- Fidel Gallegos Figueroa ha manipulado a jueza y magistrada a su favor, se acusa
- Amenazó con dejar a su actual esposa sin nada y quitarle al niño
Lorena Vaniezcot
SemMéxico, Oaxaca, 15 de febrero, 2021.- Fidel Gallegos Figueroa es el Juez federal Segundo de Distrito en el Estado de Oaxaca que, utilizando sus influencias tanto en el ámbito estatal como federal, ha violentado los derechos de su esposa y de su menor hijo, ejerciendo violencia física y psicológica, hoy teme por su vida.
En entrevista para SemMéxico, la víctima pide se reserven sus datos personales y asegura que continúan casados, pero viven separados desde abril de 2020 por hechos de violencia familiar, cuando ella lo denunció la respuesta fue que le quitaría todo y hasta el hijo de ambos.
“Temo por mi vida ante las represalias de Fidel, quien ha mostrado un carácter muy violento”, dice la entrevistada, quien agrega que no sólo es violento en su casa, sino que con sus actuaciones en su contra y el de su hijo, se hace necesaria la intervención de la Judicatura y de las autoridades federales correspondientes para que revisen el nivel de influyentismo de su ex pareja.
Su afirmación, expone que, a nueve meses de la separación, el juez federal y padre de su hijo, ha iniciado seis carpetas su contra, incluso una de ellas, ante la Fiscalía General de la República. Entre las acusaciones destacan una supuesta “desaparición forzada y tortura”, otras por falsedad de declaraciones y robo que involucran a otros familiares cercanos y, por si fuera poco, el haber sido favorecido con una resolución para que de manera inmediata a la separación tuviera “convivencias diarias” con el niño que hoy tiene cuatro años.
Eso aunado a dos multas en contra de la joven, quien también es abogada y no ejerce su profesión desde hace siete años, cuando Fidel Gallegos Figueroa fue nombrado juez en de distrito en Oaxaca, a pesar de que por ser originario de esta entidad tiene vínculos con diversas personas.
La persona denunciante expone a SemMéxico que la justicia ejercida en los mismos juzgados tanto locales como federales y la inacción de la Fiscalía de Oaxaca ante quien ha interpuesto denuncias por violencia contra el menor, se han traducido en beneficios para quien ha utilizado su puesto para favorecerse, como las disposiciones ordenadas por la jueza de lo familiar Gabriela Prieto Allende y la magistrada presidenta del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil y Administrativa del XIII Circuito, Luz Idalia Osorio Rojas, así como el secretario en funciones José Antonio Suárez Gómez.
En ese sentido, dice la víctima, las servidoras públicas han respondido a la amistad que tienen con el demandado, de quien se hace todo lo que él indica, como el hecho de que el Juzgado Cuarto de lo Familiar no ha dejado de trabajar para que se realicen ahí las convivencias diarias.
Y es que contrario a las denuncias públicas que ha presentado otras mujeres por la falta de respuestas en los juzgados, en Oaxaca un juez tiene todas las de ganar, para él nunca se han cerrado las puertas, excepto cuando él así lo decide, como sucedió en diciembre pasado cuando se tomó unos días de vacaciones y viajó con una nueva pareja a Isla Mujeres, a pesar de no estar legalmente separado, señala.
El abuso de poder, explica la entrevistada, ha sido perjudicial no sólo para mí, lo más doloso es que también ha abusado de su poder en contra del niño a quien ha tenido que llevar todos los días para la convivencia, no importa si está enfermo, dormido o apesadumbrado por la situación, no importa, incluso, que yo esté enferma, como ya ha sucedido.
La víctima cuestionó también la actuación de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer por Razón de Género en donde hay al menos dos carpetas interpuestas por ella y ocho por su menor hijo por lesiones y a las cuáles no se les ha dado seguimiento, incluso una MP de nombre “Minerva” desapareció una de las carpetas por cosa de un mes y, por otro lado, en esa Fiscalía no se permitió la denuncia por la lesión que el niño presentaba en el pene.
Después de un hecho de violencia en su hogar en abril de 2020, la tortura comenzó, el juez inculpado por violencia familiar, solicitó convivencia con su hijo, lo que concedió la juez de lo familiar Gabriela Prieto Allende, incluso los sábados y domingos, pese a la pandemia, en ese momento el secretario del Juzgado 1 de Distrito del Estado, José Antonio Suárez, indicó que la convivencia dejaría de ser virtual porque “la radiación del teléfono” podría afectar al menor, sin argumento alguno de su dicho.
A pesar de que la víctima, advirtió a la jueza sobre hallazgos encontrados en el niño por posibles delitos de violencia, lo que ocasionó retrocesos en el control de esfínteres tanto de día como de noche, no lo tomó en cuenta.
La jueza, en alguna ocasión incluso respaldó el señalamiento de que el niño tenía moretones, cuando en realidad eran lunares de nacimiento, hizo que lo llevaran a un médico de la Cruz Roja, quien confirmó que eran machas de nacimiento, a lo que el juez y padre del niño respondió amenazando al médico.
La denuncia interpuesta en la FGR por desaparición forzada y tortura es porque en diciembre pasado no se presentó a la convivencia con el menor, quien se encontraba enfermo el 9 de diciembre, y mientras inicialmente a mí me multan, al juez Fidel Gallegos Figueroa le permitió ausentarse sin problema para que tomara sus vacaciones.
Además, para el 18 de diciembre ya era un escándalo mundial, dice la entrevistada, quien había sido acusada de haber desaparecido con el menor, hecho que constatado por el actuario judicial adscrito al Juzgado Octavo de Distrito en el Estado.
En suma, dice la víctima en entrevista para SemMéxico, el uso indebido de su influencia por parte de su expareja, ha provocado una serie de daños a la vida del menor, y acusó a quienes han intervenido de violentar los derechos de ella y del niño, sin que hasta ahora ninguna autoridad la haya apoyado en su demanda “porque le tienen miedo al juez”.
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