En 2026 se conmemora el bicentenario de su nacimiento, quien vivió los procesos convulsos del país en el Siglo XIX: las intervenciones extranjeras; la Guerra de Reforma, el Segundo Imperio y la República Restaurada
Ahora el gobierno del partido oficial la destaca y encuentra su brillante transcurrir en un México amenazado, ya no es “la madre de México” como le llamaron es la primera diplomática mexicana
Redacción
El textó de Adelina Zendejas sobsre la intervención francesa en México, reveló por primera vez las cartas que Margarita Maza Parada le escribió a Benito Juárez, desde los Estados Unidos. Le advirtió cómo eliminar a sus enemigos y discutió con él la politica exterior, la defensa de la República y la importancia de un México Laico.
No era una mujer común, menos como la definieron los historiadores patriarcales, como “la madre de Mëxico”, ella era una mujer ilustrada, con estrategia y capaz de mirar políticamente lo que sucedía en México. En su momento mostró la importancia que en el siglo XIX las mujeres fueran a la escuela.
Injustamente, durante años, la mirada masculina sólo la vió como esposa de Benito Juárez, el presidente de México que propició las leyes de reforma y se le identifica como cabeza de la corriente liberal del siglo XIX.
Ambos vistos así, sin contexto, no pueden explicar el proceso de organizacon y de propuestas de una masa de mujeres extraordinarias. Entre ellas, destacadamente Margarita Maza Parada, pero todas las que lucharon por la educación para las mujeres, como la guerrerense Laurana Wright de Kleinhans.
Sobre Margarita Maza la subsecretaria de Educación Básica, Angélica Noemí Juárez Pérez, dedicó la sección “Mujeres en la historia” de la “Mañanera del pueblo” el jueves pasado. La información oficial difundida la llama “ la diplomática Margarita Maza Parada, compañera del expresidente Benito Juárez, durante los procesos convulsos del país en el Siglo XIX”.
En palacio nacional, como todos los jueves, en presencia de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, durante la “Mañanera del Pueblo”, la titular de Educación Básica señaló que Margarita Maza vivió las intervenciones extranjeras; la Guerra de Reforma, el Segundo Imperio y la República Restaurada.
“Margarita Maza y Benito Juárez enfrentaron juntos algunos de los pasajes más determinantes de la historia del país. El surgimiento de la República y su gobierno, además de la consolidación de México como un Estado moderno, laico y soberano”, destacó.
La subsecretaria de Educación Básica comentó que en 2026 se conmemorará el bicentenario del natalicio de Margarita Maza Parada, por lo que será momento para recuperar su historia como una mujer diplomática, ya que su presencia en Estados Unidos permitió el reconocimiento del gobierno durante el Segundo Imperio.
Allá fue, con sus 11 hijos, hizo las gestiones, habló con las autoridades, y durante semanas escribió a Benito Juárez sobre la estrategia a seguir. Tenía algo que es fundamental: formación, gracias a la escuelas que se edificaron en el siglo XIX y al reconocimiento de la demanda de las mujeres, que era el divorcio y la educación.
El bicentenario de Margarita Maza como el centenario de Rosario Castellanos, harán de los próximos 24 meses una posibilidad de aquilatar la importancia de las mexicanas en la cultura y el desarrollo nacional.
A Margarita “Le toca vivir las vicisitudes de una mujer mexicana enfrentándose a estas guerras, como las pérdidas de sus hijos por el frío en Nueva York mientras estaba en el exilio”, agregó.
A través de un video se proyectó que Margarita Maza Parada nació en la ciudad de Oaxaca el 28 de marzo de 1826. A los 17 años se casó con el abogado zapoteco Benito Juárez y, desde ese momento, no solo compartió la vida familiar con su esposo, sino también las ideas liberales y republicanas.
Fue su compañera solidaria y además una importante colaboradora, cuando víctima de la persecución de Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez fue desterrado del país y se refugió en Nueva Orleans.
Margarita mantuvo a sus hijos tejiendo ropa y atendiendo un expendio de pan en Etla, al mismo tiempo que enviaba información y recursos a su marido. Cuando Benito Juárez, que entonces fungía como el primer presidente de la Suprema Corte de Justicia, electo por voto popular, asumió la titularidad de la Presidencia de la República, Margarita tuvo que cruzar la sierra de Oaxaca en medio de la Guerra de Reforma para reunirse con él en el puerto de Veracruz.
En la intervención francesa y el establecimiento del segundo imperio, Margarita Maza se puso al frente de un comité encargado de conseguir los suministros necesarios para los hospitales de sangre del Ejército de Oriente, con el apoyo de otras mujeres.
Más tarde, acompañando a Don Benito en el inicio de su peregrinación por el norte, Margarita tuvo que separarse de él y buscar asilo con sus hijos en Estados Unidos. Ahí mantuvo una intensa correspondencia con su esposo y trabajó para generar apoyo de la opinión pública, logrando una importante conquista diplomática en favor de la causa de Juárez y de la República.
Al triunfo de la República sobre el Imperio regresó al país y en su camino a la Ciudad de México fue homenajeada en ciudades y poblaciones. Los cronistas de la época afirman que la presencia de la esposa del presidente era un símbolo de victoria. Margarita Maza Parada murió en la Ciudad de México el 2 de enero de 1871 a los 45 años.