Rocío Fiallega
A la vuelta del olvido
encuentro mis brazos
repletos de flores
como si de la tierra
hubieran emergido
las palabras y las voces.
Se rompieron los lazos
con las raíces de la tierra hueca.
Saltando de la tumba al mundo
queriendo acariciar el cielo
manos aves y uñas garras,
con esta mirada nueva
deshaciéndose de hojas secas
que se van esparciendo
para contar cuentos.
La resurrección no es como la pintan
reza una voz.
Desde la obscuridad del momento
regresan a nosotros todos los tiempos
las pupilas inventan otras raíces
y las lecturas del mundo se dilatan.
Desde la emergencia de mis pasos
atrás queda el epitafio
la vida cual metáfora
vuelve a la espiral cíclica.
Rompe la roca
diría el poeta.
Yo sólo renazco
para ser mar.