* Maestra de varias generaciones, fue reportera y jefa de redacción
* Feminista que acompañó esfuerzos periodísticos como la DobleJornada
Soledad Jarquín Edgar
SemMéxico, Cd. de México, 9 de septiembre 2019.- Maestra de varias generaciones de periodistas, Dolores Cordero Vázquez, Lolita Cordero murió hoy en esta ciudad a la edad de 88 años.
Nació en la Ciudad de México en 1931. Queriendo ser poeta estudió periodismo en la Escuela Carlos Septién García, institución de la que también fue maestra. Sus inicios en el periodismo fueron en la revista La Nación del PAN y años más tarde trabajó para los periódicos Unomásuno y La Jornada, de la que fue socia fundadora.
Una maestra y una compañera
Ahí en el periodismo, Sara Lovera reencontró a su maestra de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García –Lolita Cordero- en el año de 1987, refiere hoy la directora de SemMéxico.
La recuerda como su profesora de primer año de periodismo que le enseñó a leer poesía y a leer literatura latinoamericana. Ambas con los años se volverían cómplices en diversos proyectos periodísticos importantes.
Sara Lovera, conmovida por la noticia, explica que fue en 1981 cuando se reencontró con su maestra en el Unomásuno e inició una relación de respeto y reconocimiento entre ambas: Me enseñó a entender que la vida es difícil y que es necesario encargarla, aunque sea tremenda.
Como periodistas, juntas vivieron tres momentos profesionales importantes: fueron compañeras en la fundación del periódico la Jornada (1984), donde Cordero era la jefa de Redacción; después en 1987 ambas vieron nacer el suplemento feminista La DobleJornada, que dirigía Lovera y de la cual Lolita Cordero era la editora. Y, un año después (1988) fundan la asociación civil CIMAC.

Sara recuerda que el domi de aquel primer número de LaDobleJornada que apareció el 8 de marzo de 1987 fue hecho por Lolita Cordero, quien acompañó ese esfuerzo hasta el final, es decir, 11 años después.
Lolita Cordero, dice Lovera, fue rigurosa en la escritura, con ella aprendí a ser una periodista rigurosa, la recuerdo dura, “queriéndome pero dura”, porque asegura “me enseñó a distinguir entre la amistad y el profesionalismo”. Dura para trabajar que era lo primero e implacable contra la simulación y la injusticia.
Y una cosa central, puntualiza la directora de SemMéxico: Ella mi maestra y mi jefa de redacción en La Jornada y al mismo tiempo editora de DobleJornada donde yo decidía y ella asumía, “jugamos vivimos esa difícil relación entre mujeres en verdadero affidamento”.
La poeta
Como poeta publicó su primer libro en 1996: No sé cómo decir… (Tiempo Extra Editores, 1996).
A la vuelta del aire me resigno
busco con tiempo detenido el viento
y descubro con franco desvarío
un tigre agazapado en la pupila
dispuesto al tiempo de asaltar la presa
ningún perdón asoma en la retina
ninguna compasión suaviza el llanto
ninguna fe despierta en el respiro
sólo el rencor asoma y acobarda
sólo el hombre de Dios hace calado
en el fresco disgusto de la nada
un no sé qué de fiel que se abandona
suave sangre diluida en el abismo
y la nocturna sequedad que dice
que el cuento se acabó que no se libran
con remedos de amor los años muertos
que nadie puede retomar la vida
sin la piedad sobrada de las viudas
el dolor de las madres por los hijos
o el color del invierno en la mirada
Mónica Mateos-Vega, en Postales de Mónica señala: Su poesía, escrita en la madurez de su vida, es un homenaje al abismo de ser para no ser, señalan los críticos, “una síntesis de cincuenta años cabalgando los verbos y los sustantivos en geografía de viento y esperanza”.
Periodista: una persona digna
Angélica Abelleyra, escribió en la Jornada Semanal, en noviembre de 2003, que Dolores Cordero canalizó su vida en tres vías: la lectura, la escritura de poesía y el ejercicio de la justicia.

“Con el paso de los años le llegó otra de sus pasiones ligadas a la escritura: el periodismo. Fundadora de Proceso, unomásuno, Punto, La Jornada y, en República Dominicana, de El Nuevo Diario, los primeros pasos sin embargo los dio en terrenos literarios junto a su maestro Alejandro Avilés en la Escuela Carlos Septién García. Le interesaba la prosa y la poesía, pero el enfoque social de las noticias le importó tanto que trabajó con Manuel Buendía en la oficina de prensa del Departamento del Distrito Federal, donde aprendió, se volvió «sospechosa» para la autoridad en los momentos de la represión el 10 de junio del 1971, continuó haciendo reportajes, hasta que salió cuando Vicente Leñero se hizo cargo de la nueva época de Revista de Revistas, de Excélsior. Estuvo en ese medio hasta «el golpe por parte de Echeverría» y transitó entre el semanario dirigido por Julio Scherer y los demás tabloides que abandonó en la década de los noventa”.
“…El periodista debe ser una persona digna, honrada y que acepte cuando no sabe sobre un tema. Además, hemos llegado a un punto donde impera el gangsterismo porque el periodista se siente con el poder de la palabra en la mano, atemoriza y amenaza».
Exequias
Los restos de Lolita Cordero, maestra de periodismo, periodista y poeta serán velados en García Ramírez del Pedregal. QEPD.
SEM/sj