- Profesorado y personal de investigación piden se revise el documento del gobierno federal
- Obligación del Estado asegurar el derecho a la salud de los 15.4 millones de mexicanos mayores de 60 años
Elda Montiel
SemMéxico, Cd. de México, 16 de abril, 2020.- Especialistas en derechos humanos y envejecimiento del país demandan al gobierno federal que revise la redacción del “Borrador de la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Critica”, publicada el 15 de abril del 2020 por el Consejo de Salubridad General.
Se trata de evitar que se difunda información que, a partir de un argumento de supervivencia, promueva imágenes negativas sobre las personas que envejecen lo que podría promocionar ideas discriminatorias o que promuevan la idea de que las personas mayores de 60 años valen menos que el resto de la sociedad.
Categóricamente, los y las profesionales más destacados de los centros, universidades, institutos, y sociedades del país le señalan al gobierno federal que los Derechos Humanos no están en contingencia, si bien reconocen que la pandemia global por COVID 19 impone retos diversos a las autoridades sanitarias por la amenaza de contagio a la población que puede conducir a la perdida de la vida.
Especifican que por mandato constitucional del Artículo 1º, sustentado en la cláusula antidiscriminatoria y el principio pro persona, el Estado debe protegerlos, promoverlos, respetarlos y garantizar los derechos humanos de los más de 15.4 millones de personas mayores de 60 años del país.
Los profesionales hacen un llamado a la sociedad y a los gobiernos locales a sumarse y proteger y garantizar el derecho a la vida de las personas mayores, los cuales el 73.1 % son totalmente independientes y más del 80 % pueden participar en programas comunitarios y sociales, por lo que son parte fundamental de nuestra sociedad.
Advierten que el criterio de actuación establecido en el borrador de la Guía Bioética plantea frases y ejemplos que podrían promover medidas de actuación discriminatorias y edadistas, que no tomarían en cuenta el principio pro persona de los mayores de 60 años, ya que la oración “la mayor cantidad de vidas por completarse”, podría interpretarse que la vida de las personas mayores puede ser menospreciada, párrafo que transmite la idea errónea de que existen futuros más importantes que otros.
La Guía señala que “Recurrir al principio de vida completa no discrimina injustamente a las personas comparativamente más viejas. Ello es así pues la persona que no recibe tratamiento ha gozado de un bien, vivir una vida que incluye más etapas, por más tiempo. Esto quiere decir que la persona menor de edad está en una situación donde perdería mucho más si no accede a los recursos escasos de medicina critica. Lo que perdería es la posibilidad de obtener el bien vivir una vida que incluye más etapas”.
Este párrafo, transmite la idea errónea de que existen futuros más importantes que otros.
Recuerdan que en el presente 2020 el marco jurídico internacional es una certeza entre las naciones y los individuos y que puntualmente la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores reconoce el pleno goce y ejercicio de los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas mayores de 60 años, como el Derecho a la Vida y la Dignidad en la Vejez; el Derecho a la Seguridad y a una Vida Libre de Violencia.
De manera particular, establece el Derecho a la Salud como una obligación irrenunciable del Estado que no podrá ser restringida o suspendida y deberá ser otorgada sin discriminación.
Las y los académicos profesores e investigadores especialistas en envejecimiento, derechos humanos y personas adultas mayores de las Demandan una política pública incluyente y con perspectiva de Derechos Humanos para avanzar en bien de la sociedad.
El pronunciamiento lo suscriben profesorado y personal de investigación de Universidades, Centros, Sociedades, Institutos y Profesionales de Derechos Humanos, envejecimiento y personas mayores. Entre los que se encuentran Verónica Montes de Oca, coordinadora del Seminario Universitarios Interdisciplinario de Envejecimiento y Vejez (SUIEV); la Escuela Nacional de Trabajo Social, los Institutos de Investigaciones Biomédicas; los Institutos de Biología, Geografía, Casa de las Humanidades, y también las Universidades del país.
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