*Natalia Vidales de Bitterlin
SemMéxico, Baja California, 19 de septiembre, 2024.- Infringiendo la regla no escrita de autocensura que se han impuesto los ex presidentes de México para no opinar en cuestiones del nuevo gobierno, Ernesto Zedillo habló y criticó fuerte -esta semana- a López Obrador por la imposición -a la mala- de la reforma judicial.
Siempre nos ha extrañado y hemos reprobado que los políticos que ostentaron algún cargo gubernamental se mantengan al margen cuando dejan de ser funcionarios públicos. Da la impresión de que ya no son mexicanos y de que no les importa el país. Guardan silencio -un silencio cómplice- ante actos indebidos de los nuevos gobernantes.
Hoy, esa regla se rompió al alzar la voz Ernesto Zedillo por la ¨felonía histórica¨ -como lo dijo en su discurso- del partido en el poder.
Zedillo, en su discurso, hizo un recuento histórico de la lucha del ciudadano por contar con instituciones y una Corte autónoma -como lo ha sido hasta hoy- y clarito dijo lo que los mexicanos pensantes sabemos: que esta reforma no tiene nada que ver con la búsqueda de la justicia sino en una venganza brutal de AMLO por no contar con una corte sumisa a su servicio.
Criticó la actitud falsa y perversa de quienes argumentaron a favor de la dañina reforma y, por supuesto, el nulo interés en escuchar a los expertos en los foros organizados para el análisis de esta pues se ignoraron los señalamientos, opiniones, preocupaciones, errores y demás de juristas, abogados, especialistas y académicos respecto, de que dicha reforma la división de poderes y los contrapesos institucionales yendo en contra de la esencia misma de la República.
Lo que se ha buscado es transformar nuestra democracia en tiranía, dijo Zedillo, y aprovechó los reflectores de los medios para irse con todo reprobando la actitud del presidente y sus legisladores. Y qué bueno que así sea pero….lamentamos que esto lo haya hecho, desafortunadamente, demasiado tarde. El hecho ya está consumado y la reforma judicial está aprobada; aunque, como todavía se discute el grado de su absurdo la hará inviable en la práctica.
De cualquier modo, su participación -el señalar semejante abuso de poder y aberración- servirá como ejemplo para que otros políticos -que tienen o tuvieron cargos de primer nivel- continúen aportando su experiencia y capacidades para el bien de México, en lugar de quedarse callados y ser parte de la masa silenciosa que permite que las cosas malas sucedan.
México no está hoy para políticos tibios. Ni para apegarse a dañinas reglas de autocensura.
México requiere de mexicanos -políticos o no- congruentes, comprometidos, valientes que levanten la voz cada vez que sea necesario.
*Activista y periodista con más de 40 años de actividad profesional. Fundadora y directora de la revista Mujer y Poder. Comentarios: 6621441440. www.mujerypoder.com.mx