Contra la Reforma Educativa
Decreto/Memorándum de AMLO
SemMéxico. Sonora. 17 de abril de 2019.- De nuevo la Confederación Patronal Mexicana (COPARMEX) se manifiesta, contundente, contra otra de las acciones indebidas del presidente Andrés Manuel López Obrador: la cancelación de la Reforma Educativa.
A través de un comunicado que envió ayer a los medios de comunicación y a la opinión pública, el organismo lamenta el anuncio realizado por el Presidente de la República y lo que consideran cesión a las presiones de un sector del sindicato de maestros dejando de lado ¨el interés de la sociedad en su conjunto para mejorar su sistema educativo y con ello, brindar mayores oportunidades de movilidad social y desarrollo a la población¨.
De nada sirvieron los esfuerzos y los análisis realizados para que se aprobara, en el sexenio anterior, una reforma con un claro mejoramiento educativo, comentan. Todo se va, por capricho, a la basura. El dictamen logrado -¨equilibrado que armonizaba la iniciativa presentada por el Presidente con las recomendaciones puntuales realizadas por expertos y representantes de la sociedad¨- ha quedado en el pasado.
Mucha razón tiene COPARMEX cuando argumenta los derechos profesionales clave que se habían acordado en la Reforma que a base de consenso y buena disposición pudo aprobarse: el derecho a la formación, capacitación y actualización de los maestros, retroalimentado con evaluaciones diagnósticas, el derecho de ser admitidos a la carrera magisterial sobre la que tiene rectoría el Gobierno Federal a través de procesos imparciales; el derecho a lograr promociones a través de mecanismos públicos, imparciales y de igual oportunidad; y que los reconocimientos tengan esas mismas características de imparcialidad y mérito objetivo, no de clientelismo, chantaje, compra, herencia o favores políticos.
Hoy, todos esos avances se están dejando de lado para atender las demandas del sindicato –como bien lo señalan en su comunicado-, sin importar el daño que se causará en las aulas a los niños que, de nuevo, recibirán una educación mediocre, injusta para ellos y para nuestro país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha demostrado, una vez más, el poco respeto que tiene a la Constitución que juró cumplir. En este caso, realizando actos de autoridad no sólo infundados sino de agravio a la población educativa y cambiando de nombre a su decreto para convertirlo en memorándum (como si fuera una cosa menor de la oficina), pero es lo mismo: su orden de derogar la Reforma Educativa de manera autoritaria como desafortunadamente le gusta hacer las cosas.
De seguro él –hoy en su conferencia mañanera- responderá a la postura de COPARMEX –y de quienes están ya protestando en contra de su decreto-, como lo ha venido haciendo con quienes se manifiestan en contra de su voluntad: con agravios y descalificaciones que se enfocarán, en esta ocasión, al organismo empresarial. Sí, a esa organización que a través de los años se ha ganado el respeto de la población y del gremio que representa por la actuación responsable de sus miembros hacia el sector laboral.
Nosotras, por nuestra parte, aplaudimos la pronta respuesta de COPARMEX a este nuevo agravio del presidente para con sus gobernados ya que consideramos que levantando la voz es como podrán despertarse conciencias y servir de contrapeso a los excesos del poder –más que claros.
El apoyo extraordinario que López Obrador tuvo en las urnas irá menguando y él mismo, en el futuro, pagará las consecuencias de sus actos y de las actitudes impropias de un buen gobernante.
Mientras ese día llega, los ciudadanos deberemos estar en alerta y exigir que quien esté al frente de un salón de clases sea una persona capacitada para ello, tanto en lo académico como en lo moral. Exigir que así sea y si no lo es, denunciarlo en público.
El gobierno no atenderá ese aspecto así que, ni modo: por lo pronto toca a los padres de familia hacerlo. Por el bien de sus hijos… y de nuestra sociedad.
La educación integral, de excelencia, es lo que puede salvar a México del camino al precipicio al que vamos por la falta de una buena conducción gubernamental. Lamentablemente.