*Natalia Vidales de Bitterlin
SemMéxico, Hermosillo, Sonora, 16 de septiembre, 2023.- Buena polémica y polvareda levantó esta semana el registro de Eduardo Verástegui -productor cinematográfico, exactor, cineasta, y promotor de los valores cristianos, la familia y la vida- como aspirante a la candidatura independiente para la presidencia de la República.
Las críticas de inmediato se dieron por quienes consideran será un factor de división y/o porque -se argumenta en redes- no tiene experiencia en política y, además, se dice, es de ultraderecha y de valores conservadores…lo que asusta a un sector de la sociedad.
El, quien es respetado, conocido y querido no solo en nuestro país sino también en Latinoamérica –y más recientemente en los EU y Europa por el éxito de la película Sonidos de Libertad, de la que es productor– ha destacado por su mensaje provida, el fomento a los valores tradicionales y su defensa a los valores morales de las familias mexicanas. Por ello tiene seguidores…pero también adversarios que temen a la convicción que manifiesta en sus discursos públicos.
Pero curiosamente, el contrapeso para el libertinaje que ha imperado en los últimos meses -ni siquiera podemos decir que años-, debe darse; así que las palabras de defensa a esos valores que se han perdido deben escucharse en esta sociedad radicalizada, donde hoy parece que lo blanco es negro y lo negro blanco. Y quien opine lo contrario es estigmatizado.
Cuando parecía que no había nadie mas que pudiera contender con Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez Ruíz , aparece él y es atacado sobre todo por los simpatizantes de la candidata del FRENTE, quienes consideran que llega para dividir y quitar votos. Hay rechazo y hay temor.
En lo personal, consideramos que la candidatura de Verástegui debe verse con optimismo porque los reflectores que como precandidato o candidato tendrá, darán oportunidad de hacer escuchar una voz sensata -que algunos pudieran considerar cargada a la ultraderecha- ya que hay actualmente un desequilibrio y un exacerbado libertinaje -de todo tipo- y quien se atreva a alzar la voz para opinar diferente (en acciones radicales del feminismo, de grupos LGTB, de la sexualidad, de la educación en valores- es, casi, crucificado y ello lleva a que las masas guarden silencio ante verdaderas agresiones verbales, degradaciones, discursos ofensivos y polarizantes de esos grupos que, aun siendo minoritarios, han ganado poder y micrófonos.
Por ello consideramos positiva la aparición en el escenario político de Eduardo Verástegui. No llega a quitarle votos a nadie. Llega a hacer resonancia de millones de ciudadanos que no tienen voz y que no se identifican con ninguno de esos grupos. Puede ser él quien logre el punto de equilibrio (¿por qué no?) de obtener curules en el Congreso donde se planteen propuestas positivas a favor del respeto, del amor, de la unión, de la tolerancia que debe prevalecer en nuestra sociedad y que tanto escasean en la tribuna política hoy en día.
¡Tal vez esa sea su misión así que…!calma con Verástegui! Igual que cualquier ciudadano, tiene todo el derecho en tratar de competir. Y tiene un motivo para hacerlo, como ya lo ha manifestado: «Estoy harto de ver a México cómo ha sido violado por décadas y es por eso por lo que decidí registrarme”. No quiere ser, pues, parte de la masa silenciosa que ve llegar el mal y no hace nada por impedirlo.
¡Enhorabuena por ello!
*Activista social y periodista con más de 40 años de ejercicio profesional. Fundadora y directora de la revista Mujer y Poder (www.mujerypoder.com.mx) Comentarios y sugerencias: Whats Up 6621 441440.