Autoridades de EU vigilan a migrantes en el Puente Internacional Paso del Norte, en Texas / Foto: Nacho Ruiz / Cuartoscuro.com
El nuevo presidente de EU podría deportar hasta 200 mil mexicanos en un año
Carlos Tovar
SemMéxico/ El Sol de México, Cd. de México, 8 de noviembre, 2024.- El gobierno mexicano debe tomar en serio las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre las deportaciones masivas de migrantes que realizará una vez que llegue al poder, en enero próximo, consideró la exembajadora de México en la Unión Americana, Martha Bárcena Coqui.
La diplomática que hace seis años entregó al entonces presidente Donald Trump sus cartas credenciales como representante de México en Estados Unidos, dijo en entrevista con El Sol de México que si bien el gobierno de Washington no tiene la capacidad de deportar a un millón de migrantes por año, sí está en posibilidades de sacar del país a 400 mil, de los cuales “muy probablemente unos 200 mil sean mexicanos”.
“Al confirmarse la victoria de Trump, el gobierno de México debe tener presente que seguramente él va a tratar de cumplir sus promesas de campaña”, afirmó Bárcena. “Esa realidad nos fija retos en cuatro áreas: un posible cierre de la frontera el primer día que tome posesión; las redadas y deportaciones masivas de indocumentados; la cooperación en seguridad para contener el flujo de fentanilo y la revisión del tratado comercial”.
Sobre las deportaciones, Bárcena Coqui advirtió que la coyuntura impone enormes desafíos a las autoridades mexicanas, no sólo para brindar protección consular a los connacionales y vigilar que se respeten sus derechos humanos, sino para incorporar al mercado laboral a esos mexicanos que sean expulsados de Estados Unidos, ya que la mayoría de los empleos en México son informales.
¿Cómo debería prepararse el gobierno mexicano para negociar con Trump y encarar los desafíos en materia migratoria?
Yo creo que estableciendo diversos escenarios, sabiendo dónde están nuestras líneas rojas, qué es lo que no podríamos aceptar y qué es lo que pediríamos a cambio, y no esperar nada más a ser reactivo, sino justamente estar avanzando en propuestas muy concretas.
¿Tiene indicios de quiénes integrarán el gabinete de Trump y quiénes estarán negociando con el gobierno mexicano?
Ya se empieza a hablar de un retorno de Robert Lighthizer, no necesariamente como consejero comercial, sino como secretario del Tesoro. Se habla de un posible retorno de Mike Pompeo, de Robert O’Brien, que fue su asesor de seguridad nacional al Departamento de Estado.
Otro funcionario mexicano que entre 2018 y 2019 vivió en carne propia los efectos de la política migratoria de Donald Trump es Tonatiuh Guillén, quien era titular del Instituto Nacional de Migración (INM) mientras transcurría la segunda mitad de la administración del republicano.
Bárcena prevé que una vez que Trump tome posesión, “va a haber una mayor agresividad, mayores presiones en la frontera, eventualmente hasta con los flujos regulares de personas, de vehículos y de toda la infraestructura comercial. Esas presiones y ese juego de amenazas va a subir de tono”, vaticinó.
En entrevista con este medio, Guillén sostuvo que las amenazas de Trump son creíbles debido a que ya las vivimos como país en el pasado.
“Entre 2018 y 2019 hubo un conjunto de presiones sobre México para que se convirtiera en receptor de migrantes y de solicitantes de asilo, además para que se convirtiera en un espacio de contención. Y esas presiones tuvieron consecuencias muy importantes y de gran escala, como fue que México se comprometió a montar un aparato de control de flujos basado en el Ejército a través de la Guardia Nacional y además militariza el Instituto Nacional de Migración”, recuerda.
Para el excomisionado del INM, la gran incógnita es la reacción del gobierno mexicano, “saber si nuevamente va a ceder de la forma como lo hizo a las exigencias de Trump o si abrirá algún ejercicio de negociación distinto y de ajuste en el diálogo que no camine hacia resultados que tienen más un tono unilateral desde Estados Unidos que una negociación bilateral”.