* Ya sabes lo que les pasa a las mujeres cuando quieren buscar justicia en este país, le advirtió su hermana
* Se niega Fiscalía de Yucatán a ejercer acción penal contra un agresor
Gabriela Coutiño
SemMéxico, Mérida, Yuc., 26 de octubre de 2023.- “Mi hermana me dijo una vez: ya sabes lo que les pasa a las mujeres cuando quieren buscar justicia en este país”, recuerda “Juanita”, una de las 58 víctimas diarias de violación en México durante 2021 en Yucatán, una de las entidades del país donde la cifra negra de este delito es del 99.9 por ciento, porque ese año solo se abrieron 11 carpetas de investigación de un total de 15 mil 336 víctimas de violación sexual.
El primer dato corresponde al reporte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, dados a conocer el 20 de enero de 2022 en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador. La segunda es la organización México Evalúa, del 8 de marzo del 2022.
Juanita aprendió en carne propia “lo que les pasa a las mujeres que denuncian en México”, la revictimización de las autoridades, la falta de empatía del funcionariado de la Fiscalía de aquella entidad y la negación de su derecho a la justicia a más de dos años de los hechos.
“Ya sabes lo que les pasa a las mujeres cuando quieren buscar justicia en este país”, vuelve a esa frase que como dice “le caló hasta los huesos”, porque aunque no quiere rendirse en la búsqueda de justicia, “se la están haciendo muy difícil”.
Conoció a Mario N, su violador en 2015, cuando ella realizó sus prácticas profesionales en Gastronomía. Tres años después en 2018 regresó para nuevas prácticas. Consiguió un trabajo y reanudó su amistad con Mario “N”. En el 2019 que los dos exploraron la posibilidad de tener un noviazgo que no duró porque Mario tomó y quiso tener relaciones sexuales, pero Juanita lo rechazó.
En el 2020 Juanita inició un emprendimiento, al que ella dedicó todo su tiempo. Mario aparecía de forma intermitente, incluso le ofreció apoyo financiero e insistió en reavivar la relación. Ella decidió poner distancia de por medio y se fue de Mérida.
Regresó para trabajar en un restaurante, Mario la volvió a contactar e insistió en tener relaciones sexuales con ella, Juanita seguía rechazándolo, pero en 2021 acordaron verse para ir a desayunar, sin embargo, Mario abuso de ella.
“El 2 de diciembre de 2021, Mario y yo quedamos para ir a desayunar, previamente le aclaró que no tenía ninguna intención de tener nada que ver con él. Solo iremos a desayunar, le dijo.
Se encontraron en el Toks, cerca de Plaza Las Américas. En la plática, Juanita le pidió que impermeabilizara su casa por lo que al terminar de desayunar se trasladaron al domicilio de ella, solo para que él hiciera el presupuesto.
Fue entonces cuando Mario la agredió sexualmente, pese a las reiteradas peticiones de ella para que se detuviera, hecho que él ignoró y aprovechó su corpulencia física para agredirla sexualmente en dos ocasiones, la última interrumpida con la llegada del novio de Juanita, quien al ver la escena salió de la casa.
“El día se me hizo eterno, no podía conmigo misma, no podía hacer mis labores con normalidad, aunque quisiera”.
Le llamó a una amiga abogada que reside en la Ciudad de México, quien sugirió que buscara a la colectiva Igualdad Sustantiva, done le indicaron que debía acudir al Módulo de Violencia en el Hospital O´horan, donde reportó que había sido violada, le sumistraron medicamentos para evitar enfermedades de transmisión sexual, como el VIH SIDA, medicamento que tomó por un mes.
Lo que siguió, dice, Juanita ha sido un peregrinar. Interpuso una denuncia en la Fiscalía General del Estado de Yucatán por violación sexual. Ahí relató los hechos ante una funcionaria, todo el tiempo se sintió nerviosa, asustada. Ansiedad que persiste todavía hoy, de su vida se alejó el sentirse segura.
En una de las diligencias, Mario solicitó que a ella se le practicaran pruebas psicológicas por parte de una especialista que él mismo propuso. La Fiscalía aceptó. Una evaluación en la que también estuvieron presentes otras personas, una de ellas el abogado de Mario, por lo que se negó a continuar.
Frente a esa situación se sintió vulnerable y lloró. También pudo notar que entre el personal de la Fiscalía y los abogados de Mario había mucha camaradería, lo que le dio mucha desconfianza con el personal de la institución.
Finalmente fue una perita en psicología quien la atendió, su dictamen determinó: “altamente probable que haya sufrido…” Además, exponía que tenía síntomas de sufrir shock post violación, presentaba síntomas de depresión severa, trastorno de estrés postraumático y ansiedad moderada.
Desde que Mario la violó sexualmente ha enfrentado episodio de miedo, inseguridad, ya no acude al gimnasio, desarrolló dismorfia corporal con severos síntomas de baja autoestima, vergüenza, obsesión por su forma de vestir para no llamar la atención y hasta presentó un cuadro de psoriasis.
“Cada notificación de la fiscalía me causaba una ansiedad terrible y no fue la excepción hasta esta última que recibí a finales de agosto de 2023”, cuando la Fiscalía de Yucatán decidió no ejercer acción penal en contra de Mario, su agresor sexual.
Juanita explica que los testimonios, incluyendo los médicos y psicológicos, fueron tergiversados, haciendo parecer que ella tenía dos relaciones sentimentales, amorosas o sexuales al mismo tiempo, “y lo que había sucedido era simplemente algo como ser atrapada en un momento incómodo con Mario por mi pareja”.
Incluso, para la Fiscalía, lo sucedido el 2 de diciembre de 2021 fue un acto consensuado y no había forma de comprobar lo contrario “nadie de esa dependencia estuvo en esa habitación conmigo”.
El otro argumento que utilizaron para no detener al agresor fue que no presentó huellas de violencia física, ni desgarramiento vaginal. “Me sentí victima una vez más, pero esta vez por parte de la Fiscalía”.
Frente a lo sucedido, las palabras de su hermana resuenan en su mente: “Ya sabes lo que les pasa a las mujeres cuando quieren buscar justicia en este país…”.
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