Entrevista a Patricia Olamendi Torres, promotora
Indiferencia del gobierno obliga a actuar
Redacción
SemMéxico/Sputnik News, Cd. de México, 31 de octubre, 2021.- Una nueva fuerza política electoral mexicana surge contra la violencia machista y la violencia de género, al cumplirse este octubre el 68 aniversario del acceso de las mujeres al voto: se trata de “Todas México, por el derecho de estas a las libertades de expresión, asociación, manifestación, y a participar en todas las decisiones políticas, económicas y sociales.
La jurista, diplomática y ex vicecanciller que ha representado a México en Naciones Unidas y el sistema interamericano, en foros sobre derechos de género durante dos décadas, Patricia Olamendi Torres, dijo en entrevista que “si bien hay partidos políticos con mujeres feministas, no hay en este país una fuerza política que encabece las luchas de las mujeres contra el machismo”.
México es “uno de los países más violentos en el mundo contra mujeres, donde más sufren pobreza y desigualdad”, denuncia.
TRES DISTINTIVOS
La autora de libros basados en investigaciones sobre males lacerantes como “Delitos contra las Mujeres” y “El Feminicidio en México”, y del Protocolo para la Investigación del Delito de Violación, explica las tres características que diferencian al nuevo movimiento político de mujeres.
En primer lugar, como distintivo, “Todas México busca convertirse en la representación política pluralista de las mujeres en la vida democrática del país”.
Este país latinoamericano, después de décadas de transición desde el presidencialismo autoritario, “en realidad es una democracia muy frágil, costosa y limitada, donde es imposible que las mujeres podamos postularnos a un cargo, porque los requisitos para candidaturas ciudadanas son más elevados que tener un partido político”, señala.
En segundo lugar, persigue “construir mecanismos claros de transparencia, de rendición de cuentas; y, en tercer lugar, “lograr la participación ciudadana con políticas públicas y presupuestos que permitan lograr la paridad en todos los espacios de poder”.
Elegida en 2012 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU como experta en los temas de discriminación contra las mujeres, Olamendi fue coordinadora del Comité de Expertas de la Convención de Belém do Pará (Brasil) de 2008 a 2013.
Desde Todas México aspira ser “un referente político en la distribución del poder, pero antes lograr ciudadanizar la política”.
DESINTERÉS DEL GOBIERNO
La también consultora de la ONU en temas del combate al crimen organizado y Premio Nacional de Jurisprudencia 2017 señala que en el país latinoamericano las mujeres no solo padecen desigualdad en sus empleos y ausencia de espacios para sus hijas e hijos, sino que “en la actual administración federal hay un discurso político del grupo gobernante contrario a las demandas de las mujeres”.
La constante fricción discursiva del Poder Ejecutivo contra el movimiento feminista, muestra para la autora que, aunque la Presidencia se identifica con el pensamiento liberal, se aleja den los hechos del pensamiento de las izquierdas.
“No creo que sea un Gobierno de izquierdas, en el partido gobernante hay figuras que sí provienen de las izquierdas, fui fundadora del Partido Mexicano Socialista y parte de una alianza que buscaba un gran movimiento opositor durante la era del presidencialismo del Partido Revolucionario Institucional”, al despuntar el siglo XXI, recuerda.
Desencantada de la política, renunció al Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda) cuando era liderado en 1999 por el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, debido a “su estilo autoritario”, afirma.
Lamenta que hasta la fecha México “no pudo concretar un programa conjunto de Gobierno que habría posibilidad de un programa desde una izquierda incluyente, libre de desigualdades”.
Asegura que el actual Gobierno “busca controlar todo, si no controla amenaza al movimiento feminista”.
LA HERIDA DE LA PANDEMIA
Durante la pandemia la violencia contra las mujeres está creciendo brutalmente en los hogares mexicanos: “No paran los ataques sexuales y lesiones que no aparecen en las estadísticas oficiales”.
Asegura que las autoridades tratan de demostrar que las mujeres mienten en sus denuncias: “Es un tema tan brutal que no son cinco mujeres asesinadas cada día como dice el Gobierno, sino son casi 20 asesinadas diariamente y las clasifican mal, se ocultan cifras”.
El crimen organizado ha tomado a las mujeres como mercancías, señala, “para transportar drogas o convertirlas en esclavas de la trata de personas, pornografía infantil y venta de niñas en comunidades indígenas”.
Olamendi ha documentado que “todos los partidos postularon a candidatos acusados de violación, abusos sexuales y delitos de trata, al extremo que un candidato logró postularse a pesar de tener demandas y procesos judiciales en contra”.
El más reciente escándalo es la venta de niñas y matrimonios con infantes, documentada durante años en comunidades indígenas.
“Al Gobierno le preocupa más la imagen de los indígenas, y supone que están exentos de estas atrocidades por una visión idílica de las comunidades originarias”, señala.
Las feministas también documentaron casi 100 casos de candidatos vinculados a agresiones de género y las autoridades electorales pudo confirmar al menos 30 en un estudio aleatorio, puntualizó.