Moisés Sánchez Limón
SemMéxico, Cd. de México, 26 de abril, 2022.- Eso de exhibir traidora de la patria, a la oposición legislativa que echó a perder la fiesta eléctrica de Su Alteza Serenísima, es una especie de apantalla pendejos, por citarlo en francés antiguo.
Y más a los que, se presume inteligentes, defienden rabiosamente la propuesta de mandarlos a chirona, Código Penal Federal en mano sin conocer su contenido y mandamientos, pero como antorcha enhiesta por Torquemada de caricatura, piden su cabeza.
¿Consulta ciudadana para demandarlos penalmente? Es broma de mal gusto pero sustento de una campaña para reposicionar a Morena en el ánimo ciudadano que le ha dado la espalda, por ejemplo en la consulta para la revocación de mandato.
El licenciado presidente dice no estar de acuerdo con la propuesta del gerente del Corporativo Morena, Mario Delgado, y el patriota ex priista distinguido Ignacio Mier, pero…
¿Recuerda usted que en la mañanera del jueves de la semana pasada llamó a identificar y denunciar a diputados federales del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano que votaron contra su iniciativa de reforma eléctrica?
¿Entonces?
El doble lenguaje del Santo Patrono de los otros datos que, en esa mañanera, acusó a los diputados de oposición de defender “en contra de los mexicanos” a empresas extranjeras del sector eléctrico, en especial Iberdrola, acto que calificó traición a la patria y se dio el lujo de mostrar las sanciones aplicables a ese delito previstas en el Código Penal Federal, pero se equivocó de artículo y aludió al 150 que sanciona el delito de evasión de presos.
En serio, no se ría.
Dueño de los otros datos, mentía, pero corrigió el equívoco del dato y se fue al Capítulo I Traición a la Patria, cuyo Artículo 123 determina:
“Se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta de cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes: (…)”.
Ahí está el fondo del engaño porque, en ninguna de las 15 “formas siguientes”, se alude a legisladores.
Aunque, ¿ya se dio cuenta de las sanciones aplicables al que cometa traición a la patria? Son de risa: de cinco a cuarenta años de prisión y multa de hasta cincuenta mil pesos. Ocurre que la última reforma hecha a esta ley, en particular al artículo 123 data de julio de 1970, es decir, de hace más de medio siglo.
Sí, dirán los defensores de las ocurrencias presidenciales y de sus operadores, que los diputados federales son mexicanos y que los pueden mandar 40 años a chirona, pero evitan referir o desconocen que los legisladores locales y federales están protegidos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, cuyo artículo 61 determina:
“Los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos, y jamás podrán ser reconvenidos por ellas.
“El Presidente de cada Cámara velará por el respeto al fuero constitucional de los miembros de la misma y por la inviolabilidad del recinto donde se reúnan a sesionar”.
Usted estará de acuerdo en que es improcedente e inconstitucional denunciar penalmente a los diputados que votaron contra la reforma eléctrica.
Es un engaño del maestro del engaño, Andrés Manuel I, Santo Patrono de los otros datos, pero sus seguidores y, en especial, la bancada morenista en la Cámara de Diputados demuestra ignorancia respecto del precepto constitucional relacionado con el fuero constitucional que el cargo les otorga.
Por ello y con carácter de urgente, antes de pretender linchar a la oposición, los legisladores de Morena y socios deben someterse a un curso intensivo de conocimiento de la Constitución y leyes secundarias.
De los seguidores fundamentalistas y defensores oficiosos que suelen leer mal lo que se publica en la prensa y presumen de expertos, qué le digo. No tienen remedio.
Sólo hay que citar lo dicho, en un acto de fin de semana expresamente convocado para denostar contra la oposición legislativa federal, por Mario Delgado e Ignacio Mier que se presume son leídos y estudiados, cuyo exhorto a las huestes morenistas distan de llamados al diálogo y el respeto por quien piensa diferente.
Hay que fusilar a los diputados opositores en un “paredón pacífico” dijo Ignacio Mier y luego matizó y refirió que lo que quiso decir es que el fusilamiento debía ser “con pétalos de rosa” y que se exprese con lápiz y pluma, o marcador –no como a los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía junto con Maximiliano de Habsburgo, en el Cerro de las Campanas–, pero días antes, en el pleno cameral, los llamó traidores en un ánimo poco amigable, sin pétalos de rosa.
¡Ah!, Mario Delgado, en ese mismo acto llamó a denunciar y procesar penalmente a los diputados de la oposición.
No dudo que Mario e Ignacio saben que mienten, pero políticamente es redituable el linchamiento de la oposición, tiene el alto condimento de esa mentira que Su Alteza Serenísima echa a andar desde el púlpito de Palacio Nacional para convertirla en verdad con fines electorales.
Hace unos días, el respetado y respetable Ángel Verdugo, en su programa vía YouTube abordó el tema y explicó a su audiencia lo que hoy le aporto para desmentir al licenciado presidente. Sí, el Duce sabe que miente y se sigue de frente: engaña a sus seguidores y simpatizantes, profundiza en esta división que ha provocado entre la sociedad mexicana.
¿Usted le cree? Yo tampoco.
Miente como respira, engaña y disfruta del engaño. Se asume sabelotodo y salvador de la patria, con un discurso que tiene raíces en los tiempos del “Arriba y Adelante” y “La Solución Somos Todos”, abrevó en esa fuente que nada tenía de demócrata ni respetuosa de la libre expresión, pero sí mucho de represora que, con la reforma política de 1977, abrió cauces a la oposición para legitimarse.
Así, vale la pena referir a esa supuesta desaparición del fuero constitucional del Presidente de la República, impulsada por el Duce López Obrador para legitimar su mandato, como ha ocurrido con la ilegal consulta para la revocación de mandato, porque su aplicación es para el presidente en el cargo en 2026.
Y es que, en la reforma constitucional aprobada en septiembre de 2020, en el artículo 111 se establece que “para poder proceder penalmente contra el presidente de la República, sólo habrá lugar a acusarlo ante la Cámara de Senadores en los términos del artículo 110”.
Vaya, no es nada sencillo procesar al Presidente. El mecanismo legal es de suyo tortuoso que implica mantener el fuero al Jefe del Ejecutivo Federal.
Pero, en esto de los diputados federales de la oposición, priistas, panistas, perredistas y emeceístas, son la presa que el morenismo fundamentalista lincha en acatamiento de la orden dictada por Andrés Manuel I, quien ya les aplicó la ley, aunque ésta es un equívoco.
Difama que, aunque no manche, por lo menos tizna, de acuerdo con los dicharachos de Su Alteza Serenísima que acompaña con la risita nerviosa. La ley es la ley, Andrés Manuel, aunque la apliques selectivamente o la niegues cuando te perjudica.
Por cierto, luego le comparto otros datos, éstos reales e integrados a la denuncia hecha hace tres años contra Ignacio Ovalle Fernández, blindado por su amistad con el licenciado presidente, quien le debe algunos favores, algunos. ¡Caray! Conste.
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