Por Rocío Fiallega
SemMéxico, Cd. de México, 9 de octubre, 2021.- El inminente calor al invita a la cama a pesar de que son las siete de la noche, lo único que la salva es la lectura, un café, un cigarro, la noche, las noches sin su cuerpo.
¿Qué lectura podrá salvar la escritura de su cuerpo? Discurso aprendido desde el hotel de paso hasta la cama compartida por años. La ausencia de su mirada comenzó en algún otoño; para el invierno, sus pires fríos bajo tres cobertores y una sábana hacían que en cada rincón del cuarto se instalara el insomnio vigilante.
Nostalgia y melancolía eran palabras que no llegaban a sus labios hasta que miró la portada, recordó sus labios y sus ojos, redención del mundo; calculó los movimientos que realizaban para seguir en sincronía con la vida, dos cuerpos en diálogo.
Hoy las nuevas arrugas ya no son reconocidas, ni las canas o las letras que se van convirtiendo en hormigas, esa ausencia se acerca como una sombra silenciosa, también cada libro con su nombre.
V
El camino del jaguar en la selva urbana. Los sonidos del protagonista de este teatro que es la vida se alzan como rituales atemporales, el presente se persigue a sí mismo y las notas musicales y guturales van despertando los instintos. Mientras danzo, resignifico, el cuerpo se expresa en resonancias y placeres, algo despierta, para cuando abro los ojos, vibro con mi piel bañada en luz, desbordada en fortaleza, soy poderosa.
VIII
Sus lágrimas son el estallido de la esencia del dolor en un performance de imágenes, vértigo de la caída que se convierte en vacío que imagina fronteras, la pasión es el madero de este naufragio. Silencio. Las horas se concentran en flamas que buscan la ascensión, incendio de metáforas que bailan en su mente. Afuera llueve, el granizo golpea la ventana, en la estridencia de la noche ella se siente viva otra vez.
IX
Nos vemos donde siempre. El latido se convierte en voz, los pasos en carrera, las manos en lazos; vuelve a soñar con la esperanza. Pervive la sensación de su esencia en la dermis, abrazo de sobrevivientes que ya no tienen nada que perder, porque todo lo han ganado.