KYRA NÚÑEZ
SemMéxico/ El Sol de Chiapas. Tuxtla Gutiérrez, Chis. 7 de enero de 2020.- Se preguntan, afligidos, ¿cómo se llegó a esto? a que una banda de extremistas irrumpa en el Capitolio precisamente cuando ambas cámaras de Representantes iniciaban el proceso tradicional de confirmación legal del triunfador de las pasadas elecciones presidenciales de noviembre a favor de Joe Biden.
Era inevitable. Hace cuatro años eligieron a un “madman” que tomó de rehén a la llamada primera democracia mundial y la llevó al lugar más bajo que se le da a un país: a comportarse como república bananera, a ser rehén de un ególatra con comportamiento de dictador que incita al terrorismo doméstico porque no admite que perdió.
Tarde, pero llegó la gran crisis de gobierno en Estados Unidos. Mostrando una de sus caras más tenebrosas: la del extremismo blanco.
Se venía venir desde el primer día que el @realDonaldTrump se declaró triunfador de la presidencia sobre el voto popular a favor de la política Hillary Clinton, pero a pesar de las repetidas advertencias del problema de ego y multipolar del “fake” magnate estadounidense, la estructura política norteamericana inclinada a la corriente Republicana no hizo caso de las llamadas, repetidas, de alarma de que la democracia estaba llevada al precipicio, porque es cierto lo dicho por Biden: la democracia es frágil, pero para serlo, pienso, se necesita un Trump.
Quienes esperábamos la asunción de Joe Biden como Presidente por el Congreso Electoral del vecino del norte, esperábamos igualmente que el Vicepresidente Mike Pence no caería en la presión de Trump, incluso esperábamos el berrinche supremo del falso mandatario acompañada de la manifestación de su grupo de jóvenes seguidores actuando con violencia por las calles de Washington.
Pero no esperábamos la insurrección de los “patriotas a la Trump” con la rabia desplegada y el desparpajo para ingresar nada menos que al Capitolio como meros mafiosos y secuaces violentos reivindicadores de los Confederados sureños.
Todo ante la vista de millones de televidentes. Ante la mirada, incrédula, de gobernantes demócratas del mundo.
Imponerle la 5ª. Enmienda, o sea sacarlo del poder presidencial, es válida, aunque sea a dos semanas antes del término de su nefasta presidencia que tanto daño le ha hecho al país de las barras y estrellas, así como al mundo entero.
Esta horrible e increíble jornada de terror hoy en Washington ¿es el inicio del fin de las locuras de Trump o el inicio de una oleada de violentos actos ilegales por los Blancos Supremacistas que durará 4 años a partir del 20 de enero?
Imaginemos por un momento el mensaje para el mundo: si en Estados Unidos puede ocurrir lo de hoy, puede suceder también en todo país donde la democracia no sea la clave de gobierno estable, digno y de honor.
Por ahora, Día de Reyes de 2021, es el día de la vergüenza universal para Estados Unidos.