de Iguala, quien fue violentada desde su propio partido, sometiéndola a un cumulo de violencias, y aunque pudo haber iniciado un proceso, no lo hizo «la cansaron, al final dijo, ya no quiero nada, no quiero denunciar, no quiero repetir por lo que he pasado», y ya no participó en el proceso electoral», relató Parra. «En Guerrero es peligroso ser candidata, precandidata o aspirar a un cargo público, a una posición pública» advirtió.
Un último. Wilma Zavala la diputada local por Michoacán que fue víctima de extorsión y violencia digital por lo que realizó la denuncia correspondiente. «Es un hecho de cobardía, inhumano y que violenta la intimidad de las personas… Estamos aquí para alzar la voz por las mujeres del Congreso», declaró a la prensa.
LOS PORQUÉS
Dania Ravel, consejera electoral lo explica en su ensayo «Violencia política contra las mujeres en razón de género cifras y casos de proceso electoral 2017-18″. «Las mujeres que pretenden acceder a la vida política se han enfrentado a estereotipos de género, así como hay trabas institucionales amparadas ante el pacto patriarcal… Aunque existen avances significativos en la materia, es innegable reconocer que ser mujer y querer ejercer en plenitud los derechos políticos electorales sigue generando opiniones en contra y en los casos más graves violencia».
Si bien en octubre el INE aprobó lineamientos para que los partidos políticos prevengan, atiendan, sancionen, reparen y erradiquen la violencia política para proteger los derechos políticos de candidatas, precandidatas, militantes y dirigentes, entre otros; la realidad es que, en la práctica, detrás de los discursos políticos, los cuestionamientos llegan desde los propios partidos porque finalmente hay una sola silla para varios aspirantes.
Rabel destacó (con base en jurisprudencia emitida por el Tribunal Electoral) que violencia política son también las acciones u omisiones de servidores públicos «que se dirigen a una mujer por ser mujer (en razón de género), tienen un impacto diferenciado en ellas o les afectan desproporcionadamente, con el objeto o resultado de menoscabar o anular sus derechos político-electorales, incluyendo el ejercicio del cargo».
Y destacó que en el proceso electoral 2018 el instituto documentó 31 casos relacionados con violencia en redes sociales, así como agresiones físicas y verbales. Ejemplificó el caso de la candidata del PAN a la gubernatura de Puebla que fue menospreciada en dos spots de radio y televisión por el hecho de ser mujer, esposa de un político». Y finalizó que también se registraron 27 asesinatos contra precandidatos y candidatos de los cuales 7 fueron mujeres.
EL TRABAJO DE LAS LEGISLADORAS DE LA PARIDAD
Martha Tagle, diputada por Movimiento Ciudadano e integrante de este grupo apartidista integrado por diputadas federales de todos los partidos políticos enlistó a La Silla Rota «hay mujeres en los cabildos donde los hombres se ponen en su contra, les quitan atribuciones, ejercen violencia física, emocional, patrimonial. Conozco casos de alcaldesas que han tenido que salir de su domicilio escondidas en su coche, porque las agreden físicamente o porque han intentado sacar sus automóviles de la carretera. Cosas realmente graves. Y es porque en la medida en la que aumenta el papel de las mujeres en el ámbito político, los hombres muestran mayores resistencias».
No obstante, advirtió, el tema dio un giro «hacia lo políticamente correcto, difícilmente los hombres se van a oponer abiertamente a una agenda de derechos de las mujeres. Saben que eso tiene un costo político». Y ejemplificó con el acuerdo del INE para impulsar la paridad de género en 7 de 15 candidaturas a gubernaturas, un acuerdo impugnado por senadores, senadoras, partidos; cuestionado por el Tribunal Electoral al afirmar que el instituto se había extralimitado en sus funciones. Y ahora resulta que algunos partidos se pronuncian por acatar voluntaria, que no mediáticamente, la medida.
Las legisladoras de la paridad trabajaron duro por crear un marco legal, «sólo hace falta que se aplique», celebra Tagle. «son 86 leyes, en abril se publicaron todas las reformas en materia de violencia política contra las mujeres, están armonizadas en una buena parte del país y aparte el INE emitió lineamientos generales, instrumentos legales. Necesitamos que las mujeres presenten denuncias y quejas ante el INE porque es la vía legal que quedó en la ley; él será el encargado de prevenir, investigar, atender y sancionar la violencia política contra las mujeres«.
En general, adelantó, este cúmulo de noticias fue bien recibido por mujeres políticas sean dirigentes, alcaldesas, candidatas, aspirantes o regidoras, entre otras.
¡Están echadas para adelante! Antes difícilmente se hubieran atrevido a ir contra la dirigencia de su partido, o hablar si antes ellos no se expresaban sobre las gubernaturas. Ahora las vemos expresándose para apoyar los lineamientos y decir ¡Aquí estamos! Todas saben que se enfrentarán situaciones complicadas, pero esto se tiene que enfrentar en conjunto, no solas
Pero, reconoció, «si bien toda esta legislación no lo resuelve todo, abrió camino».
«¡VALE MADRES!»
Sara Lovera resumió que la violencia contra las mujeres es un delito desde 1881 y que ha evolucionado en los últimos 140 años. «Los hombres matan a las mujeres todos los días, en todas las posiciones, sean o no políticas: porque no hacen la sopa, porque no llegaron a una asamblea o porque le van a quitar el lugar a un tipo», ejemplificó.
«Me parece que hoy la violencia política de género es resultado de la iniciativa ciudadana Tres de Tres que exige candidatos sin antecedentes de violencia sexual, o en casa, o que no sean responsable de entregar una pensión». Llama la atención que su perspectiva del tema aborda un ángulo que no está en el discurso de la consejera Ravel ni la diputada Tagle; es natural, el tema tiene muchas aristas aún por revisar y discutir.
«Los asuntos de violencia contra las mujeres en los municipios y durante la campaña no son noticia. Sigue estando oculta. No es cierto que el tema este de moda ni que está en la agenda política. Me refiero a los últimos 7 asuntos en Guerrero: en ningún lado son ocho columnas ni primera plana. Hay varias compañeras mujeres que desde 2018 siguen sin poder tomar posesión en 30 posiciones en Chiapas ¡Eso no es un escándalo, ni es político!», acusó.
«Es político pensar que a un señor lo van a incluir en el padrón de sancionados del INE ¡Y el padrón vale madres! Los agresores lo hacen en lo oculto; y si no tienen una denuncia los veremos en las listas; y si tienen influencias, ahí van a estar. El problema es entender que están mal las relaciones entre hombres y mujeres, no la coyuntura… Terminamos siendo una estadística: que van 18, que van 22. Ojalá no pase nada en 2021, en lo personal no me importa el padrón de violencia de género porque lo que hay en este país es impunidad, aunque haya padrones».