Día Mundial de la libertad de Prensa
Redacción
SemMéxico, Ciudad de México, 2024.- Han pasado ya 30 años desde que se celebró, por primera vez, el Día Mundial de la Libertad de Prensa en 1994, un año después de que la Asamblea General de Naciones Unidas declarara el 3 de mayo como fecha para recordar la necesidad de que los gobiernos respeten la libertad de expresión y para concienciar sobre los problemas de la libertad de prensa y la ética profesional.
Según el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la libertad de expresión es un derecho fundamental: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».
Desde la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, RIPVG hacemos nuestro el artículo 19 sabiendo que es imprescindible el fortalecimiento de una prensa independiente, plural y libre para consolidar y garantizar la democracia.
La libertad de prensa implica resguardar la diversidad de voces. El singular de “mujeres periodistas” no aplica en el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa, porque somos muchas y diferentes. Informamos y comunicamos desde la diferencia, la diversidad y la pluralidad. Por tanto, callar una voz, constituye un ataque directo contra las libertades y derechos colectivos.
Este año en el que se celebra la edición 31 en Santiago de Chile, UNESCO ha dedicado la conmemoración a debatir el papel del periodismo ante la crisis ambiental.
Desde la Red celebramos que un tema de tanta relevancia para nuestro presente y, sobre todo, futuro, sea objeto de atención. La prensa debe de jugar un papel primordial a la hora de difundir la información, acoger la diversidad de voces expertas y también críticas.
En estas líneas, queremos recordar el panel “Justicia climática, Medios de Comunicación y Género” que organizamos con motivo de la 66 edición de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas, y donde diferentes expertas explicaron cómo las mujeres son las más afectadas y vulneradas en sus derechos por el cambio climático. Las mujeres son las que mayoritariamente sufren por la escasez del agua, la deforestación, y dan una lucha constante por la defensa de los territorios y de los ecosistemas, realizando acciones para mitigar los efectos de este fenómeno.
Hay que impulsar políticas medioambientales desde una perspectiva de género, interseccional y de derechos humanos para enfrentar el cambio climático y apostar por un desarrollo sostenible que proteja a las personas y a nuestro planeta.