Micaela Márquez
SemMéxico. Ciudad de México, 2 de marzo, 2024.- Para Leonora Carrington el arte fue un medio de transmitir antiguos mitos sagrados en un mundo moderno, desacralizado y deshumanizado, de conflictos militares, económicos y políticos. “Se preguntaba sobre el destino del ser humano y del arte”, expresó Miguel Ángel Rosas del museo legislativo.
En el marco de la noche de museos, el Museo Legislativo “Sentimientos de la Nación” de la Cámara de Diputados llevó a cabo el conversatorio y proyección del documental “El mito y lo sagrado, la escultura surrealista de Leonora Carrington”, de Alán David Cabrera.
El cineasta y autor del documental, destacó que Leonora Carrington es una artista de la cual se puede aprender mucho, ya que siempre se reinventó; “todo el tiempo estuvo recibiendo golpes, levantándose y dándole la vuelta a las vicisitudes”.
Resaltó que para la película estableció un casting distinto a lo que es para dar la oportunidad de hablar de ella a quienes no lo habían hecho, pero hubieran tenido un acercamiento con ella y perfiles familiares para ciertos sectores, como juveniles, feminista y de la tercera edad.
Leonora Carrington era una mujer muy explosiva y eso está reflejado en su trabajo. “Era muy consciente de muchos temas y profundamente estudiada de muchas mitologías; por ello, su obra es tan vasta y enriquecida”.
Narró que fue recapitulando información y, con ella, logró hacer una película. Detalló que el proceso de su trabajo inició como un proyecto escolar y se le invitó a exhibir el documental escolar en una alcaldía de la Ciudad de México, a partir de lo cual decidió preparar la película, misma que “ya ha recorrido muchos espacios y la gente muestra interés por verla”.
Miguel Ángel Rosas, curador del Museo Legislativo, afirmó que Leonora Carrington hacía referencia del mito y lo sagrado para expresar poéticamente la necesidad de una espiritualidad en el mundo moderno.
Leonora Carrington siguió produciendo hasta casi al final de su vida y en 2005, con más de 90 años, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes, “que es el reconocimiento más importante que el Gobierno Federal le puede dar a un artista.
Comentó que en el documental se pone énfasis en el papel de la escultura y, sobre todo, en la temporalidad de los años ochenta. La riqueza de este trabajo está en el cambio de enfoque y mirada. Es admirable cómo una mujer que va perdiendo sus capacidades físicas y llegan las enfermedades, como la artritis, no la detiene y se reinventa y hace proyectos nuevos. “Eso se destaca en el documental”.